¿Qué es lo que en realidad habría ocurrido el 11 de septiembre - TopicsExpress



          

¿Qué es lo que en realidad habría ocurrido el 11 de septiembre de 2001? Los hechos acaecidos el 11 de septiembre de 2001 fueron comenzados a ser sepultados casi inmediatamente mediante una verdadera catarata de supuesta información brindada por los medios de comunicación norteamericanos y las agencias informativas internacionales, generalmente "custodiadas" por los servicios secretos más importantes del mundo. Pero esta vez no va a ser tan fácil, y hasta puede que "el muerto resucite", dado que ya son muchos quienes tienen dudas acerca de qué parte de la información oficial es verdadera y cuánta es falsa. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a las propias autoridades norteamericanas del atentado. Puede leerse, por citar un ejemplo, en la edición virtual del diario Clarín del martes 12 de septiembre de 2006, un artículo titulado "Chávez avaló la posibilidad de que la Casa Blanca haya planeado los atentados del 11-S". La nota, que apareció en el sector "Último Momento", de la edición virtual del diario, no apareció en su edición impresa. Sin embargo, el mismo diario informaba en su edición del 9 de septiembre de 2006, en la página central del suplemento respectivo, varios de los puntos oscuros de los atentados. Una gran cantidad de medios, mayoritariamente en Internet, pero también en ediciones impresas, radiofónicas y televisivas, poco a poco van animándose a ventilar algo de lo que no se comprende acerca de lo ocurrido el 11-S. El tema es espinoso y podrían escribirse miles de páginas al respecto como de hecho las hay en Internet. Por lo tanto intentaremos resumirlo lo mejor posible. En primer lugar, todos conocemos la versión oficial de los sucesos, así que no hace falta repetirla. En segundo lugar, hay muchos puntos oscuros, gran parte de ellos vitales, que no se han investigado y siguen silenciándose en los medios, aun cuando cada vez más gente los conoce o los supone. Los enumeraremos brevemente. El lector que desee profundizar en los detalles puede leer el capítulo III de Hitler ganó la guerra, donde se los despliega a fondo. Veamos: 1. Los terroristas no sabían manejar avionetas pero pilotearon en forma precisa Boeings. 2. Los terroristas secuestraron cuatro Boeings y sometieron a la tripulación y a los pasajeros con cuchillos de plástico. 3. No hay filmaciones precisas sobre el ataque al Pentágono, a pesar de estar vigilado por decenas de cámaras. 4. Un "vuelo casi imposible" impactó en el Pentágono prácticamente a ras del suelo. 5. El impacto del Pentágono se dio justo en un área que estaba en reparación. Hubo pocos y "estratégicos" muertos en el episodio. 6. En el World Trade Center se derrumbó primero la Torre Sur, aunque fue golpeada después, y fuera de su estructura central. La Torre Norte fue golpeada antes, y en el centro. 7. La imposibilidad física de que los incendios, tras los impactos de los aviones, derritieran el acero de las Torres Gemelas. 8. El tipo de derrumbe que se produjo en el caso de las Torres Gemelas sólo es posible —y muy usual— en demoliciones controladas. 9. Los testimonios de bomberos y sobrevivientes indican que escucharon detonaciones en las Torres. 10. Casi inmediatamente después de los atentados de las Torres Gemelas se hizo presente la empresa "Controlled Demolition Inc.". 11. La inmediata venta de los restos de las Torres Gemelas a China y Corea del Sur, impidiendo pericias forenses. 12. Derrumbe total de las Torres, imposible en demoliciones no controladas. 13. Las Torres, diseñadas para soportar el impacto de aviones, cayeron a los pocos minutos de ser impactadas. 14. George W. Bush declaró dos veces a la prensa que vio por televisión desde Miami cuando el primer avión dio en la primera torre, cosa que ningún medio transmitió, y el sitio web oficial de la Casa Blanca reprodujo sus declaraciones textualmente. 