Solidaridad no es un término propiamente religioso, pero podemos - TopicsExpress



          

Solidaridad no es un término propiamente religioso, pero podemos decir con toda certeza que encuentra su mejor definición y su expresión más plena bajo el cobijo de las enseñanzas evangélicas. Podemos encontrar diversas definiciones para el término, sin embargo más allá de una descripción académica podríamos decir que la solidaridad es un sentimiento que hace que los hombres convivan de una manera más cercana porque se refiere al apoyo que se dan unos a otros para conseguir objetivos comunes, para subsanar la debilidad de unos con la fuerza de otros, para brindarse protección mutua y respaldo, y hasta podemos llegar a decir que es una muestra de fidelidad y amor que fortalece la unión y la hermandad de las familias, de los amigos, de una comunidad y de una sociedad entera. Como suele suceder en todo lo humano, aún lo que es bueno de sí se puede corromper, así no deja de ser lamentable que muchas veces la solidaridad sea manejada por los medios de comunicación o por los gobiernos y hasta por algunas empresas con fines comerciales o políticos, utilizando la palabra para campañas espectaculares que si bien ayudan, se convierten en un espectáculo para enmascarar problemas sociales, económicos o políticos perdiéndose el sentido profundo de la verdadera solidaridad. Sin embargo volviendo al sentido verdadero de la solidaridad al ser una virtud tan necesaria y noble no podía estar lejos de la mente de los Papas en muchos de sus mensajes y desde luego en sus encíclicas, es por ello que en este breve artículo presentaré algunos textos referentes al tema. El primer Papa en utilizar el término fue Pio XII En muchos de sus mensajes, así se refería a ella: "Los problemas socioeconómicos sólo pueden ser resueltos con la ayuda de todas las formas de solidaridad: solidaridad de los pobres entre sí, de los ricos y los pobres, de los trabajadores entre sí, de los empresarios y los empleados, solidaridad entre las naciones y entre los pueblos. La solidaridad internacional es una exigencia del orden moral. En buena medida la paz del mudo depende de ella. "La virtud de la solidaridad va más allá de los bienes materiales. Difundiendo los bienes espirituales de la fe, la Iglesia ha favorecido a la vez el desarrollo de los bienes temporales, al cual con frecuencia ha abierto vías nuevas. Así se han verificado a lo largo de los siglos las palabras del Señor: ‘Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura’ (Mt 6, 33)”. En su encíclica "Summi pontificatus". Pio XII en una época donde la violencia llegó al extremo de llevar al mundo a una guerra mundial y los sentimientos nacionalistas se exacerbaban escribía hablando sobre los errores que se difundían: Un error, ‘hoy ampliamente extendido, es el olvido de esta ley de solidaridad humana y de caridad, dictada e impuesta tanto por la comunidad de origen y la igualdad de la naturaleza racional en todos los hombres, cualquiera que sea el pueblo a que pertenezca, como por el sacrificio de redención ofrecido por Jesucristo en el altar de la cruz a su Padre del cielo, en favor de la humanidad pecadora. En otros mensajes profundizaba sobre el tema: "Juzgamos necesaria aquí una advertencia: la conciencia de una universal solidaridad fraterna, que la doctrina cristiana despierta y favorece, no se opone al amor, a la tradición y a las glorias de la propia patria, ni prohíbe el fomento de una creciente prosperidad y la legítima producción de los bienes necesarios, porque la misma doctrina nos enseña que en el ejercicio de la caridad existe un orden establecido por Dios, según el cual se debe amar más intensamente y se debe ayudar preferentemente a aquellos que están unidos a nosotros con especiales vínculos. El divino Maestro en persona dio ejemplo de esta manera de obrar, amando con especial amor a su tierra y a su patria y llorando tristemente a causa de la inminente ruina de la Ciudad Santa. "Pero el amor a la propia patria, que con razón debe ser fomentado, no debe impedir, no debe ser obstáculo al precepto cristiano de la caridad universal, precepto que coloca igualmente a todos los demás y su personal prosperidad en la luz pacificadora del amor”. En los textos anteriores notamos inmediatamente como la solidaridad va más allá de las clases sociales, de las situaciones económicas, de los regionalismos y promueve al hombre a enfocarse en la paz y el amor aún en las épocas más críticas. Juan XXXIII, el Papa Bueno, no podía dejar de lado hablar del tema Así en su encíclica "Mater et Magistra” nos decía:"Hay que advertir también que en el sector agrícola, como en los demás sectores de la producción, es muy conveniente que los agricultores se asocien, sobre todo si se trata de empresas agrícolas de carácter familiar. Los cultivadores del campo deben sentirse solidarios los unos de los otros y colaborar todos a una en la creación de empresas cooperativas y asociaciones profesionales, de todo punto necesarias, porque facilitan al agricultor las ventajas de los progresos