Si no entendiera que son hijas de la vida, las guardaría para mí en una cajiita de cristal e intentaría detener el tiempo para no verlas crecer tan rápido y disfrutar un millón de veces todas esas locuras y ocurrencias que me hacen divertir, reírme como loca y también enojar. Si no entendiera que la libertad es el mejor regalo que les puedo dar, las amarraría junto a mí para protegerlas de este mundo y alejarlas de todo mal. Pero la vida es una lucha eterna entre fuerzas contrarias, el yin y el yang, y esa contradicción es la que me impulsa a tratar de no ser una madre castradora y absorbente aunque en la mente vaya tejiendo un montón de posibilidades para ese futuro no tan lejano. Hoy las vi correr con tanta felicidad que guardé esas imágenes en las postales de mi corazón... Hoy las vi más grandes que nunca.
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 02:42:00 +0000