Si realmente hay voluntad política para resolver el problema de la violencia en la araucanía y otras regiones del Walmapu, tenemos que remitirnos a sus causas, e históricamente está comprobado que se inician con la mal llamada Pacificación de la Araucanias en la década de 1880 cuando el Estado chileno viola el tratado de Tapihue de 1825 y usurpa a sangre y fuego el 95% de los 10 millones de hectáreas del territorio de la nación mapuche al sur del río Bío Bío. Continúa la violencia cuando se somete a los más crueles tratos a este pueblo sumiéndolo a la miseria y la pobreza que reina hasta estos días. Creo que lo que se debe hacer para comenzar a solucionar estos problemas es seguir las recomendaciones del Relator Ben Emmerson de las NU de la devolución de las tierras ancestrales al pueblo mapuche o indemnizar para remediar los daños cometidos, fin a la militarización de las comunidades y no más aplicación de la ley antiterrorista. Al Estado chileno, si no le es posible llegar a un acuerdo con los latifundistas, puede apoyarse de la constitución que permite en estos casos la expropiación de la tierras pagando un precio justo por ellas y no como pretenden estos propietarios de conseguir un sobreprecio; por otra parte, si lo analizamos con altura de mira y con racionalidad, es injusto que estas personas exijan compensaciones si se han enriquecido con la explotación de tierras ajenas.
Posted on: Thu, 24 Jul 2014 17:43:18 +0000
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