Solución a la demanda marítima pasa por la integración - TopicsExpress



          

Solución a la demanda marítima pasa por la integración regional, dice candidato chileno Internacional Su candidatura refleja y traduce los pensamientos, esperanzas y anhelos de sectores de la sociedad chilena, que hasta el momento no se han reflejado en el mapa político electoral. Marcel Henri Claude Reyes Candidato presidencial del Movimiento Todos a La Moneda Marcel Henri Claude Reyes es uno de los nueve candidatos a la presidencia de Chile. Las encuestas no le dan oportunidad de ganar, pero su candidatura, programa de gobierno, declaraciones y actividades proselitistas proyectan una cierta apertura o, si se quiere, una cierta ruptura en el escenario político chileno en la medida en que está reflejando y traduciendo los pensamientos, esperanzas y anhelos de sectores de la sociedad chilena que hasta el momento no se han reflejado en el mapa político electoral. Quizás este hecho explique otro. Marcel Claude es el único de los nueve candidatos que recoge en su programa de gobierno el dar una salida al viejo y crónico problema que su país mantiene con Bolivia, otorgando “un enclave soberano a Bolivia” tal como lo expresa en este programa. También se recoge la aspiración de sectores de la sociedad chilena a una integración regional, lo que coincide con la aspiración de formar la patria grande, por la cual lucharon los próceres del continente. Por estos motivos, Cambio optó por entrevistarle para dar a conocer su visión y cosmovisión, que aunque tenga sus peculiaridades tiene cierta coincidencia con la visión del Estado Plurinacional. Según Claude, por esta peculiaridad chilena se habla de “nación pluricultural’. ¿Qué nos puede decir acerca de una nueva Constitución que sustituya a la de 1980, promulgada por la dictadura de Pinochet, y sobre el paralelismo posible con el proceso constituyente boliviano? Bolivia es una realidad que Chile no puede ignorar. Ahora bien, las circunstancias de la refundación constitucional en Bolivia fueron distintas de las que hoy vivimos en Chile, aunque las razones que llevaron a los bolivianos a darse una nueva Carta Magna sean similares. La aplicación del modelo económico neoliberal en Bolivia gatilló una movilización social que se organizó de forma muy interesante con los IPSS, los instrumentos políticos por la soberanía de los pueblos. Los IPSS se plasmaron en las numerosas marchas realizadas entre 1990 y 2005 que terminaron por imponer en las urnas a Evo Morales como presidente de la república, quien inmediatamente coordinó la elección de una Asamblea Constituyente. A pesar de que en Chile el modelo neoliberal fue ensayado antes que en otro lugar del mundo, implementando en plena dictadura un gobierno de militares asesorado por civiles, el modelo no fue repudiado con la vuelta formal de la democracia, sino que ha sido ahondado hasta hoy por los sucesivos gobiernos. En Chile, los movimientos sociales no lograron articularse adecuadamente ni imponer su propia visión del país y de la justicia social. El arraigo de las ideas neoliberales fue tal vez más profundo que en otras partes porque los militares hicieron uso de una violencia sin límites para impedir toda forma distinta de pensar. Chile apenas se está recuperando de ese trauma que viene de los años 2006 y 2011 con las dos grandes movilizaciones escolares y estudiantiles de esos dos años emblemáticos. La asamblea constituyente, propuesta de un solo candidato en las elecciones presidenciales de 2009, es hoy un acto ineludible que está presente en la campaña de seis de los nueve candidatos en 2013. Si convocamos a una asamblea constituyente, probablemente se producirá algo similar a las dos visiones opuestas del país y los dos bloques de propuestas que existieron en Bolivia. ¿Sobre su política respecto de los derechos humanos? Para entender esto hay que recordar que Chile no vive una situación normal. La democracia chilena es una suerte de ficción impuesta por los ideólogos de la dictadura, entre los cuales el principal fue Jaime Guzmán. De alguna forma, los chilenos nos quedamos apátridas. Nos quitaron el país y lo entregaron a manos privadas, cuya intención no es hacer un país o mantenerlo ni desarrollarlo, sino sencillamente hacer negocios. Hay intelectuales chilenos que han dicho que este país se acabó después del Tratado de Libre Comercio con EEUU de 2004, en el que queda plasmado que nuestra soberanía, vale decir nuestro país, es inferior a los intereses de los grupos económicos. Estamos pues en estado de carencia frente a intereses que no son nacionales, ni generales, ni comunes a todos los chilenos. En Chile hay un poder establecido, un poder de hecho, de facto, fáctico como se dice aquí. Una realidad política que se impone sin ser legítima, sin que haya sido debatida, ni consensuada, ni votada. ¿En referencia al problema de los pueblos originarios en Chile? Chile es un país antiguamente mestizo. Junto con el centenar de hombres que llegaron con Pedro de Valdivia hasta el valle del Mapocho en 1540 venía una sola mujer. Los españoles se mezclaron inmediatamente con los indígenas y no cesaron de hacerlo a medida que llegaron en los siglos siguientes. Esa