15. Se produjo una inusual actividad de opciones de venta relacionada con las acciones de American Airlines y United Airlines en los días previos a los atentados, a través de un banco que había sido recientemente dirigido por uno de los directores de la CÍA. 16. La desaparición y diseminación de los restos del cuarto avión, del cual se dijo que se había estrellado cerca de Pittsburg. 17. La caída de las Torres Gemelas se produjo cuando los incendios internos comenzaban a apagarse. 18. Un Boeing no entra en el agujero dejado en el Pentágono. Al respecto se puede consultar La Terrible Impostura, de Thierry Meyssan. 19. Faltan los restos del fuselaje del avión que impactó el Pentágono, cuyo peso sería de unas 1.000 toneladas. A propósito de esta inconsistencia puede ser consultado el libro de Meyssan citado arriba, así como Pentagate, del mismo autor. Desaparecieron, además, las turbinas de titanio del supuesto avión (véase la declaración de Chávez ante citada). 20. A pesar de la "volatilización" del fuselaje de aluminio del avión del Pentágono, se reconocieron los cadáveres de éste mediante sus huellas dactilares. 21. Varios de los terroristas inmolados e identificados por los medios de prensa fueron localizados viviendo tras los atentados en Arabia Saudita, y declararon que jamás estuvieron en los Estados Unidos. 22. Se comprobó la falsedad de la información inicial brindada por la prensa estadounidense acerca de una supuesta "debilidad estructural" de las Torres Gemelas. 23. Hubo pequeñas explosiones evidentes a simple vista en pisos inferiores a los que se derrumbaron. Sólo aparecieron en lo transmitido inicialmente en directo por la televisión. 24. La velocidad de derrumbe de las Torres resulta imposible en demoliciones no controladas. 25. Un sismógrafo de la Universidad de Columbia captó actividad sísmica en la zona del World Trade Center poco antes de los atentados. 26. La cepa del ántrax utilizada tras los atentados sólo es producida en los Estados Unidos. 27. Se descubrió que el ántrax fue enviado por un científico de Biodefensa del gobierno de George W. Bush, y posteriormente desapareció el tema de la prensa estadounidense. 28. Hubo una declaración inicial de una prominente periodista destacada en la Casa Blanca de que George W. Bush sabía que los atentados iban a producirse. Posteriormente ésta guardó silencio. 29. Se concedió permiso de salida inmediata de los Estados Unidos a los familiares de Osama bin Laden tras los atentados, sin ningún tipo de interrogatorios. 30. Las Torres Gemelas fueron alquiladas siete semanas antes de los atentados a un muy raro y sospechoso empresario,8dueño de un cabaret vinculado al lavado de dinero y al tráfico de drogas, quien reclamó tras los atentados una cifra superior a la inicialmente invertida. Éste es un extracto muy resumido de la información que el lector puede encontrar en Hitler ganó la guerra. Podríamos citar aún más datos y detalles reveladores. Por ejemplo, la retención inicial, por parte del FBI y posterior desaparición, de la filmación de la cámara de seguridad de la estación de servicio 8 Es hora de decir que el Pentágono tiene cinco lados, cinco pisos y cinco anillos concéntricos. No es casualidad ni capricho. Franklin Delano Roosevelt ordenó, cuando era presidente, ese diseño para el edificio que concentra y comanda a las fuerzas armadas estadounidenses. Hay que recordar que los miembros de las sociedades secretas muchas veces dan significados simbólicos y ocultos a los números. Roosevelt era masón de grado 33 (máximo nivel) en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado —muy influyente en los Estados Unidos— de la masonería, cuyo origen en su fase moderna se encuentra en Londres. cercana