Viaje a Otro Mundo Astaroth Todos estábamos desnudos. Fuimos - TopicsExpress



          

Viaje a Otro Mundo Astaroth Todos estábamos desnudos. Fuimos muchos los que quedamos de pie sobre zigzagueantes caminos que conducían hacia un objeto enorme, desde la distancia parecía una enorme cúpula. El cataclismo devoró a cientos de personas, lamentos mezclados con olores químicos preñaban el lugar; una pequeña criatura que colgaba del borde del espacio de tierra firme que me soportaba, oscilando a punto de caerse murmuró: "Ayúdame". A pesar del extenuante esfuerzo mi cuerpo no respondía a las órdenes que yo le daba, algo superior a mí me mantenía inmóvil. Con expresión de espantoso horror el niño cayó al vacía, en ese instante fue devorado por las fauces del fuego; al unísono con el grito que no logré emitir, una voz de mando que venía desde ninguna parte se elevó sobre mis ideas ordenándome: "NO DEBES RESCATAR A NADIE!!! Permanece en donde estás" De inmediato comprendí que no ejercía control sobre mis movimientos, tuve que permanecer obediente a pesar de mi resistencia interior; solo lograba mover los ojos a voluntad, fue allí que descubrí en torno a los "elegidos" silentes vehículos ingrávidos ocupados por tres tripulantes, por la parte inferior estos aparatos lanzaban un rayo de luz cual iris, dirigiéndolos directamente a nuestras frentes, quemando nuestras pieles; de inmediato cicatrizaba, dejando una huella muy parecida a la estrella de los vientos. Cuando el rayo fue dirigido a mí, experimenté una intensa sensación de desprendimiento junto con la vibración descompensada de mi ser entregado a una succión que se apoderó de toda mi energía orgánica. Sin previo aviso el influjo retornó multiplicado en intensidad, me llenó de imágenes conocidas que capté como si estuviese de retroceso. REcobré la presencia del ego y sin percatarme, manso, caminaba hacia aquella nave. Una compuerta plateada servía de marco al individuo alto, delgado y de forma estilizada que parecía esperarnos. Miré mas allá, hacia el interior laminado y plomizo de la estructura donde al parecer se perdían todas las almas que iban delante de mí pero el vaporoso ambiente me impedía apreciar la totalidad de las formas; antes de seguir avanzando me detuve frente al viviente de cuyo tórax pendía un medallón que resplandecía con el mismo ritmo de los latidos de mí corazón, al unísono de la inaudible palabra: "Adelante" elevé la mirada y el único órgano que respondía a mis mandatos me devolvió la imagen de dos ojos exagerados, intensos y carentes de retina; volví a mirar el medallón y esta vez la misma voz sin palabras de transmitía: "Vamos a un sol seguro". Cerré mis ojos y al hacerlo perdí el contacto que tenía con el exterior. Despabilé encontrándome en mi propia habitación. "Pero que te ha sucedido", Preguntaba una voz familiar "Te encontramos en la orilla de la playa inconsciente y desnudo, donde estuviste estos últimos meses". El expectante rostro de mi novia, marcado por la angustia pedía respuestas. Acarició con la punta de sus dedos la marca frontal que me dejó esta experiencia. "En otro mundo" Respondí.
Posted on: Fri, 26 Jul 2013 22:47:32 +0000

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