“Trata a los sabios y te harás sabio, frecuenta a los necios y - TopicsExpress



          

“Trata a los sabios y te harás sabio, frecuenta a los necios y acabarás mal.” Proverbios 13: 20 ajr1958.blogspot/2011/10/la-revolucion-palestina-1974-por.html La Revolución Palestina Rodolfo Walsh Caracas, 23 Nov. AVN.- El escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh (1927-1977), precursor del Nuevo periodismo, fundador de Prensa Latina y de la Agencia de Noticias Clandestina (Ancla), estaba en Beirut el 15 de mayo de 1974, cuando un comando palestino golpeó en Maalot. Caminó al día siguiente entre las ruinas de las aldeas libanesas bombardeadas por la aviación israelí. Entrevistó a los principales dirigentes de la resistencia palestina y escribió una serie de artículos sobre su revolución. La vigencia es absoluta para entender dónde se inscribe la masacre de hoy en Gaza. 1. Tres millones de palestinos despojados de su patria cuestionan todo arreglo de paz en Medio Oriente –¿Cómo te llamás? –Zaki. –¿Qué edad tenés? –Siete. –¿Vive tu padre? –Murió. –¿Qué era tu padre? – Fedayín –¿Qué vas a ser cuando seas grande? – Fedayín El chico rubio de cabeza rapada y uniforme a rayas que da estas respuestas en una escuela de huérfanos al sur de Beirut, Líbano, resume la mejor alternativa, que tras 26 años de frustración resta a tres millones de palestinos despojados de su patria: convertirse en fedayines, combatientes de la Revolución Palestina. "¿Palestinos? No sé lo que es eso", declaró en una oportunidad la Ex-Primer ministro de Israel, Golda Meir. Se conoce la eficacia ilusoria del argumento, utilizado en Argelia, Vietnam, colonias portuguesas, para negar la existencia de sus movimientos de liberación. Muyaidín? El enemigo no existe y todo está en orden. Cada una de estas negativas ha hecho correr un río de sangre pero no ha detenido la historia. Desde hace un cuarto de siglo la política oficial del Estado de Israel consiste en simular que los palestinos son jordanos, egipcios, sirios o libaneses que se han vuelto locos y dicen que son palestinos, pero además pretenden volver a las tierras de las que se fueron "voluntariamente" en 1948, o que les fueron quitadas no tan voluntariamente en las guerras de 1956 y 1967. Como no pueden, se vuelcan al terrorismo. Son en definitiva "terroristas árabes". En el principio fue… Primero –dicen– fueron los caanitas y después fueron los hebreos. Faltaban mil años para que naciera Cristo cuando Saúl fundó su reino, que después se partió en dos. Hace casi 2700 años el reino de Israel fue abatido por los asirios. Hace 2560 años el reino de Judá fue liquidado por los babilonios, y en el año 70 de nuestra era los romanos arrasaron Jerusalén. Estos son los precedentes históricos del Estado de Israel, sus títulos de propiedad sobre Palestina. El retorno a Palestina tropezaba sin embargo con el inconveniente de que el país estaba ocupado por una población –500.000 habitantes– que desde la conquista islámica del siglo VII era árabe. Los fundadores del sionismo negaron el problema. En 1898 Herzl hizo un viaje a Palestina y preparó un informe donde la palabra árabe no figuraba por ninguna parte. “Palestina era una tierra sin pueblo donde debía ir el pueblo sin tierra”. El palestino se convirtió en "el hombre invisible" del Medio Oriente. Algunos alcanzaron sin embargo a descubrirlo. El escritor francés Max Nordau vio un día a Herzl y le dijo asombrado: "Pero en Palestina hay árabes" y agregó: "Vamos a cometer una injusticia". "Palestina es mi país" dice Ihsan. "Nunca estuve en Palestina", dice, "pero algún día volveré porque nuestros comandos están peleando para que volvamos". "Mi padre murió en Abar el Djelili", dice Naifa. "La muerte de mi padre no me duele, porque murió por nosotros". "Mi padre se llamaba Salah", dice Randa. "Estaba peleando y murió". Ninguno de los 480 huérfanos de la escuela de Suq el Garb, al sur de Beirut, había visto Palestina si no era a través de los ojos del padre muerto. En el aula las muchachas se levantaron para saludar al visitante que