al Pentágono. La tragicómica información brindada por los medios de prensa estadounidenses de que se halló intacto en medio de los escombros uno de los pasaportes de los terroristas inmolados en las Torres Gemelas (este hecho sería nada menos que una advertencia mafiosa a la prensa acerca de que debe aceptar ciegamente la información que le brinda el gobierno norteamericano, sin cuestionamientos). El hecho de que los terroristas que secuestraron el "avión" que impactó en el Pentágono hayan decidido —con un vuelo rasante riesgosísimo— impactarlo en uno de sus costados, minimizando el efecto destructivo, que habría sido mucho mayor impactándolo desde arriba. La decisión de los terroristas de impactar el Pentágono justo en el lado contrario en donde se encontraba la oficina de Donald Rumsfeld. Las declaraciones del portero de una de las Torres Gemelas acerca de una gran explosión subterránea que hizo temblar todo el edificio, sucedida antes del primer impacto, que fueron desoídas por la prensa. La prensa ni siquiera cuestionó la versión oficial acerca de la existencia de llamadas por teléfono celular desde los aviones por parte de angustiados pasajeros a familiares en tierra. En el año 2001 no existía la tecnología para efectuar llamadas por teléfono celular desde los baños de los aviones, y muchísimo menos viajando a 900 kilómetros por hora y 10.000 pies de altura. La falsedad flagrante de las llamadas de esos celulares, difundidas abundantemente por los medios estadounidenses. La cuestión llega al ridículo de que una de las llamadas difundidas por los medios comienza conla frase: Hola, mamá, soy Mark Bigham... Un solo famoso muerto en los atentados, la periodista de CNN, Bárbara Olson, acérrima enemiga de Bill Clinton (quien hoy aparece frecuentemente en fotos por todo el mundo con Bush padre), y sobre todo enemiga mortal de la entonces futura candidata presidencial Hillary Clinton, sobre la cual había escrito el devastador libro Hell to Pay (El infierno para pagar). Los medios de comunicación estadounidenses actuaron desinformando, mientras sus propios periodistas, incluso ganadores de premios Pulitzer —frecuentemente agentes o ex agentes de inteligencia— miran para otro lado. En síntesis, la versión oficial de los atentados del 11 de septiembre de 2001 es un verdadero e increíble bochorno. Y es por eso mismo que este muerto sí puede resucitar en cualquier momento. Si ocurriera ello habría que esperar consecuencias imprevisibles. Si ocurriera —la probabilidad es incierta— la propia elite debería desembarazarse rápidamente de algunos de sus más leales, poderosos y serviles asociados, por más altos cargos que ocupen o hayan ocupado. Pero entonces, ¿qué es lo que ocurrió ese día? Porque hay cosas que sí sabemos muy bien que son ciertas. ¿Cuáles son? Sólo estas cuatro: 1) se derrumbaron las Torres Gemelas, 2) el Pentágono sufrió un boquete, 3) casi 3.000 personas murieron, 4) cuatro aviones desaparecieron con todos sus pasajeros y tripulantes. Todo lo demás entra en el terreno de la especulación, que a veces no discierne entre lo posible, lo imposible, lo probable y lo improbable. Y una abrumadora parte de lo que se escuchó tiene toda las características de una falsedad deliberada para confundir a la población y justificar las guerras de Afganistán e Irak, que favorecieron a Bush y su agenda represora, así como a unos pocos sectores: el petrolero, las empresas de armas y de seguridad, los bancos que financian a esos sectores, y el narcotráfico, una de cuyas bases principales se encuentra en las tierras afganas donde los talibanes impedían la producción de opio con el que se elabora la heroína.9 ¿Qué pudo haber ocurrido? Sabemos que la versión oficial no puede ser cierta. No sólo en sus detalles, pues la versión entera parece poco más que un cuento. Un