Talibanes entre nosotros En Afganistán, país hacia donde se - TopicsExpress



          

Talibanes entre nosotros En Afganistán, país hacia donde se volcarán gran parte de las tropas norteamericanas que salen en estos días de Irak, cumplida ya su misión de terminar de destruirlo, una mujer fue condenada a 12 años de prisión. ¿Su terrible delito? Haber sido violada por su cuñado. Crimen totalmente repudiable para las leyes islámicas. No solo la pecadora fue violada, sino que además tuvo un hijo fruto de esa violación. Niño que ahora tiene dos años cumplidos en la misma prisión que su madre. Pero como la injusticia talibana, perdón, la justicia, la justicia….Como decía, la justicia talibana y sus jueces son, además de machistas, muy misericordiosos, le han dado la posibilidad de redimir sus culpas, morales y terrenales, a esta despreciable mujer. Le perdonarán los restantes 10 años si acepta casarse con el cuñado violador. Si lo hace, quedará libre y podrá salir de la prisión estatal para ir a la prisión de su cuñado. Quise decir casa, casa de su cuñado. La delincuente, demostrando que en el fondo ella provocó o quería esa violación, ha aceptado. Como excusa, la malvada ha dicho que lo hará por, primero, salir de la cárcel. Segundo, darle un porvenir a su hijo. Tercero, porque de no aceptar, aparte de tener que pasar 10 años más encerrada, al salir se convertiría en una paria. Su propia familia la rechazaría, y hasta podría llegar a matarla para limpiar su honor mancillado. Es decir, el honor mancillado de la familia, no el de ella, que, como ya nos dimos cuenta, ni tenía par empezar. Por algo se dejó violar. No tengo el final de esta historia, porque aún no ha salido en las noticias. Apenas la tenga, se las comunicaré. Pero sí tengo el final de esta otra que pasaré a relatar, que involucra a otra mujer, y otra injusta injusticia, perpetrada por jueces talibanes. Eeehh….no. Por jueces argentinos. En la provincia de La Pampa, una mujer denunció a su ex pareja, y padre de su hijo de 3 años, por violación. Milagrosamente, ya que en estos casos es muy difícil conseguir, primero, que la policía tome la denuncia en serio, y segundo que la justicia haga lo mismo y condene al violador, el tipo fue encontrado culpable y condenado a prisión. En una entrevista televisiva, ya que el caso cobró notoriedad, dado justamente, la relación existente entre víctima y victimario, la mujer relató la violencia física sufrida a manos de su pareja. Violencia que la llevó a la determinación de acabar su convivencia. Contó también cómo el tipo la había ido a buscar, le había pedido de recomenzar la relación, y al ella negarse, la había secuestrado a punta de cuchillo y, bajo amenazas de muerte, la había violado. Ella logró escapar y fue a radicar la denuncia que terminó con el tipo preso. Le aseguró a los periodistas que le tenía terror y que no quería saber más nada con él. Pero hete aquí, que al poco tiempo, la mujer no solo perdona a su agresor, sino que además acepta casarse con él, para que el tipo pueda así salir de la cárcel. Avenimiento. Así se llama esa figura legal que, según dijo a la prensa un integrante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,:- “Es arcaica, y en todos mis años de ejercer la abogacía, jamás escuché que nadie la hubiese aplicado”.- Bueno, dos jueces pampeanos lo hicieron. Un tercero estuvo en desacuerdo. Por considerar que la mujer había dado su consentimiento luego de sufrir presiones por parte del abogado del violador, y por ser una persona fácil de manipular dado su entorno e historia familiar. Su padre había asesinado a su madre cuando ella tenía unos 8meses. Que ella había demostrado tenerle miedo victimario. Que ella había aceptado de última, manipulada para que lo hiciese por el bien de su hijo. Que el tipo era un psicópata violento. Que no avalaba de manera alguna un avenimiento. Pero eran dos contra uno, ¿viste? Y el hombre salió en libertad y se fue a vivir con su mujer y su hijo. Y vivieron felices por siempre jamás. No. Lamento comunicarles que el flamante marido mató a cuchilladas a su flamante mujer a los 6 días de estar libre. La madre del tipo lo agarró en plena carnicería, cuando al oír llorar al niño que compartía la habitación con sus padres, entró a ver que estaba pasando. Conocida la noticia, uno de los jueces que había firmado a favor