venía de tan lejos. En el pizarrón había una inscripción en árabe. Pregunté qué decía. Decía: "Historia Palestina" Históricamente, estas construcciones mentales producen víctimas. En 1900 había en Palestina 500.000 árabes y 30.000 judíos. Los primeros inmigrantes no provocaron la desconfianza de los árabes. En 1883 los habitantes de Sarafand recibieron a los colonos que llagaban con estas palabras. "Desde tiempo inmemorial somos hermanos de nuestros vecinos, los hijos de Israel, y viviremos con ellos como hermanos". Ocho años después sin embargo los notables de Jerusalén pidieron al imperio otomano, que gobernaba Palestina, que prohibiera la inmigración judía, y en 1898 los árabes de Transjordania expulsaron violentamente una colonia judía. A pesar de las prohibiciones oficiales la inmigración continuó, aprovechando la corrupción de funcionarios turcos y de terratenientes árabes ausentistas que vendían sus tierras. En 1907 se estableció el primer kibutz, granja colectiva que desde el principio excluyó al trabajador árabe. Cuando en 1914 los turcos hicieron su primer y último censo, resultó que había en Palestina 690.000 habitantes, de los que 60.000 eran judíos.(7%) Ese año la guerra mundial dio al sionismo su gran oportunidad. ============================ Cuando los ingleses hicieron su primer censo en 1922 había en Palestina 760.000 habitantes, de los que algo más de 80.000 eran judíos: o sea el 11%. Esa proporción había subido en 1931 al 16 y en 1936 al 28%. Ese año se produciría la primera rebelión palestina contra los ingleses, que duró tres años y costó millares de muertos. Todavía en 1917 David Ben Gurion afirmó que "en un sentido histórico y moral" Palestina era un país "sin habitantes". Ben Gurion no ignoraba que el 90% de los habitantes eran árabes: decía simplemente que no existían como seres históricos o morales. Por la misma época, según relata Fanon, “los profesores franceses de la Universidad de Argel enseñaban seriamente que los argelinos eran más parecidos a los monos que a los hombres”. En 1947, una resolución de las Naciones Unidas quitó a los palestinos el derecho a tener una Patria El israelí se jacta ante el mundo de ser el máximo representante en la historia de la Diáspora… Pero quien posee en tal grado el sentimiento del destierro, llega a ser completamente incapaz de comprender que otros puedan tener ese mismo sentimiento. No es cruel que digamos que el comportamiento de los israelíes sionistas con el pueblo original de Palestina es similar a la persecución nazi contra los propios judíos. Los jefes de la Agencia Judía concibieron desde el principio la inmigración como una "colonización armada" y construyeron una organización semiclandestina, el Haganah, de la que en 1935 se separó un brote terrorista de ultraderecha, el Irgun, cuyo lema era un mapa de Palestina y Transjordania atravesado por un brazo armado y un fusil con el lema hebreo Rak Kach ("Sólo así"). Cuando en 1945 se desmoronó el nazismo y se abrieron las puertas de los campos de concentración –las cámaras de gas, los patéticos restos de una infinita carnicería–, un sentimiento de horror sacudió a Europa. Los europeos tienen una singular capacidad para proyectar los propios demonios a lejanos escenarios. Muchos franceses creen que las atrocidades de Hitler son distintas de sus propios crímenes en Indochina y Argelia: ingleses que no han oído de Kenya se asustan de las persecuciones de Stalin, y algunos italianos están convencidos de que el fascismo nació en la Argentina. De acuerdo con este esquema, el exterminio de los judíos iba a ser purgado no en el lugar donde ocurrió, sino en Medio Oriente: no por quienes lo ejecutaron o lo permitieron sino por gente que no tenía nada que ver. El proyecto de un Estado Judío en Palestina se convirtió así en clamor mundial y los dirigentes sionistas lo explotaron serenamente. Los 225.000 sobrevivientes de los campos de concentración fueron canalizados a Palestina aumentando una población que ya al fin de la guerra ascendía al 32%. En ese momento había en Palestina 