muy mal cuento, de bajísima calidad. Podríamos decir que "el muerto no fue bien sepultado", o mejor, que el "muerto está vivo y desea salir de la tumba". Hay muchas hipótesis al respecto de lo que pasó realmente el 11 de septiembre de 2001. Algunas son más fiables o probables que otras. Repetiremos aquí, lo más textualmente que el espacio nos permite, la que parece cerrar mejor los casi treinta puntos oscuros que hemos mencionado antes. Al lector le puede sonar a ciencia ficción. Pero antes de categorizar la explicación de esa manera, lo que debe evaluar es si "cierra" o "no cierra" mejor esos puntos oscuros que la versión del gobierno de George W. Bush y los medios de prensa estadounidenses han dado sobre los atentados. Por lo tanto, es necesario advertir aquí, y que se entienda muy bien, que no vamos a decir qué ocurrió el 11 de septiembre de 2001, sino a expresar la mejor forma que hemos encontrado para cerrar los puntos citados. Se trata, entonces, de una hipótesis, pero de todas maneras creemos haber explicado al inicio del presente capítulo que la historia sólo puede escribirse o conocerse de manera conjetural, aunque la versión oficial siempre da a ésta la característica de certeza, lo cual es sólo una ilusión. Puede resultar esta hipótesis, al principio, también un poco confusa por su minuciosidad, pero solicitamos al lector que la lea despacio y con atención. Si es necesario, que la relea y repase. Ya verá cómo al final se simplifica. El original puede encontrarse en el sitio de Internet serendipity.li/wtc4.htm, a cuyo texto nos ceñiremos lo máximo posible. Que quede claro que nos ceñimos al terreno de las hipótesis, que después de todo es lo único que puede hacerse con respecto a lo ocurrido el 11 de Septiembre. 1. Un reducido núcleo de personal militar estadounidense preparó tres aviones para ser piloteados a control remoto con un sistema que la empresa armamentística Northrop Grumman desarrolló hace años. Ninguno llevaría pilotos ni tripulación a bordo. De ellos, uno es un jet militar cargado con explosivos de gran potencia o misiles, o ambas cosas a la vez (de aquí en adelante lo llamaremos 9 Véase Hitler ganó la guerra y en especial la bibliografía del cap. III. Pseudovuelo 11. El segundo es un Boeing 767, pintado por fuera para que frente a las cámaras televisivas luzca como un jet de United Airlines (en adelante lollamaremos Pseudovuelo 175). El tercero es un avión o quizás algún tipo de misil con cubierta exterior para que a distancia parezca un Boeing 757, diseñado para que la cubierta pueda destruirse completamente mediante explosivos (lo llamaremos de aquí en adelante Pseudovuelo 77). Adicionalmente se necesitan dos o tres misiles que, según el sitio web que seguimos, probablemente serían de lacategoría AGM-86C, desarrollados por los Estados Unidos, capaces de ser disparados desde un avión B-52, ser teledirigidos y generar calor de más de 2.000 grados centígrados. 2. En la mañana del 11 de septiembre de 2001, tal como la versión oficial señala, el vuelo 93 de United Airlines (un Boeing 757) despegó del aeropuerto de Newark a las 8:01 hs. hacia San Francisco, con entre 26 y 38 pasajeros (el 16% de la capacidad), y siete tripulantes a bordo. Ése fue el vuelo que supuestamente se estrelló en Pennsylvania. A las 7:58 hs. el vuelo 175 de Unites Airlines (un Boeing 767) partió del aeropuerto de Logan, Boston, hacia Los Ángeles con entre 47 y 56 pasajeros (el 26% de su capacidad) y nueve tripulantes a bordo. Ése fue el jet que supuestamente golpeó la Torre Sur a las 9:03 hs. A las 7:45 hs. partió del aeropuerto de Logan, Boston, el vuelo 11 de American Airlines (Boeing 767) hacia Los Ángeles, con entre 76 y 81 pasajeros (cerca de 39% de su capacidad) y 11 tripulantes a bordo. Era el vuelo que supuestamente impactaría en la Torre Norte a las 8:45. El vuelo 77 de American Airlines (un Boeing 757) partió del aeropuerto Dulles, cerca de Washington DC, a las 8:10 hs. rumbo a Los Ángeles, despegando con entre 50 y 58 pasajeros (alrededor de 27% de su capacidad) y seis tripulantes. Ese vuelo supuestamente se estrelló en el Pentágono a las 9:35 hs. 3. El Pseudovuelo 11 y el Pseudovuelo 175 despegaron de alguna base militar, volando a control remoto de tal manera que interceptaron las rutas aéreas de los vuelos AA11 y UA175. 