Ya se han disipado los ruidos de las cacerolas, los cánticos se - TopicsExpress



          

Ya se han disipado los ruidos de las cacerolas, los cánticos se han transformado en un eco que todavía sigue sacudiendo a la sociedad que, por las características de la convocatoria ninguno puede salir de la sorpresa de lo que una auto convocatoria, espontánea y multitudinaria, puede sacudir en la sociedad; el argentino, generalmente indolente y apático, con este tipo de convocatorias, dejo de lado el sentido de la vergüenza y fue, sin preguntarse si sería el único u otros se sumarian a la convocatoria. Las consignas pudieron más que sus propias negaciones y primero con lentitud, pero después con determinación, fue, participo e hizo la diferencia. Sí, fue la clase media, la media baja, la media media y la media alta, y en algunos lugares de la capital, conurbano y el interior también estuvieron aquellos que aspiran a llegar a esa clase que caracterizó a la Argentina y que le dio signos distintivos en Latinoamérica y el mundo. Desde el Gobierno, salieron los “buchones” a dar calificativos despectivos a la convocatoria. Ya sea por su vestimenta, sus objetivos: “quieren dólares”, o sus gustos: “Miami más que San Juan”, unos y otros degradando un clamor compartido por todos, de una palabra que les molesta y los encona: Libertad. La libertad no es una ficción que se entona en el himno y se repite como estribillo aburrido de una canción de ocasión, libertad es un término tangible y que se expresa en ideas, cosas, gustos que en forma cotidiana los hombres libres necesitan para trabajar, crear, vivir, amar y progresar. Cierto, nos interesa estar bien vestidos, es una coquetería genuina y válida que viene desde el fondo de los tiempos cuando el hombre se puso en dos patas y quiso cambiar su pelaje por el ropaje, no quiere decir con lujo, sino con limpieza y prolijidad. Queremos dólares, para evitar la erosión de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo, para mejor educar a nuestros hijos o para brindarnos la satisfacción del esfuerzo realizado y que no podemos darnos con nuestra moneda porque la prostituyen con inflación y emisión alocada para financiar un gasto publico clientelar, ineficiente y disparatado. Queremos dólares porque queremos poder entrar y salir de nuestro territorio sin que nos interroguen como delincuentes que deben buscar la coartada a sus crímenes. Si, queremos dólares porque a diferencia de ustedes, queremos ahorrar entre otras cosas para darles mejor formación a nuestros hijos y, de ser posible que puedan perfeccionarse en el exterior, al igual que su hija Flor, pero con nuestra plata. También nos interesa San Juan, a la que deberemos apurarnos en visitar, antes que la minería a cielo abierto la haga mierda y desaparezca de los mapas del país, pero ello no nos inhibe de querer viajar a Miami y poder comprar una tablet, o algunos regalos para padres, hijos o nietos. Queremos ser cosmopolitas y no aldeanos. Libertad es poder pensar, decir, escribir lo que uno piensa y siente, sin que nadie nos persiga por ello, es el derecho de equivocarse y enmendar, de poder transitar las calles de nuestras ciudades, pueblos, barrios sin que los delincuentes nos roben y maten, violen o secuestren. Libertad no es vigilar a la policía, es casualmente confiar en las Fuerzas de Seguridad que están para resguardar el orden público y dentro de ese orden nuestra integridad. Libertad es poder comprar y vender, aspirar a mejor educación, mejor salud, mejor vivienda y, con el trabajo digno y un salario digno ir alcanzándolo. Libertad es también que el hijo del ignorante pueda acceder a la universidad pública y gratuita para ser educado, no adoctrinado. La contra cara de la libertad es aquella que encierra a los que de ella abusan, apoderándose de lo ajeno en el robo, o de lo más preciado con el asesinato y que, por sus delitos, paguen para que la libertad esté garantizada para todos. Queremos libertad para elegir que leer, que escuchar y que mirar, sin que ninguna ley trabe, limite y cercene el derecho a elegir cada vez que queremos leer un diario, escuchar una radio o mirar un programa. Libertad es la contra cara del pensamiento único de la uniformidad de una aristocracia gobernante, disfrazando una ley de medios dirigida a un medio. Libertad es también dignidad, y la dignidad jamás se basa en el engaño o la mentira, sobre todo aquella que ofende a los que menos tienen y menos pueden cuando le decimos que con seis pesos o trece pesos diarios se deja de ser indigente o cuando queremos cooptar al millón de jóvenes que ni estudian y trabajan dándoles el voto para fines inconfesables. Falta de libertad es usar los fondos del estado para propaganda del gobierno y hacer que florezcan medios que no podrían hacerlo por sus propios medios por sumisión a inconfesables ideas políticas ajenas a los principios de nuestra tan vapuleada Constitución. Y los opositores, también escuchen, este no ha sido un mensaje al gobierno, también ha sido un mensaje a la clase política, que ninguno podrá capitalizar hasta que, con firmeza, agarren la bandera de la Constitución vigente y salgan a defenderla en unidad y con políticas comunes que reafirmen el principio de derechos y libertad que nuestro himno canta. https://facebook/gorilantesqueplanero
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 22:49:13 +0000

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