San Alfonso M. de Ligorio, cuenta esta hermosa historia: - TopicsExpress



          

San Alfonso M. de Ligorio, cuenta esta hermosa historia: Un esclavo por sus delitos fue condenado a muerte por un rey. Puesto en la cárcel, entre cadenas esperaba temblando el momento de ser conducido al patíbulo. Pero el rey tenía un hijo único que era toda su delicia. Este joven príncipe, por una bondad incomparable, tiempo hacía que había nutrido un gran afecto, junto con una gran compasión, por aquel mísero esclavo. Habiendo conocido el estado infeliz en que aquel se encontraba, ya próximo a ser ajusticiado, fue invadido por tal dolor, por tan tierno y piadoso amor que presentándose ante su padre y arrojándose a sus pies, con lágrimas y suspiros le suplicó que perdonara al mísero esclavo y que revocara la terrible sentencia. El padre,que amaba inmensamente a aquel su único hijo, fue presa también el de un profundo e inaudito dolor en lo más íntimo de su corazón, y dirigiéndose a su Hijo le dijo: "Oh Hijo mío y delicia de mi corazón, grande es mi pena por haber sido obligado a condenar a muerte a aquel culpable esclavo, y tú bien conoces las inevitables exigencias de mi tremenda Justicia. Tu sabes que Yo no puedo, sin gran deshonor mío, dispensarme de exigir una satisfacción digna de mi Majestad ultrajada; y la satisfacción puede venirme sólo de la muerte del culpable, pues se necesita que mi Justicia sea satisfecha." "Padre mío amantísimo, replicó el joven Príncipe, es tiempo ya de que Yo os manifieste que mi amor por este esclavo es tal y tanto que Yo no puedo resistir ante el solo pensamiento de su condena; por tanto, oh Padre mío, ya que vuestra Justicia no puede revocar la terrible sentencia, Yo os pido una gracia, pero Vos, Padre mío, prometedme que me la concederéis." "Hijo mío, agregó el Rey. Yo empeño mi palabra de que, con que no me pidas lo que pueda lesionar mi Justicia, cualquier otra gracia te la concederé." Empeñada así la palabra del Padre, el Hijo rompiendo en lágrimas de amor le dijo: Padre mío, Padre y Señor mío, aceptad a otra víctima y dejad libre al esclavo..." "Otra víctima?", exclamó el Padre. "Oh Hijo mío amadísimo, para poder Yo aceptar otro esclavo, no un ser cualquiera,sino una víctima digna de mi Majestad ofendida,uno iguala Mi. Y dónde encontrar a esta tal víctima?" "!Héme aqui, héme aquí Padre, esta Victima soy yo!" (Is.6,8). !Mandadme a Mí, mandadme a Mí a la muerte! !Muera yo y viva el esclavo! Esta es la gracia que os pido y que habéis empeñado vuestra palabra en concedérmela!" Oh momento tremendo... El Rey no puede retirar su palabra...Su Justicia no puede evitar el tener una satisfacción.. Y quedo obligado a aceptar el cambio...Y lo acepta. Pero el generoso hijo no esta aun satisfecho. Y le pidió a su padre que aceptara al esclavo como su hijo, y no solo eso sino que lo hiciera heredero de su reino.
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 03:02:20 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015