“TUENIFOR” DESDE GAYOPA…. La insistencia en que participara - TopicsExpress



          

“TUENIFOR” DESDE GAYOPA…. La insistencia en que participara en el 24 horas de parte de amigos, conocidos y hasta “enemigos” había sido tanta, que estuve a punto de aventurarme en aquella experiencia, pero que al final decliné, tanto por razones personales, como por mi cada vez más sensible aversión por los circuitos…. La verdad no me veía haciendo más de 4 vueltas y mantener la sonrisa. Sin embargo, debo reconocer, que una vez estando ahí y ver lo que vi, sentir aquello que solo se puede experimentar cuando estás en contacto con una realidad que te jala a la aventura, percibir todas las sensaciones y olfatear la adrenalina que saturaba el ambiente denso de humedad del Bioparque, hizo que mi espíritu de bicicletero se arrepintiera y se diera de topes por no haber participado en la justa…. Pero bueno… me queda un año para superar mis fantasmas de los circuitos y poder medirme con mis cooequiperos (1ro y 2do lugar) Nacho y Alex. Esta edición del 24 horas del Bioparque, organizado y presidido por los ya famosos Bicivoladores me tocó presenciarlo como los “machos” del toreo; como los “deportistas” del futbol; como los “boxeadores” aguerridos….. desde la barrera. Llegué al Bioparque en compañía de mis dos hijos, “ajuareados” como verdaderos “Indianas Jonhes” listos para montar tienda de campaña, sleeping’s y lámparas con la meta de pasar una noche memorable en compañía de aquellos valientes (y valientas) que decidieron enfrentar sus miedos y retarse a si mismo para pasar una jornada de 24 horas bajo el calcinante sol veraniego, las lluvias amenazantes y la temida noche. El ambiente de este evento eslegendario. Muchos fuimos solamente por vivir aquella pachanga de 24 horas en compañía de aquellos que amamos el mismo deporte…. Y no fue mentira. Los equipos apostados en sus toldos, cada uno de acuerdo a sus posibilidades, pronósticos y estratégias tenían en los espacios que se les asignaron las vituallas y abastecimiento necesario para sobrevivir a las inclemencias de la aventura…..algunos de ellos deanera muy sobria, con apenas lo necesario para librar la batalla, y algunos otros con un verdadero despliegue de exageración con comida, servicios y accesorios que con toda seguridad no servirían para otra cosa que no fuera estorbar en el toldo asignado…. El despliegue de cosas que podían verse era realmente increíble. Cada equipo, o aquellos que decidieron hacer la carrera en solitario estaban dando su mejor esfuerzo en cada vuelta. Una vuelta de aproximadamente 14 kilómetros en medio de la inmensidad del terreno del Bioparque. Un recorrido que desde que inició con plena luz de día y al calor de la humedad veraniega, estaba exigiendo a los corredores un esfuerzo concentrado y una aplicación en las técnicas del manejo que no permitían errores, pues de cometerlos, se pagaría con las caídas que algunos sufrieron y el dolor de las cortadas que el terreno les dejaría como recuerdo de la pericia y habilidad que se requieren para circular por esta tierra ajena. El arranque de la pista estaba adosado por un tramo de zacate estrella, podado y plano, pero cansadísimo en su avance. Quienes hemos rodado esta pista y conocemos el zacate estrella, sabemos lo exigente que resulta avanzar por este espacio. El zacate actúa como un freno adicional al avance, y aunque apliques tu más concentrada fuerza en los pedales, por algún motivo, las llantas se niegan avanzar y las piernas tienen que hacer un esfuerzo adicional forzando corazón y pulmones a colaborar con el intento por salir delante de esa “trampa” de zacate que logra mermar gradualmente la energía del metabolismo. El camino siguiente, era una serie de cambios de terreno que iban desde el single largo, charcos de lodo, hermosos parajes de bosque, algunas pendientes y mucho camino lleno de piedras y terracería que hicieron más agradable el recorrido, pero no por eso menos demandante. Se disfrutan las vueltas, y seguramente, ninguna es igual a la anterior aunque sea un circuito. Vi desde mi barrera, cómo salían cada uno de a dar la siguiente vuelta. Cómo se preparaban los integrantes de un equipo cuando ya calculaban el tiempo que a su relevo le tocaba hacer. Prepararse mientras aceleraban el pulso por