1.200.000 árabes y 600.000 judíos. Los palestinos poseían el 94% de la tierra y los judíos el 6%. Deir Yassin El terror sionista y el éxodo palestino. La masacre de Deir Yassin sentó un modelo de escarmiento "Durante tres días, del 11 al 13 de diciembre, 1947, atacamos en Haifa y en Jaffa, en Tireb y Yazur. Atacamos y volvimos a atacar en Jerusalén… Las bajas enemigas en muertos y enemigos fueron muy altas". De este modo describe Menajem Begin, el jefe del Irgun, el comienzo de la guerra que durante siete meses sacudió a Palestina en 1947-48. El objetivo de esos ataques no eran ya los ingleses. El 29 de noviembre las Naciones Unidas habían votado la partición de Palestina y Gran Bretaña anunció el 14 de mayo de 1948 que retiraba sus últimas tropas. El blanco de la ofensiva en que participaron la Haganah, el Irgun y la Banda Stern era la población Palestina, desarmada y desorganizada. En septiembre de 1946 la Haganah había caracterizado al Irgun y la Banda Stern como "organizaciones que se ganan la vida mediante el gangsterismo, el contrabando, el tráfico de drogas en gran escala, el robo a mano armada, el mercado negro"..(Mafia-Judia) A pesar de las acciones espectaculares del Irgun, Haganah fue siempre la organización de mayor peso y de ella surgieron los líderes, hasta hoy, del Estado de Israel. Como jefe militar aparecía Moshe Sneh. La cabeza real era Ben Gurion –luego primer ministro– y entre sus dirigentes figuraban Moshe Dayan, hasta hace poco ministro de Defensa, y el actual primer ministro Itshak Rabin. Un comité anglonorteamericano de investigación sobre la violencia en Palestina describió en 1946 los efectivos de la “Haganah”: una fuerza territorial de reserva de 40.000 colonos, un ejército de campaña de 16.000, y una fuerza de choque, el Palmach, que oscilaba entre 2.000 y 6.000. El “Irgun” tenia de 3.000 a 5.000 combatientes; la “Banda Stern” alrededor de 300. por el Plan de Partición. Deir Yassin Las primeras operaciones combinadas de las organizaciones sionistas se desataron en diciembre de 1947 sobre la carretera que unía los dos principales baluartes judíos: la ciudad costera de Tel Aviv y el barrio judío de Jerusalén. La carretera estaba flanqueada por aldeas árabes, lo que equivalía al bloqueo de Jerusalén. La primera etapa consistió en operaciones de hostigamiento contra esas aldeas, duró hasta marzo de 1948 y dejó 1700 muertos. La ofensiva en gran escala comenzó el 3 de abril cuando el Palmach tomó por asalto la aldea de Qastall, situada sobre un cerro que dominaba la carretera. Seis días después el Irgun con el conocimiento de la Haganah, desarrolló una operación que hasta el día de hoy aparece ante cien millones de árabes como el símbolo del horror: el asalto y la masacre de Deir Yassin. Deir Yassin era una pequeña aldea árabe situada cinco kilómetros al oeste de Jerusalén. No tenía importancia estratégica alguna y sus habitantes permanecían al margen de la conflagración. En la mañana del 9 de abril, 200 efectivos del Irgun y la Banda Stern entraron a sangre y fuego casa por casa, masacrando a 254 hombres, mujeres y niños, saquearon, violaron, mutilaron cadáveres y los arrojaron a una fosa común. "El baño de sangre de Deir Yassin" –admitió después el escritor judío Arthur Koestler- "fue la peor atrocidad cometida por los terroristas en toda su carrera". Discurso del método En su libro La Rebelión, el autor de la masacre, Menajem Begin, aclaró sus motivos. Después de Deir Yassin, dice, "un pánico sin límites asaltó a los árabes, que empezaron a huir en salvaguarda de sus vidas. Esta fuga en masa se convirtió en un éxodo enloquecido e incontrolable. De los 800.000 árabes que vivían en el actual Estado de Israel, sólo quedaron 165.000". La opinión de Begin es confirmada por Koestler: "La población árabe fue presa del pánico y escapó de sus pueblos y aldeas lanzando el lastimero grito: Deir Yassin. Huyeron de sus casas dejando a medio beber el último café en el pocillo de porcelana". Tres días después el Palmach tomó Kolonia sin lucha y dinamitó una por una las casas