científicos y técnicos y contribuyen de modo decisivo a la defensa de los precios de los productos del campo. "Con la adopción de estas medidas, los agricultores quedarán situados en un plano de igualdad respecto a las categorías económicas profesionales, generalmente organizadas, de los otros sectores productivos, y podrán hacer sentir todo el peso de su importancia económica en la vida política y en la gestión administrativa. Porque, como con razón se ha dicho, en nuestra época las voces aisladas son como voces dadas al viento”. Veía el Papa que sí en todos los grupos sociales la solidaridad es necesaria tal vez en el campo tenía una aplicación más puntual por las características mismas de la actividad y de la naturaleza de los campesinos que casi siempre forman parte de los sectores más desprotegidos. Paulo VI, el Papa que proyectó la solidaridad en los pueblos El pontífice al que designó el Espíritu Santo para concluir con el Concilio Vaticano II en su encíclica "Populorum Progressio” hace un enfoque que va más allá de las personas individuales y lo proyecta a los pueblos: "El deber de solidaridad de las personas es también de los pueblos. ‘Los pueblos ya desarrollados tienen la obligación gravísima de ayudar a los países en vías de desarrollo. Se debe poner en práctica esta enseñanza conciliar. Si es normal que una población sea el primer beneficiario de los dones otorgados por la Providencia como fruto de su trabajo, no puede ningún pueblo, sin embargo, pretender reservar sus riquezas para su uso exclusivo. Cada pueblo debe producir más y mejor a la vez para dar a sus súbditos un nivel de vida verdaderamente humano y para contribuir también al desarrollo solidario de la humanidad. "Ante la creciente indigencia de los países subdesarrollados, se debe considerar como normal el que un país desarrollado consagre una parte de su producción a satisfacer las necesidades de aquellos; igualmente normal que forme educadores, ingenieros, técnicos, sabios que pongan su ciencia y su competencia al servicio de ellos”. No cabe duda que si se hubiesen escuchado las palabras de Paulo VI viviríamos en un mundo con mucho mayor equilibrio y probablemente se hubieran evitado muchos de los conflictos y revoluciones que tantas muertes y calamidades han ocasionado. El beato Juan Pablo II El Papa que llegó tan inesperadamente a ocupar la cátedra de San Pedro en su encíclica "Sollicitudo Rei Socialis” remarcaba que: "…es la solidaridad. Esta no es, pues, un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos. Esta determinación se funda en la firme convicción de que lo que frena el pleno desarrollo es aquel afán de ganancia y aquella sed de poder de que ya se ha hablado. Tales "actitudes y estructuras de pecado” solamente se vencen —con la ayuda de la gracia divina— mediante una actitud diametralmente opuesta: la entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a "perderse”, en sentido evangélico, por el otro en lugar de explotarlo, y a "servirlo” en lugar de oprimirlo para el propio provecho (cf. Mt 10, 40-42; 20, 25; Mc 10, 42-45; Lc 22, 25-27). El ejercicio de la solidaridad dentro de cada sociedad es válido sólo cuando sus miembros se reconocen unos a otros como personas. Los que cuentan más, al disponer de una porción mayor de bienes y servicios comunes, han de sentirse responsables de los más débiles, dispuestos a compartir con ellos lo que poseen. Estos, por su parte, en la misma línea de solidaridad, no deben adoptar una actitud meramente pasiva o destructiva del tejido social y, aunque reivindicando sus legítimos derechos, han de realizar lo que les corresponde, para el bien de todos. Por su parte, los grupos intermedios no han de insistir egoísticamente en sus intereses particulares, sino que deben respetar los intereses de los demás”. Impacta la definición de que la solidaridad no es un sentimiento pasivo, sino una acción solidaria para buscar soluciones que nos lleven al bien común, es responsabilidad y compromiso para con quienes más lo necesitan a costa del esfuerzo y sacrificio personal, pero al mismo tiempo contrasta con la propuesta de los socialismos ateos con su manejo del odio entre las clases. Y nuestro querido Papa emérito Benedicto XVI decía el 21 de mayo del 2012: "La solidaridad significa en primer lugar que todos se sientan responsables de todos; por tanto no se la puede dejar solamente en manos del Estado”, y explicó. "Vuestra acción debe inspirarse en la caridad: aprender a ver con los ojos de Cristo y dar al otro mucho más que lo necesario externamente, darle el amor que necesita”. En concreto, el Papa se refirió a "donar el propio tiempo, las propias habilidades y competencias, la propia instrucción, la propia profesionalidad; en una palabra: la atención a los demás, sin esperar nada a cambio en este mundo. Actuando así, no sólo se hace el bien, sino que se descubre la felicidad profunda según la lógica de Cristo, que ha donado todo su ser”.
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 14:04:24 +0000

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