SI LA LEES TODA ERES FREGON/A BUENAS NOCHES:* hace ya algunos años pase con mis amigos una semana en Amecameca, fuimos a la casa de un amigo donde podíamos quedarnos, desde el día que llegamos, cuando cruce la puerta de la casa observe en la planta alta en la ventana que daba hacia afuera, pense q se trataba de un familiar y que bajaría a saludarnos pronto, paso rato y pues nada, entonces le pregunte que si tenia una tía o algún familiar y le describí a la señora, algo pálido me dijo que era la antigua dueña de la casa, que había muerto, nos quedamos raros por un momento, para distraernos fuimos a la hacienda cernaca al pueblo, lo q nunca falta las leyendas sobre casonas y lugares antiguos, cuando íbamos llegando en el coche, pues si quedaba algo lejos, comenzó a contarnos una historia sobre el diablo del campanario, típica de todas las historias, estábamos afuera de la hacienda escuchando cuando miré a un hombre dentro de la hacienda, la entrada estaba cerrada, buscaba que nos abriera para poderla recorrer, cerca de la puerta había un agujero así que pasamos por ahí, el señor nos miro empezó a caminar, lo seguimos, como era de esperase muchos cuartos estaban viejos, abandonados y en muy mal estado, había murciélagos en las partes descubiertas, vegetación, en fin, no podíamos seguirle tan aprisa a causa de todo esto, caminábamos por entre los cuartos pasillos hasta llegar a lo vendría siendo el patio central, yo iba adelante con mi novio de ese entonces, atras venían mis amigos cuando todos llegamos al patio el señor estaría a unos 2 metros de mí, me intenté acercar a él, se movió rápido para dejar ver a un pobre perro empalado por el estómago con las tripas esparcidas por el patio, lo miramos todos y nos asustamos bastante, se empezó a oír una risa pícara, como de niño burlón, poco a poco fueron carcajadas en verdad, se escuchaban en las habitaciones, en los pasillos en muchísimos lados, todo a la vez y en ningún lado, tratábamos de ver de donde provenían de repente mis ojos se encontraron al señor q seguíamos, esta vez le mire con detenimiento, me hubiera gustado encontrar algo raro en él, pero era una persona común y corriente, igual a las demás personas del pueblo, él también me miró, a diferencia de mi el siempre me miró a los ojos sin apartarlos un segundo siquiera, tenía una mirada penetrante, al terminar de inspeccionarlo con los ojos regrese a hacer contacto con los suyos, en un parpadeo el señor había cambiado de forma, era un hombrecillo pequeño, alcanzaba el metro de estatura, con barba poco crecida, pero la cara roja, un rojo extraño, como cereza, los ojos eran diferentes, todo el era diferente, al mirarnos comenzó a reírse de nuevo, empezó a mover al pobre perro empalado sacudiendo la estaca en la que estaba, tenía varios días de muerto, estaba tieso pero no olía mal, de un brinco estaba del otro lado nuestro, como coyotes atrapando liebres le seguimos estábamos casi en la entrada, él salió por la puerta principal, la q estaba cerrada, le seguimos, corría más rápido hasta perderse en la iglesia de la haciendo, en el campanario se escuchaba su risa, y se asomaba por la ventana, estábamos en el arroyo por donde pasaban las carretas, nos buscamos todos por si alguien faltaba, entre la inspección mi novio y un amigo observaron q la puerta por la q hacia unos instantes acabamos de cruzar estaba cerrada con cadena!!! algunos miramos al campanario a ver a duende o gnomo q era, se reía como enfermo, era una risa desagradable, cuando miramos tenía un paliacate de nosotros en sus manos, en ese momento así como una doncella agitó el paliacate para despedirse de nosotros y desapareció.
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 05:52:45 +0000
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