-¿Era esto una broma, verdad? Observé un millón de veces aquel vestido blanco que Rosalie me había entregado, mi condena ahora era ponérmelo junto a unos zapatos tacón de aguja con estampado de cebra. El atuendo era lindo, tal vez. Pero sabía que en mí no se vería bien, siempre tuve ese complejo de no verme a mí misma "muy bonita" o algo similar. Pero ahora era mi palabra la que debía cumplir, no me quedaba más. Solté un suspiro de resignación, tomando el vestido junto a los zapatos para ir a cambiarme. Aquel vestido era, además de corto, muy escotado, llegaba a darme miedo, a decir verdad. Me miré en el espejo muchas veces pero un escalofrío me corría por la espalda y decidía dejar de hacer eso. Respecto al maquillaje, fue algo muy tenue, apenas el delineador, sombras y un labial apenas distinguible. Mi cabello iba suelto, mientras más cubriera de mi espalda, mejor sería. Resignada a cumplir dicha palabra, fui intentando no caerme por aquellos zapatos hasta donde Edward estaba, sentado en el sofá de seguro esperando para reírse de mí. "Mejor hazte a la idea que se reirá muchísimo, Bella." Musitó esa voz en mi mente, pero antes que pudiera darme la vuelta y correr, fue demasiado tarde.- Ya, ya cumplí, así que, ¿puedo ir a quitarme esto? -Hablé algo rápido, tratando de acortar el tiempo en que tendría ese atuendo puesto.-
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 07:25:01 +0000
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