de Eldo Lape Como anda mucha gente joven y mucho lector de - TopicsExpress



          

de Eldo Lape Como anda mucha gente joven y mucho lector de titulares o en diagonal, voy a permitirme una sintética descripción algo diferente. Ya desde el primer párrafo es menester realizar precisiones al emotivo (hay cosas en él que me hacen llorar abrazado a la verdad) ya que Ernesto Guevara Lynch, conocido como Che (sin tilde, que se acentua sola) murió en combate el único (no un) 8 de octubre del año 1967. Su fama (que sí ha dejado, afortunadamente, de crecer) es la más clara confirmación de que las masas son irracionales; ya que sólo así se puede haber convertido a un asesino neurótico, homófobo, racista y delirante, mala persona y peor guerrillero (lo cual, si no por los hechos, puede ser corroborado por cualquiera con un mínimo de conocimiento militar que lea su manual de Guerrillas), en un símbolo universal de la rebeldía y ejemplo de sacrificio personal por una causa noble. La tal causa era llevar, a todo el sub Continente americano, la dictadura marxista leninista que imperaba en Cuba; no por la vía del convencimiento de las masas sino por la de una insurrección armada. Cabe señalar que Guevara Lynch no hesitó en asesinar campesinos y soldados de un pueblo y un país que no se lo pidieron; o sea que, de noble y heroico ... el nombre y mal puesto. Si alguien lee las crónicas escritas por él mismo acerca de la irracionalidad y el cagaso que pasaron mientras eran repelidos por los pobres miliquitos del ya próximo a derrumbarse solito Gobierno del Sargento Fulgencio Batista, perplejo ha de quedar ante la afirmación de que Ernesto Guevara alcanzó el máximo reconocimiento entre los luchadores y el pueblo cubano, que le valieron su nombramiento como comandante rebelde primero y dirigente de la revolución y del estado cubanos luego de la victoria del primero de enero de 1959. En Cuba, con la versación ad hoc que sus estudios inacabados de Medicina y su fe revolucionaria otorgan, fue -efectivamente- Presidente (con P) del Banco Central y Ministro (con M) de Industrias, ...cargos a los que renunció para volcarse a las luchas armadas de los pueblos de África y América Latina. Esto es: una vez dispersado el último pelotón de fusilamiento sumario de civiles y acomodado el último Compañero en algún cargo para el cual no estaba capacitado, puesto el héroe revolucionario ante la responsabilidad de construir, eligió irse a seguir matando negritos por ahí; con el beneplácito del PC de Cuba, que no era partidario del Foquismo y a cuyos dirigentes tenía las pelotas llenas al punto de haberse analizado conseguirle el heroico destino de Trotsky. En 1967, a la cabeza de un grupo de guerrilleros cubanos y bolivianos, lo encontró la muerte en la quebrada del Yuro, Bolivia, perseguido por una compañía del ejército local dirigida y asesorada por expertos contrainsurgentes de los “rangers” norteamericanos. En realidad no lo encontró la Muerte sino un grupo de soldados que, omite señalar el cronista, tenía el dato de dónde estaba; habiendo el mismo sido suministrado al Ejército por miembros del Partido Comunista de Bolivia que, alineado con La Habana y harto de que los curtieran a palos para que dijeran dónde estaba el Che (lo cual no es cómodo ni ayuda a crear las condiciones subjetivas y objetivas para que las venguardias esclarecidas lideren el proceso revolucionario que ha de desembocar en el Socialismo vía Dictadura del Proletariado) decidió, cual es costumbre de los PC del mundo, venderlo y entregarlo. Herido en combate, las altas esferas del poder decidieron sabiamente su ejecución y el ocultamiento de sus restos. Como puede observarse, Obama no inventó nada con Osama. Ninguno de sus asesinos ni de sus detractores ha alzanzado en estos 46 años transcurridos siquiera una mínima porción de la popularidad de Ernesto Ché Guevara, eso es verdad. Prestigio histórico... se verá cuando alguien escriba la Historia en serio, no las pamplinas de hincha rabioso que se puede leer por aquí, allá, acuquí y acullá; del calibre de prestigio histórico extendido por encima de las fronteras del mundo, hasta convertirse en la personalidad del pasado reciente más conocida y admirada del planeta en un período que tuvo a Einstein, Mme. Curie y Von Braun, Edison, Churchill y De Gaulle; Gandhi, Juan XXIII, Luther King, Reagan y Gorbachov. Once verdaderas estrellas, todas ellas más conocidas y justificadamente admiradas que el pobre Che. Las banderas de reinvindicación de la justicia social animan los empeños de hombres y mujeres del mundo entero; pero no las de quien hizo del odio y la violencia el nombre de sus manos.
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 21:57:53 +0000

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