4. Alrededor de media hora más tarde, los pilotos de los cuatro vuelos civiles fueron informados de alguna manera sobre la posibilidad de que ocurriera un ataque terrorista y recibieron la orden de cerrar sus transponders10 (código de identificación de los vuelos que facilita su detección en radares aeroportuarios de uso civil) y aterrizar en una base militar o de otro tipo, en un estado del nordeste norteamericano. Los pilotos de los cuatro vuelos obedecieron la orden y cambiaron su ruta. 10 Este dato es fundamental. Los cuatro vuelos civiles cerraron sus transponders, cosa que habría sido muy improbable si hubieran sido realmente secuestrados por terroristas, dado que con el transponder apagado cualquier vuelo es pasible de ser derribado por las Fuerzas Armadas norteamericanas al no poseer código de identificación y desaparecer así de algunos de los radares. 5. En el momento en que los vuelos 11 y 175 dejaron de emitir señales a través de sus transponders, los Pseudovuelos 11 y 175 comenzaron a transmitir señales en su lugar. Volaron hacia Nueva York, y, al ser visibles en los radares de control de tráfico aéreo, a los controladores les parecieron los reales vuelos AA11 y UA175, pero volando hacia Manhattan. 6. El Pseudovuelo 11, a control remoto, se acercó a la Torre Norte a las 8:45, descargó desde muy cerca sus misiles y luego se estrelló en ésta, detonando explosivos previamente puestos en el edificio. George W. Bush declaró haber visto ese primer impacto en televisión, lo que de ser cierto sólo pudo haber sido por circuito cerrado mientras viajaba en su limusina a una escuela del Estado de Florida. 7. El Pseudovuelo 175 se acercó también a Manhattan y se estrelló en la Torre Sur a las 9:03. Quienes lo teledirigían casi le erran al blanco, pero lograron impactarlo en un ángulo. En el mismo momento en que impactó, un misil incendiario fue disparado desde el avión a fin de crear la temperatura suficiente dentro del edificio para asegurar la ignición del combustible que se derramaría por el impacto. El resultado fue la enorme bola de fuego que pudo verse por televisión en todo el mundo. 8. Después del segundo impacto, George W. Bush continuó escuchando a los niños que leían un cuento sobre un cabrito por alrededor de un cuarto de hora y luego anunció a la Nación que había hecho algunos llamados telefónicos, pero no ordenó ninguna acción defensiva a la Fuerza Aérea, cuyos jets apostados cerca de Washington DC podrían haber interceptado los otros dos vuelos: el que supuestamente se estrellaría en el Pentágono y el que caería en Pennsylvania, si hubiera habido un alerta militar por parte del presidente. 9. Alrededor de las 9:15 los cuatro vuelos reales de American y United Airlines estaban ya en la base militar hacia la cual habrían sido dirigidos. Los cerca de 199 pasajeros y las tripulaciones de los vuelos AA77, AA11 y UA175 fueron subidos al vuelo 93 de United Airlines, donde se juntaron con sus 33 pasajeros y su tripulación, haciendo un total 232 personas. Había explosivos cargados a bordo. 10. El Pseudovuelo 77 voló a alta velocidad hacia Washington DC, efectuó una espiral descendente de gran precisión para alcanzar una altura cercana al suelo y a las 9:30, luciendo ante los testigos oculares como un Boeing 757, hizo una aproximación horizontal al Pentágono, golpeando algunos postes de luz en el camino. Justo antes del impacto, fue completamente destruido por los explosivos que llevaba, lo que luego provocó el hecho de que no se encontraran rastros del fuselaje de aluminio. 