del avenimiento, admitió ante la prensa que, evidentemente, se habían equivocado. Pero que jamás pensaron que esto pudiese ocurrir. Ahhh…y que no se les ocurrió mirar el caso, como uno de violencia de género. A ver. El tipo la golpeaba rutinariamente durante su convivencia. Luego la violó y amenazó de muerte cuando ella se negó a volver con él. Ella había asegurado tenerle terror pánico. Todo eso figuraba en los antecedentes del caso. ¿Qué parte no entendió? ¿Qué clase de persona piensa que el casar a una mujer violada con su violador es una buena solución para la mujer? ¿No se le ocurrió pensar que la mujer podría estar siendo manipulada, teniendo en cuenta su historial familiar y la falta de asesoramiento adecuado? Por último, ¿no leyó los argumentos de su colega, el tercer juez que se negó a firmar dicho avenimiento por todo eso que conté antes? Espero que el pedazo de honorable, benemérito, ineficiente y machista juez, junto con su colega de fechorías, digo de juzgado, sean destituidos. Y que nunca más puedan, ni ejercer como abogados, ni volver a ser jueces en sus preciosas vidas. No le devolverá la vida a Carla. Que así se llamaba esta última víctima de femicidio, pero podrá salvar a otras futuras que podrían tener la mala fortuna de caer en su juzgado. Pero como el machismo no es solo cosa de algunos jueces, un hombre acusado de haber querido matar a su mujer, fue absuelto por un jurado civil. Esto ocurrió también en Argentina. No en talibanlandia. Aunque parezca que si. Resulta que un marido, enojado con su mujer, que al parecer había tenido una conducta inapropiada (sic), decidió matarla. Precavido, primero fue y cavó una fosa. Luego esperó a que su señora volviese a casa, y procedió a empezar a ahorcarla. Cosa que no puedo terminar de hacer, porque justo en ese maravilloso momento, llegó la hija y le arruinó el plan. El tipo fue detenido y llevado ante la justicia. En el juicio, parece ser que la mujer declaró que en cierta manera, ella lo había provocado con una desconocida forma de actuar. Desconocida para mí. Ellos la tenían bien clara. En este caso, los jueces que demostraron tener las cabezas bien puestas, lo declararon culpable de intento de asesinato. U homicidio, o como se llame la figura legal. La quiso matar. Punto. Pues bien el jurado civil, lo absolvió. Primero, porque no la mató, así que no había necesidad de hacer tanto escándalo. Segundo, porque llegaron a la conclusión que la mujer lo había incitado con su comportamiento inadecuado. Es decir. En todo caso, la culpa era de ella. Como cuando Alicia, la mujer de Monzón le gritó que él era un impotente. Y claro, el campeón mundial no podía permitir semejante afrenta y la tiró por el balcón. Antes le había roto un poquito el cuello con las manos. Y pegado algunas piñas. Pero hay que reconocer que ella se lo había buscado. Y si no fuese que el abogado de la familia de Alicia insistió y movió cielo y tierra para juntar pruebas de lo que en realidad había ocurrido, Monzón hubiese quedado libre. Y comento ese caso porque fue uno famoso. Las mujeres siguen muriendo a manos de sus maridos, ex maridos, parejas, ex parejas y ainda más, mientras algunos jueces y parte de la sociedad siguen hablando de crímenes pasionales, o violencia doméstica. Cuesta imponer la palabra femicidio. Cuesta tanto, que el ordenador de Word me la corrige cada vez que la escribo. Mueren mujeres a manos de “sus” hombres, mientras que, muchas veces, el entorno familiar, y el policial, les dicen que no hagan las denuncias, que probablemente los tipos estaban borrachos cuando les pegaron o amenazaron con matarlas. O que tal vez ellas provocaron sus celos por vestirse así o asá. Que traten de arreglar las cosas hablando. Son los padres de sus hijos. Los que las mantienen económicamente. Las que les dan el status de “señora de”, tan valorado en la sociedad. O son buenos novios. O, como en el caso de Carla, la mujer que se animó a denunciar a su pareja por violación, un abogado y dos jueces retrógrados, con mentalidad medieval, machista y despreciable, la convencen de aceptar un avenimiento, condenándola, sin piedad ni disculpa alguna, a la muerte. Deberían ser destituidos y procesados como cómplices o partícipes necesarios del crimen. L.M.V.
Posted on: Mon, 25 Nov 2013 23:39:00 +0000

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