Yo escribo para quien empuña el bolígrafo en este momento y - TopicsExpress



          

Yo escribo para quien empuña el bolígrafo en este momento y aclaro, no escribo para alguien más, pero si alguien se encuentra a sí mismo en mis líneas, entonces para él o ella también escribo. Yo escribo para descubrir quién soy, mas allá de la ausente juventud, de la vanidosa piel, o de mi débil, enfermo e hipócrita criterio. Hoy es un día tranquilo, siento paz, siento que a mi vida no le falta nada, siento que fluye justo como debe fluir. Ya he organizado los abuelos que tengo a cargo y mientras escribo este papel, uno de ellos me cuenta sobre sus años de juventud, sobre como trabajaba de zapatero, como tomaba aguardiente mientras escuchaba tango. Puse en mi teléfono un par de canciones de Gardel, él se emocionó y empezó a cantarlas. Todos sonreíamos. Cuando alguien se acerca y me pregunta con voz arrogante que si mis metas son tan mediocres, que si “pienso limpiar mierda toda la vida” probablemente no responda nada. Pero si alguien se acerca y me pregunta con voz curiosa por que lo hago, yo recuerdo las lecciones de cristo, la inherente necesidad humana de devolver a las personas todas las bendiciones que hemos recibido, y por supuesto, esto me llena. Todo, todo es tan temporal, esto sucedió hace un par de años ya. Parpadeo y estoy en el área de urgencias de un hospital de segundo nivel de complejidad, llevo un uniforme blanco impecable, no hay tatuajes en mis brazos ni aretes en mis orejas. Mi cabello es corto, es difícil reconocerme, aun así soy yo. debo hacer una curación a una mujer de avanzada edad , donde había un pie ahora solo hay un espacio vacío devorado por el cáncer, conozco este olor, no me molesta, retiro los vendajes y la mujer empieza a llorar. Me bendice en nombre de su dios y me agradece. Me cuenta como sus hijos la rechazan por el olor a carne podrida en su pierna. Yo la bendigo en nombre de su dios, y a ese mismo que me llame mentiroso por nombrar a dios, a ese mismo le grito hipócrita! No lloro, hago mi trabajo, sonrío, pero por dentro me destroza ver una mujer rechazada por sus propios hijos. Salgo del cuarto de curaciones doy la vuelta y aquella mujer de nuevo me agradece. Y si es real o no es real, a quien le importa?, yo lo recuerdo y eso me es suficiente. Respiro profundo y me doy cuenta que estoy en mi cuarto sosteniendo un bolígrafo sentado al borde de mi cama. Es más de media noche y mi hijo duerme junto a mí, es hermoso, lo amo, es tan pequeño y vulnerable, no necesito a nadie más que a él. En este momento nada me inquieta, nada me falta. Pero como he dicho antes, todo es temporal. Recordé ese momento mientras me encuentro en la casa de mis padres, estaba cortando leña con el hacha pero es un trabajo duro así que me senté por un momento. Siempre cargo conmigo un diario y un bolígrafo, nunca se sabe en qué instante una buena idea llegue, pero parece que este no es uno de esos momentos. Miro a mi alrededor, conozco cada centímetro de estas tierras, fueron de mis abuelos, ahora de mis padres y probablemente mañana me pertenezcan, pero no las merezco. Pertenecerán a mis hijos y a mis nietos, pues lo único que yo poseo, se encuentra detrás de mis ojos, y aun así, tan solo será temporal. Me agobia más la idea de ver a mis familiares envejecer más rápido que yo, y probablemente saber que morirán primero sin que sepan cuanto me importan. Esta mañana vino a mi casa una mujer, me dijo artista, necesito de ti. Por supuesto, pero de ninguna manera soy un artista, le respondí. Vino a mi casa un extraño con la intensión de recordar para siempre un evento, yo solo hice lo mío, puse en su espalda la imagen de un ángel sonriendo y en sus manos una fecha en particular. No conozco a esa mujer y probablemente nunca la vuelva a ver. Pero me desarma su voluntad, de llevar tatuado un sueño interrumpido. Al terminar le tome una foto, se la mostee y dijo “es justo como quería”. sonrío, pago y se fue. Me es imposible no conmoverme con cosas así, estoy en mi balcón, con los ojos empañados, no dejo de pensar en ese ángel, pero sé que todo es temporal. Quien soy yo, me pregunto. Solo soy humo y espejos. Solo un pensamiento fugaz en el leve curso del universo. Y si es así, entonces por qué no puedo fluir con tal levedad como la de las personas que me rodean. Mis manos han sostenido bolígrafos, grips de acero, gasas con nitrofurazona. Estiro la piel de mis clientes, hombres jóvenes y viejos se han sostenido de mí. Y todos ellos me han agradecido. Pero si algún día yo me encuentro en un centro comercial, eso no soy, ni la ropa costosa que lleve soy, ni el perfume soy. Ni siquiera la mujer que lleve de la manos sonriendo tan ausente de sí misma me representa, a ella nunca la amaria. Y si me encuentro en un bar, sosteniendo un trago caro en mi mano, eso no soy, ni las carcajadas soy. Ni los extraños que rien conmigo a los que les valgo y me valen una mierda ellos no me representa. Yo escribo en este momento, mientras veo como la juventud y la belleza me abandona, intento ser un hombre decente, para cuando la memoria me falle, este papel atestigüe mi vida. Y si me falta la fuerza, si pierdo el norte, espero encontrarme en alguna de estas páginas. Para continuar, hasta que el tiempo me alcance…
Posted on: Thu, 26 Sep 2013 01:48:20 +0000

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