Remordimiento sin arrepentimiento Abatido rebasaba la planicie aquel mortal. La superficie le servÃa sosiego. Pero el fuego de la invalidez lo cocÃa; En lo oscuro acaecÃa el castigo. Su motoneta habÃa comido ignorancia. Y el hombre la fragancia del olvido. La averÃa, impedÃa la labor posterior. El calor insano fue incuestionable. Aquel ser sabÃa, liado en coraje Que era el único carruaje que podÃa tener. Eso se le ilustró desde pequeño. Mas no bastó, en amarlo, su empeño.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 03:19:45 +0000