Un hombre dice ¡Muy buenas noches, amigos! El siguiente - TopicsExpress



          

Un hombre dice ¡Muy buenas noches, amigos! El siguiente relato, que me he tomado la molestia de escribir con mis mas sinceras palabras, será muy extenso. ¡Si usted, querido compañero, es ocioso para leer este tipo de publicaciones largas, amplias, espaciosas y muy colosales le pido con sumo respeto y decencia, que abandone de inmediato esta ‘confesión’! Antes de emprender esta narración expuesta gracias a las estructuras cuadriláteras que estampa mis palabras para esta presente ‘confesión’, es importante recalcar con cuantioso meticulosidad que no soy estudiante de la Universidad Nacional de Colombia. Comenzaré en contarles brevemente pero concisamente quien soy yo y como es mi vida. Les esclarezco que tengo 17 abriles recién cumplidos en Agosto pasado. Mi existencia, es como cualquier otra, común y llanamente corriente. Tengo novia, la chica por la cual suspiro y quiero con simple amor juvenil, amigos, compañeros, conocidos, abundante libertad de mis amados y apreciados padres y soy estudiante de primer semestre de una carrera económica en una Universidad Privada no tan afamada y distinguida. Es decir, tengo una vida feliz para ojos de cualquier otro mortal. Pero no, no lo es, al menos para mí mis apreciados lectores. Siento todos los días, con bastante furia y desesperación que mi lugar no es ese claustro educativo ni mucho menos esa carrera muy agradable y exigente que por motivos académicos no es de mi paladar. Cómo se habrán dado cuenta, con simple lógica y deducción, el lugar por el que este tipo sueña pisar metamorfoseado en estudiante, es efectivamente, la Gloriosa Universidad Nacional. Y por tanto, desea pertenecer casi inherentemente a una carrera específica de la Facultad de Ciencia Humanas. Después de relatarles estos ínfimos detalles, les narraré cuales son esos diminutos pormenores respecto al motivo de mi no felicidad completa. Esté chico efebo, ya ha presentado tres veces la prueba de admisión, y francamente, todavía no sabe si NO tiene las capacidades necesarias para ser admitido O ha tenido una suerte horripilante y angustiosa. Les contaré por qué. El primer examen presentando, fue, en palabras más técnicas, un no tan mal resultado. Él, que aprovecho y adquirió buenas bases en la primaria y el bachillerato menos en los dos últimos años (10° - 11°), donde se dice popularmente, ‘se echo a la locha’ saco un resultado de 563 puntos aproximadamente. Un resultado no tan malo si retrocedemos a sus antecedentes estudiantiles. La segunda vez, el resultado fue casi similar. Alrededor de 569 puntos, pero sintetizando en el método de estudio que opto, no fue igual ya que había tomado conciencia y había estudiado poco pero lo necesario. El problema acontecido ocurrió porque en el medio de la prueba de admisión, le irrumpieron unos nervios aterradores y un hormigueo insoportable en la cabeza y a la vez preocupante, que lo llevaron a contestar una parte del examen sin sus óptimas condiciones mentales. Posteriormente, tome la decisión de emprender ese camino que conlleva a las carreras económicas, en conjunto, con mis estimados padres. Pero NO, no me dí por vencido, y no solamente ahorre y ahorre y ahorre todos esos meses (sin que nadie supiera que me volvería a presentar), sino que repase con mucha calma todos los temas expuesto en la prueba. Llegue a mi tercera vez. Inicie perfectamente el examen, con mucha calma, con cuantiosa felicidad al saber que tenía muchas probabilidades de ser admitido esta vez, pero como acaeció la prueba pasada, ocurrió lo peor, que textualmente les resumiré en estas sencillas y NO tan honradas palabras, que las bellas e inteligentes lectores de la Nacional me perdonaran: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡La hija de puta jefe de salón, SÍ, la hija de puta, no debe tener otro nombre, recorto el tiempo estimado, transformando las dos horas de la primera parte ya establecido, del examen, a una hora y treinta minutos, haciéndome perder a mí, y a los otros aspirantes que seguramente con esfuerzo y dedicación se prepararon arduamente para afrontar esta evaluación. Y por ende, en mi peripecia académica me produjo contestar alrededor de 25 preguntas en un componente donde tenía la firme posibilidad de sacar grandes resultados que ayudaban a la calificación total, al más llamado ‘pinochazo’!!!!!!!!! Luego, el resultado fue obtener 592 puntos que no servía para nada. Para estar adentro, necesitaba 650, que muy seguramente con 25 preguntas contestadas con mis conocimientos, los hubiera obtenido fácilmente. Ya terminando esta fastidiosa y dramática confesión, quiero que me asesoren y me den sus mejores consejos que tengan. Yo, un chico de 17 años, un ‘culicagado’ e inmaduro todavía, ¿debe hacer el ultimo esfuerzo para lograr caminar el campus de la Nacional siendo estudiante de esta afamada institución? ¿Debo parar y comprender que hay cosas de la vida que por más que uno quiera que suceda, no sucede? También si llegase a entrar en el Julio próximo, ¿entraría muy viejo con casi 18 años cumplidos a la Unal? Francamente, es bastante triste ver como tus amigos y compañeros entran, y tú, tú, no puedas. No puedas ingresar a la Universidad de Garcia Marquez, Jaime Garzón, Elkin Patarroyo, Botero, Camilo Torres y de mi gran ídolo académico, que impartió clase allí, el Gran Estanislao Zuleta. Y obvio, de muchos que no alcanzaría a nombrar. ¡Buenas Noches! °I° La séptima es la vencida :v °I° y la edad es lo de menos, lo que vale es que le guste y que le meta todas las ganas °I° y paciencia, mucha paciencia para aguantarse la suspensión de clase, los paros, la música de los compañeros mientras uno anda en clase, paciencia °I°
Posted on: Tue, 03 Dec 2013 02:45:00 +0000

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