realidad forma el substrato de lo que antiguamente llamaban la raza chilena. En realidad, en Chile conviven tradiciones culturales muy específicas que desde la Independencia se han tratado de borrar bajo la idea de la unidad de la nación. La idea de nación, si bien es fundadora de las democracias modernas y de los estados republicanos (la nación es el lugar donde uno nació: es común, pues, a todo el pueblo), no da cuenta de la diversidad cultural de países complejos como el nuestro. Utilizada en singular, significa un solo pueblo. Utilizado en plural puede, a nuestro parecer, dar cuenta de la diversidad étnica y cultural de nuestro país, entregándoles una representación específica a los pueblos indígenas del norte, los atacameños, por ejemplo, así como los mapuches del sur. El problema mapuche es histórico y está presente desde la llegada de los españoles a Chile, es un problema pendiente que ningún gobierno ha tenido la valentía de encarar con sinceridad. Pensamos que incorporar la construcción de una nación pluricultural es una de las soluciones. ¿Su solución de salida al mar soberana para Bolivia? Tengo la convicción de que la solución de nuestro diferendo con Bolivia pasa por esquemas amplios de integración regional que desgraciadamente estamos lejos de implementar por falta de visión y por la mezquindad intelectual y política de nuestros gobernantes. Hay esquemas de integración que funcionan perfectamente, como el llamado ‘espacio Schengen’ de la Unión Europea, un convenio de libre circulación de bienes y personas entre los países firmantes, que crea fronteras exteriores a ese espacio y borra virtualmente las fronteras interiores. Ese esquema es aplicado desde 1995 entre países que vivieron en guerra desde fines del imperio romano y que no tienen ni un idioma común, ni una cultura común, como la que compartimos nosotros. Estoy convencido de una solución de esta naturaleza entre Chile y Bolivia (pero podríamos también agregar a Perú, por ejemplo), en la cual se pone de lado la soberanía, que no es sino un obstáculo, y se avanza en todos los ámbitos de la integración sin que ninguna de las partes pierda su alma, sería una solución a un problema fronterizo que es de nuestra responsabilidad común resolverlo. Si los europeos lograron hacerlo, ¿por qué no nosotros? ¿Qué dice sobre la relación entre el concepto de Desarme Multilateral contenido en su programa y el de la Doctrina de Defensa que está en fase de construcción en el continente latinoamericano? Pienso que ya pasaron los tiempos de las potenciales guerras entre nuestros países. Creo que una nueva doctrina de defensa en el ámbito continental tiene que incluir una progresiva integración entre fuerzas armadas de países vecinos. Sería coherente y enriquecedor para todas las partes que las FFAA de Bolivia, Perú, Chile y Argentina hagan maniobras conjuntas, como ya se están haciendo, y se coordinen para efectos de cuidar un vasto territorio que debemos considerar común. No estoy seguro de que llevemos a cabo una idea como ésta con todos los países del continente porque es inmenso, pero sí estoy convencido de que podemos hacerlo entre vecinos, ya que es nuestro interés común. Podemos compartir prácticas y modelos de acción, podríamos hasta poner en común un arsenal si contemplar un desarme multilateral fuera muy utópico, ya que las diferencias entre los equipamientos de cada país no tienden sino a aumentar las tensiones entre nosotros en vez de calmarlas. Todos sabemos que las amenazas son hoy muy distintas a las de hace 40 o 50 años y que en el contexto de pos-Guerra Fría nuestro interés común es unirnos contra el narcotráfico, las mafias, la delincuencia en cuello blanco, la piratería de todo tipo. Sólo unidos y cultivando la confianza entre nosotros enfrentaremos estas lacras modernas”. Biografía Marcel Claude nació el 26 de febrero de 1957 en Santiago de Chile, hijo de Rolande Hugo Claude Dellepiane y Leyla del Carmen Reyes Maluje. En 1975 ingresó a la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Chile, hoy facultad de Economía y Negocios, donde se licenció en Ciencias Económicas con mención en Economía, en 1982. Claude trabajó en el Banco Central de Chile y luego dirigió dos organizaciones no gubernamentales medioambientalistas, la Fundación Terram y la oficina chilena de la Fundación Oceana. Se ha desempeñado como consultor y asesor sindical en aspectos económicos y ambientales. Fue Director del Área Estado, Economía y Gestión de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Durante el año 2010 fundó y dirigió el semanario Diario Uno. Su candidatura es patrocinada legalmente por el Partido Humanista, aunque él no es militante. Marcel lanzó su candidatura presidencial en septiembre de 2012, a la que define como una “propuesta ciudadana”. El 6 de abril sumó el apoyo de Izquierda Unida (IU). También recibió el apoyo de otros movimientos políticos como MAIZ, la Nueva Izquierda Universitaria (NIU), la Unión Nacional Estudiantil (UNE), el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, la Red Libertaria, entre otros, los que se han aglutinado en el pacto Todos a La Moneda.
Posted on: Fri, 01 Nov 2013 02:52:00 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015