la emoción de saber que ahora el compromiso de terminar la competencia recaía sobre el al tocarle el turno. Verlos calentar, prepararse, calzar zapatos, guantes, cascos, mangas, lámparas, agua y concentrarse al grado de perderse por instantes en visualizar su objetivo, era un espectáculo que bien podría disftrutar con una bolsa de palomitas y refresco grande…. Y al mismo tiempo ver cómo llegaban de su respectiva vuelta los corredores y corredoras con una cara mezcla de satisfacción y dolor, causa-efecto del esfuerzo y el logro de la meta que provocaba cada vuelta. Los rostros sudorosos, la respiración agitada y los uniformes empapados y llenos de tierra y lodo eran el premio que cada uno se traía de la vuelta que le correspondió. Las palabras de apoyo de sus cooequiperos, las porras y las preguntas obligadas a cerca de “¿cómo te sentiste?, ¿qué tal te fue?, ¿qué tal estaba la pista? …etc. Etc…” era parte del diálogo entre ellos…. Verlos sentarse cansados, con hambre y sed, pero descubrir en sus miradas ese brillo que solo te da el hecho de haber logrado algo de lo que incluso tú mismo no sabías que eras capaz, insisto… es un espectáculo que se podía disfrutar mejor que en una sala de cine…. Y lo pude vivir en carne propia. Los que avanzaban en solitario, los que su único equipo era la bendición que les dieron en sus casas al salir, y aquellos que estaban al pendiente de darles algún apoyo en general…. Ellos merecen aun más mi respeto y admiración. No es fácil estar sobre una bicicleta tanto tiempo. La postura, el esfuerzo, la deshidratación y la perdida acelerada de calorías van mermando las capacidades…. pero en ellos jamás vi que se vencieran las voluntades. A cada vuelta, su única preocupación era el lugar en el que iban… el tiempo que habían hecho…. Cuanto les aventajaba el de adelante o el de atrás…. Y apenas tomaban un respiro y se medio alimentaban, subían nuevamente a su bicicleta y a rodar!!! A entregar lo que les quedaba de alma en aquellas interminables vueltas. La noche cayó de manera prematura. Los nubarrones que tapizaban el Oriente, cargados de pesada agua y rayos, hacían el perfecto contraste con un arcoíris que enmarcaba el sur del Bioparque… la escena era de película…. Pero el temor de que aquella torrencial avalancha cayera sobre competidores y organizadores era cada vez mayor…. En caso de que sucediera, las probabilidades de continuar la competencia se reducían… rodar bajo condiciones de lluvia y tormenta eléctrica en medio de un llano como aquel, no era muy recomendable. Todos veíamos con curiosidad cómo las nubes estaban lejos, pero de pronto se acercaban y dejaron caer una inscipiente lluvia sobre las tiendas de campaña y los toldos…. Empapó algunas de ellas y dejó la pista con un grado más de dificultar para poder rodarla. Los corredores que estaban en ese momento dentro de ella, regresaron como sopas, combinación de la lluvia y el sudor, y con las bicicletas y uniformes llenos de tierra, zacate y lodo que fueron levantando a cada tramo del camino. La competencia, no se detuvo. Los corredores continuaron haciendo lo que mejor sabían… rodar y adaptarse a las nuevas condiciones. Ahora tenían que reforzar la precaución.. de noche y con la pista humedad, las probabilidades de una caída eran mayores…y desafortunadamente, algunos la padecieron casi de inmediato. Adicionalmente, el esfuerzo para pedalear en medio de lodazales es mayor. Hay más resistencia al avance, las llantas se saturan de lodo y se resbalan con facilidad perdiendo paso, cadencia y avance de manera irreparable. Aun así, cada corredor se alistaba con la misma energía y animo que la primera vuelta…. Se disponían a correr y poner en cada metro su corazón… literalmente. Transcurrió la noche…. Los sonidos propios del bosque inundaron la soledad del bajío y los olores de la tierra humeda empezaron a llenar los huecos entre los vapores de las tiendas y los cuerpos sudorosos. Había electricidad en el ambiente….era una noche perfecta, a pesar de los nubarrones persistentes. La madrugada era el espacio ideal para muchos de ellos para poder avanzar y sacar adelante la competencia. Correr cobijados por la oscuridad, que partían de manera salvaje con sus lámparas potentes y hasta diría yo, exageradas para una justa nocturna, hacia que muchos