Sólo venimos a domir, sólo venimos a soñar: ¡No es verdad, no es verdad que venimos a vivir en la tierra! Hace muchísimos años hallé escrito ese poema tras el cristal de una vitrina, en un museo. Es un fragmento de un canto Azteca, anónimo. Lo copié en un trozo de papel, y por azar lo encuentro ahora removiendo viejos papeles. Y parece venido al caso con tantas otras cosas que he venido leyendo obsesivamente en estos días. Como si estuviera esperando su turno. Es un poema de una belleza magnífica y de una verdad tan profunda que parece insondable. La Física comienza hoy a vislumbrar algunas pistas de lo que antes el hombre solo intuía.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 16:00:04 +0000
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