árabes. Cinco aldeas más fueron destruidas por la fuerza de choque del Haganah antes del 17 de abril con un saldo de 350 muertos. El 21 de abril, dice Begin, "todas las fuerzas judías penetraron en Haifa como un cuchillo entra en la manteca. Los árabes escapaban aterrados gritando Deir Yassin". Haifa era la segunda ciudad de Palestina. En una semana su población se redujo de 60.000 a 9.000. El 25 de abril el Irgun atacó Jaffa, la ciudad árabe contigua a Tel Aviv.. Al principio hubo resistencia, pero después se repitió el fenómeno: los árabes escapaban por decenas de millares. Aquí no fue necesario el ejemplo de Deir Yassin: los últimos defensores de Jaffa fueron fusilados sobre el terreno, los sobrevivientes expulsados con lo puesto, y las casas dinamitadas una tras otra. El mismo día la Haganah tomó Acre. Bastó un megáfono y el anuncio de represalias, para que el éxodo se repitiera. Mientras estos episodios se repetían en centenares de aldeas y decenas de millares de familias palestinas ambulaban por los caminos que conducían al Líbano, Siria, Jordania, las tropas británicas observaron con singular indiferencia, limitándose a impedir que los incipientes ejércitos de los países árabes violaran las fronteras del nuevo Estado de Israel. El 14 de mayo las últimas columnas del ejército inglés desfilaron al son de las gaitas por las calles de Jerusalén. En el primer minuto del 15, una exclamación de júbilo brotó de las posiciones conquistadas por los israelíes: era el Día de la Independencia. Nathan Chowsi, un judío que emigró a Palestina en 1906, ha calificado ese júbilo: "Los viejos colonos de Palestina podríamos relatar de qué manera nosotros, los judíos, expulsamos a los árabes de sus ciudades y sus aldeas… Aquí había un pueblo que vivió 1300 años en su propia tierra. Vinimos nosotros y convertimos a los árabes en trágicos refugiados. Y todavía nos atrevemos a calumniarlos y difamarlos, a ensuciar su nombre. En vez de sentirnos profundamente avergonzados por lo que hicimos, y tratar de enmendar todo el mal que hemos cometido, ayudando a esos infelices refugiados, justificamos nuestros actos terribles, y tratamos inclusive de glorificarlos" . El desastre que se invocaba no era una amenaza hueca. El recuerdo de la masacre de Deir Yassin se unía en la mente de los palestinos al de decenas de pueblos y ciudades ocupados a sangre y fuego. El Plan Dalat o Plan D, puesto en ejecución por el alto mando de la Haganah, al que se plegaron las otras dos organizaciones terroristas –Irgun y Stern- incluyó trece campañas militares en regla entre el 1º de abril (Operación Nachshon) y el 14 de mayo (Operaciones Ben Ami, Pitchfork y Schfilon). Ocho de ellas se desarrollaron fuera de Israel. El resultado de estas operaciones fue la ocupación de Haifa, Jaffa, Beisan, Acre, barrio residencial árabe de Jerusalén y otras poblaciones menores, así como la "purificación" de Galilea. Antes que Ben Gurion proclamara el Estado de Israel en un museo de Tel Aviv, bajo un retrato de Teodoro Herzl fundador del sionismo, había ya 400.000 palestinos fugitivos. Deir Yassin era una pequeña aldea árabe situada cinco kilómetros al oeste de Jerusalén. No tenía importancia estratégica alguna y sus habitantes permanecían al margen de la conflagración. En la mañana del 9 de abril, 200 efectivos del Irgun y la Banda Stern entraron a sangre y fuego casa por casa, masacrando a 254 hombres, mujeres y niños, saquearon, violaron, mutilaron cadáveres y los arrojaron a una fosa común En ese momento había en Palestina 1.200.000 árabes y 600.000 judíos. Los palestinos poseían el 94% de la tierra y los judíos el 6%. Deir Yassin El terror sionista y el éxodo palestino. La masacre de Deir Yassin sentó un modelo de escarmiento "Durante tres días, del 11 al 13 de diciembre, 1947, atacamos en Haifa y en Jaffa, en Tireb y Yazur. Atacamos y volvimos a atacar en Jerusalén… Las bajas enemigas en muertos y enemigos fueron muy altas".
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 10:52:15 +0000

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