11. Planeado para coincidir con este suceso, se efectuó el lanzamiento de dos o tres misiles de alta velocidad que llegaron al Pentágono desde direcciones apenas alejadas entre sí, viajando tan rápido que los testigos no los notaron dado que fueron distraídos por la extraña presencia del Pseudovuelo 77. Éste sería el origen de lo que algunos testigos del hecho calificaron como "sonido de silbido". Los misiles penetraron la pared externa del Pentágono en el exacto lugar en el que se "estrelló" el Pseudovuelo 77 produciendo —hecho poco conocido y mucho menos difundido a pesar de ser real— los 3 orificios de salida que se produjeron en el tercer anillo de los cinco con que cuenta el Pentágono. 12. Hacia las 9:45 el vuelo 93 de United Airlines despegó de la base militar con los pasajeros y las tripulaciones de los otros 3 vuelos a bordo, lo debió hacer a control remoto, o bajo el control de un piloto que desconocía su propia muerte cercana y voló hacia Washington DC en un falso ataque terrorista. 13. La Torre Sur colapsó a las 9:59 mediante una demolición controlada, 56 minutos después del impacto. 14. Los explosivos a bordo del vuelo 93 de United Airlines fueron detonados en pleno vuelo, o el avión fue impactado por un misil disparado por un F-16 de la Fuerza Aérea, cayendo sobre Pennsylvania a las 10:06 de la mañana, casi una hora y media luego de haber despegado inicialmente del aeropuerto de Newark en Nueva Jersey. Ello explicaría que los restos de este avión se dispersaran en un radio de 8 millas del lugar del incidente, tal como ocurrió, y el hecho de que los residentes de Indian Lake, población de la zona, hayan declarado ver un F-16 volando y una bola de fuego cayendo del cielo, según la propia agencia Reuters informó el 13 de septiembre. Por lo tanto, todos los pasajeros y las tripulaciones de los vuelos "secuestrados" fueron eliminados, quizá con la excepción hipotética de los 34 pasajeros de la lista oficial de muertos que no coinciden con los de la lista de pasajeros que se embarcaron dada por las líneas aéreas. 15. La Torre Norte colapsó a las 10:29, también bajo un proceso de demolición controlada, 1 hora y 44 minutos después del impacto. 16. Parte de la pared externa del Pentágono colapsó para que el pequeño agujero producido por los misiles no fuera visible desde afuera. 17. Hacia mediodía, los medios de comunicación estadounidenses comenzaron a difundir la historia de que el "ataque terrorista" fue planeado por Osama bin Laden. 18. Hacia las 5 de la tarde el edificio conocido como WTC 7 —en el que había oficinas y archivos de la CIA—, colapsó en un proceso de demolición controlada evidente a muy simple vista. 19. Engañada por la Casa Blanca y los medios de comunicación estadounidenses, buena parte de la ciudadanía norteamericana comenzó a pedir venganza contra lo que creían que eran terroristas musulmanes árabes. 20. George W. Bush anuncia la "Guerra Total contra el Terrorismo" (su padre había lanzado la "Guerra Total contra las Drogas" en los ochenta, y vemos lo que en realidad ocurrió después), y el Pentágono se abocó a implementar sus previamente preparados planes de invasión de Afganistán. ¿Y los "terroristas" de Al Qaeda, entonces? Como hemos visto, muchos de los 19 citados ni siquiera estaban en los Estados Unidos. Otros, en cambio, pasaron un tiempo prolongado al menos en el estado de Florida, intentando, o "haciendo como que intentaban" aprender a volar avionetas. Mohammed Atta y Marwanal Al- Shehhi indudablemente vivieron en Florida, por ejemplo. Ahora bien, el atentando de las Torres Gemelas habría sido financiado por el servicio