tomaran el valor suficiente y se lanzaran tras la aventura de rodar por primera vez de noche, en medio del bosque y con la adrenalina al 100% por las historias que habían escuchado de las cosas que se aparecen durante los trayectos…. La mayoría de ellas, haciendo referencia a los animales de actividad nocturna que deambulan por el parque: zorrillos, zarigüeyas, coyotes, coaties, ratas, etc…..todos habitantes con derecho de vía, mientras que nosotros estábamos invadiendo sus territorios. La madrugada tiene sorpresas, y es una de las más estrictas condicionantes que demanda que nuestros cuerpos cumplan con sus ciclos. Y aunque la adrenalina corría como agua en las venas, los rostros empezaban a denotar cansancio y agotamiento, aun en los más experimentados. El cuerpo exigía descanso, la mente se oponía brutalmente….. una lucha entre aquella dualidad que venció a algunos, pero mantuvo en pié a la mayoría. El amanecer llegó mientras iba ocultando una a una las estrellas mientras extendía su brillante manto, que auguraba un calor para las últimas 5 horas de competencia. Y así fue. Mientras transcurrían con mayor lentitud los minutos, y las vueltas se convertían cada vez en un martirio peor que la anterior, se acercaba infranqueable el final de la competencia. Las 24 horas estaban a punto de cubrirse, y a pesar del tiempo, el desgaste físico y el calor que subía por grados a cada minuto, los rostros de las competidoras y los corredores era de alegría… tal vez del solo hecho de saber que aquello estaba a punto de terminar. Anunciaron que quedaba una hora para dar por cerrada la justa…. Y aun así, algunos arriesgados corredores se lanzaron en tropel para poder agregarle una ventaja a su equipo… los individuales ya habían parado… sabían que no lograrían una vuelta entera en menos del tiempo que le restaba a cronómetro, así que decidieron terminar el recorrido y esperar los resultados. Anunciaron al fin el cierre de meta…. El que llegó, llegó…y el que no…. Pos no!!!. Avisaron que pronto pasarían a premiación….. los corredores y los equipos se remolineaban en sus toldos…. Algunos se dispusieron a levantar sus tendidos, y a juntar la basura atendiendo a la petición de Promosport de dejar limpios los espacios, y creo que también a la conciencia ecológica y de responsabilidad que cada vez más adquirimos los ciclistas por el respeto a esos lugares que tantas satisfacciones nos dan…. Caras felices… carcajadas, bromas, anécdotas, algunas lagrimas de emoción…. Una amalgama de sentimientos que en conjunto daban uno solo: Pasión!. Cada corredor y corredora sabían que habían dejado una parte de ellos en aquel recorrido; sabían que de ahora en adelante tendrían algo más que guardar en sus recuerdos… algo más que contar a los incrédulos, algo más que compartir con los que los entienden y apoyan. Conocían que a partir de ahora ya no serían los mismos….. sabían que habían evolucionado…. Habían pasado al siguiente nivel y estaban entre la especie “Elite”, evolución que solo se logra una vez que vences aquello que más temes….. cuando derrotas al infame ser que habita en tu interior con los miedos y paradigmas que te formaron por años…. cuando sabes que el tiempo que pasas sobre una bicicleta es inversamente proporcional al aburrimiento, la depresión y la derrota….. Terminar el reto, ha convertido en ganador a todo aquel que tuvo el “descaro” de intentarlo…. Aun con el dolor y las nauseas que provoca el exceso de demanda física…. Aun con el desvelo y las ojeras que durarán por varias semanas…. Aun con el sabor amargo de los comentarios de aquellos que no creyeron en ti…… eres un ganador…. Una ganadora…. Un campeón que no necesita subirse a un Podio….. 24 horas de tu vida son el mejor trofeo y se lleva sobre los hombros….en la cabeza…. En tus memorias….. y en el ADN que dejaste regado por 14 kilómetros de esa memorable pista…. La pista de 24 horas de Bicivoladores…..ahora, tiene un significado nuevo para ti. Felicidades!!!! Y a seguir…. Este es solo el principio. Hasta la próxima…. Espero poder vencer mi propio fantasma de los circuitos, y hacer el próximo reto en solitario, para no quedarme como perro de carnicería…..
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 03:20:55 +0000

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