REGALO AL MADRID. A una semana del clásico, pinchar en Pamplona tiene sabor a derrota ya que se han perdido dos puntos con relación al Real Madrid. Es más lo que se ha perdido que lo que se ha ganado. Empatar a cero frente a un rival de perfil bajo como Osasuna significa una frustración para un equipo que encadenaba ocho victorias consecutivas. También es una ducha fría para los aficionados barcelonistas que han visto cómo transcurrían los últimos minutos sin que su equipo hiciera un esfuerzo extra por sumar los tres puntos. Es como si le hubiesen hecho un regalo al Madrid, que ahora vendrá al Camp Nou con la moral crecida ya que tienen al Barça a tiro de piedra, a una victoria. SIN PUNCH FINAL. Fue el típico partido que el Barça dominó con claridad pero que no supo rematar. Osasuna se defendió con coraje y fuerza mientras que Neymar, Cesc y Pedro apenas crearon ocasiones de gol. En algún momento tuvimos la sensación de que era como un regreso al pasado, ya que la impotencia atacante fue manifiesta, hasta el punto de que en todo el partido solo chutaron tres veces entre los tres palos sin que se recuerde ninguna parada de mérito al portero Fernández. Y lo más grave es que en el último cuarto de hora, cuando el Tata Martino sacó todas las cartas incluido Messi, el equipo siguió jugando a un ritmo cansino, sin verticalidad, sin punch, como si se conformaran con el empate. Encontramos a faltar aquellas reacciones furiosas del Madrid de Ronaldo en los últimos minutos que le han ayudado a salvar tantos puntos. LO BUENO Y LO MALO. Volvió Puyol que aguantó los noventa minutos sin ningún fallo y con el coraje que le caracteriza. Neymar hizo dos jugadas de categoría pero acusó sin duda los partidos internacionales ya que estuvo muy intermitente. Messi jugó algo más de veinte minutos pero no consiguió cambiar el signo del partido. Cesc no tuvo el día fallando dos ocasiones que no se pueden perdonar. Montoya nos hizo recordar que Alves es insustituible. Bartra en su línea positiva. Iniesta va a más pero le falta jugar más adelante para ser decisivo. En definitiva, vimos a un Barça estático, sin velocidad, con un juego monótono y previsible. Está claro que el parón liguero le ha roto el ritmo, pero no se preocupen, frente al Madrid todo será diferente. Desde la alineación, hasta la actitud. Ayer se relajaron y les robaron dos puntos.
Posted on: Sun, 20 Oct 2013 08:31:46 +0000
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