secreto paquistaní (ISI), según revelaron The Times of India y el historiador Gore Vidal. Para entender a fondo esto es imprescindible leer el capítulo 3 de Hitler ganó la guerra y el libro Dreaming war, de Gore Vidal, al igual que el artículo de The Times of India. El ISI es un socio incondicional de la CIA, y su jefe máximo en 2001 era el general Mamoud Ahmed, quien habría girado 100.000 dólares a Mohamed Atta, presuntamente para que realizara los atentados. A dónde fue ese dinero en realidad, es tan difícil de saber como conocer qué pasó realmente con Atta.11 De hecho, Ahmed incluso se encontraba en Washington el 11 de septiembre de 2001, sosteniendo conversaciones con varios altos políticos norteamericanos, entre ellos el jefe de la CIA George Tenet. Ahmed tuvo que renunciar cuando The Times of India lo involucró, el 9 de octubre de 2001, directamente con el financiamiento de los atentados en una actitud que no es, precisamente la de un inocente.12 Ahmed respondía directamente al jefe de Estado paquistaní Pervez Musharraf, curiosamente uno de los mandatarios que más visita a George W. Bush. El detalle revelador de hasta dónde llegaría la real responsabilidad por los atentados apareció en la prensa norteamericana el 22 de septiembre de 2006, en una noticia que parece insignificante a primera vista. Por ejemplo, el Wall Street Journal de esa fecha, en una noticia titulada "Everyone is an author, even Musharraf"13 en la cual se comenta que la visita del presidente asiático a Bush coincidió con la aparición de un libro de Musharraf, en el que narra, obviamente, la 11 Es muy probable que todo el "asunto Atta" y sus compañeros en Florida no sea más que una historia de desinformación generada por los propios servicios de Inteligencia a fin de despistar a todos aquellos que se preguntaran y comenzaran a inquirir seriamente acerca de lo ocurrido, una "pista falsa" sembrada especialmente para desviar la atención de los hechos. Es necesario tener en cuenta que el comportamiento "expansivo" de Atta antes del atentado coincide más con el de un señuelo que con el de un terrorista. Tampoco es improbable que estuviera envuelto en Florida en algún tipo de actividad mafiosa o ilegal. Basta señalar que uno de sus "amigos" más cercanos en ese estado, Wolfgang Bohringer, piloto de la CIA, fue detenido en Kiribati, cerca de Hawaii, donde quería poner una academia para enseñar volar aviones DC-3 que hoy sólo se usan, generalmente, para el transporte ilegal de armas y drogas, por sus relaciones con la mafia. Lo cierto es que el "asunto Atta" llevó a algunos investigadores serios como Daniel Hopsicker a creer que los hechos del 11 de septiembre de 2001 no son más que un episodio de una "guerra entre dos clanes del narcotráfico" —los Bush y los Bin Laden— cuando en realidad no es así, aun cuando haya nexos entre el 11-S y el narcotráfico. Al respecto véanse el capítulo 3 de Hitler ganó la guerra y madcowprod/120112006.html y madcowprod/ 09062006.html. 12 "India helped FBI to trace ISI-terrorist links" (India ayudó al FBI a encontrar lazos entre el ISI y el terrorismo), en timesofindia.indiatimes. com/cms.dll/articleshow?art_id= 1454238160. 13 "Cualquiera es un autor, aun Musharraf", en blogs.wsj/washwire/. "visión oficial" paquistaní de la guerra contra el terrorismo. Lo cierto es que en conferencia de prensa conjunta entre Bush y Musharraf, ante una pregunta de un periodista al mandatario paquistaní que éste no quiso contestar, Bush interrumpió a ambos y dijo: "En otras palabras... compren el libro". Entendamos bien la situación: Bush estaba recomendando un libro que aún no había salido a la venta, escrito por el jefe de Estado de un país cuyo jefe de inteligencia no tuvo más remedio que renunciar cuando se lo acusó en India —y en un reducido núcleo intelectual de los Estados