¡Ya casi iniciamos! Cada lengua tiene su musicalidad propia, sus sonidos particulares por medio de los cuales va entretejiendo su cosmovisión. La poesía muchas veces hace uso precisamente de esa armonía en las palabras para así crear hermosas composiciones que agraden al oído. ¿Pero qué tal si hubiera una lengua que con toda intencionalidad buscara la eufonía en sus palabras y en sus letras? Esto es lo que llevó a Tolkien, a crear la lengua quenya. La eufonía particular de esta lengua, y el hecho de que posea una estructura gramatical y un corpus de palabras lo suficientemente coherente y extenso como para permitirnos formar nuestras propias composiciones literarias, es lo que motiva este curso.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 22:10:13 +0000
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