UN POCO DE HUMOR . El Gobierno prohíbe el consumo privado de indignación Salvo prescripción médica El ministerio del Interior publicará esta misma semana en el Boletín Oficial del Estado una nueva disposición por la que se prohíbe la indignación en cualquier lugar del territorio español, incluidos los domicilios particulares y cada una de sus estancias, así como los medios de transporte, tanto públicos como privados. El propio Mariano Rajoy ha querido aclarar, en una entrevista realizada en Onda Cero, que la prohibición se refiere exclusivamente a la indignación política y, en ningún caso, a otro tipo de descontentos de tipo doméstico, deportivo o sentimental. “Los españoles podrán seguir cabreándose con los árbitros de fútbol, con su mujer o con la cisterna del wáter, cada vez que lo necesiten, sin ningún tipo de problemas con la policía”, declaró el presidente. Ante la dificultad que para las autoridades tendrá la detección de algunas conductas indignadas en lugares tan íntimos como el lavabo, la cama, o mientras se bucea, el ministro del Interior ha declarado que confía plenamente en la buena voluntad de los españoles y en un detector Bunsen de fabricación israelí que es capaz de encontrar indignación incluso a través de los muros de la cámara acorazada del Banco de Londres y de Inglaterra. “Si un ciudadano se sumergiera en la Fosa de las Marianas, y una vez en el fondo se indignase con alguno de los recortes del presidente del Gobierno, yo lo sabría”, ha puntualizado el ministro. Las penas por el consumo de indignación variarán en función del número de veces que se haya renegado de los recortes, la intensidad de los cabezazos que se propine el indignado contra la pared, y una cifra resultante de dividir el número Pi por el coseno de la circunferencia total de la próstata de Mariano Rajoy, y oscilarán entre los cinco y catorce años de prisión. Los ciudadanos con problemas de corazón podrán obtener una licencia temporal, previa presentación del informe médico, para indignarse y aliviar así la presión arterial. Ese consumo de indignación se hará siempre en presencia del médico y de dos agentes antidisturbios con sus protecciones reglamentarias.
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 16:39:42 +0000
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