Unidos— de haber girado 100.000 dólares a Mohammed Atta pocos días antes de los atentados, y para colmo donde acusa a funcionarios norteamericanos de la administración Bush de obligar a su país a ayudar a la lucha contra el terrorismo "bajo la amenaza de bombardearlo hasta hacerlo volver a la Edad de Piedra". La misma noticia apareció en el New York Times, Chicago Tribune y el Baltimore Sun, entre otros, del 22 de septiembre de 2006. Y remarquemos, lo hizo en los propios Estados Unidos, al lado de Bush, mientras éste recomienda leer su libro, cuando todavía no había siquiera salido. ¿Queda claro con todo lo dicho hasta aquí hasta dónde puede llegar la responsabilidad por los atentados? Pero además, es público y notorio, algo ya muy difundido: que el origen de Al Qaeda estuvo en la propia CIA entrenadora de los mujaidines afganos para que lucharan contra la Unión Soviética en los años ochenta. Nadie duda eso. ¿Queda claro entonces quién controla realmente a Al Qaeda? ¿Queda claro cuál es el intermediario actual entre la CIA y Al Qaeda? Atta y el reducido núcleo de gente que lo acompañó en Florida bien pueden haber sido una especie de "Lee Harvey Oswald", con la diferencia de que era mucho más efectivo no detenerlos en absoluto, sino hacerlos desaparecer. A propósito de Mohammed Atta, vale la pena señalar que tras los atentados el sistema de prensa norteamericano difundió una gran variedad de reportajes a testigos que dijeron haberlo visto en Florida semanas antes del 11 de septiembre bebiendo vodka frecuentemente en bares nocturnos y en pareja con una go-go dancer de un cabaret. No es precisamente el comportamiento que puede esperarse de un fanático religioso islámico, y mucho menos de alguien que pretende inmolarse, para lo cual es necesario llamar la atención lo menos posible y no correr riesgos. Precisamente lo que la prensa oficial admite y declara que Atta no hacía. Retomando el tema "Bush-Musharraf", es visible que Pakistán quiere comenzar a "despegarse", a deslindar responsabilidades, de lo que para el presidente norteamericano y su gente es, curiosamente, un éxito y una meta a continuar: la "lucha contra el terrorismo". La causa probable es el alto grado de resistencia interna que en 2006 y 2007 hay contra Musharraf y su régimen. Hemos dicho que "el muerto", en este caso, lo sucedido el 11-S no está bien sepultado, y ni siquiera parece estar muerto. Uno bien podría preguntarse por qué entonces no son los propios familiares de los alrededor de 7.000 fallecidos en los hechos ese día los que están a la cabeza de los reclamos a favor de una investigación seria. Esto tiene una explicación lamentable y sencilla. Recordemos que en general las víctimas eran humildes trabajadores. Bush creó entonces el "Victim Compensation Fund" (Fondo de Compensación a las Víctimas) que distribuyó 7.000 millones de dólares entre las familias del 97% de las víctimas, las cuales firmaron que no tienen nada más que reclamar al Estado norteamericano. A razón de un millón de dólares por muerto, puede entonces cerrarse la boca de mucha gente. Volviendo a la hipótesis que hemos citado sobre lo que realmente ocurrió el 11 de septiembre, a algunos, quizá, pueda sonarles a ciencia ficción. Puede ser real o no, o puede ser real en parte con algunos detalles modificados. Quizá, nunca lo sepamos. Lo cierto es que los más de 40 puntos oscuros y gruesas contradicciones de la versión oficial, tristemente avalada por el propio Congreso norteamericano en un vergonzoso informe bicameral aparecido años más tarde, desaparecen, se desvanecen por completo, lo que deja asomar cierta claridad en medio de la penumbra. Claridad siniestra de ser esto cierto. Pero claridad, al fin.
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 00:23:26 +0000

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