06-07-13 Recuerdo las clases en la Universidad de Murcia. Y de - TopicsExpress



          

06-07-13 Recuerdo las clases en la Universidad de Murcia. Y de todos los profesores, las clases de Mariano Baquero. Por desgracia, tempranamente desaparecido. Y nos enseñó a leer a nuestros clásicos. Y nos hacía ver la minuciosidad con que miraba Azorín el paisaje y los tiempos y a las personas. La grandeza de lo pequeño. Y cómo el propio Azorín recreaba el asunto con la obra de Fray Luis de Granada. Sobre todo, en La Introducción del símbolo de la fe. Cómo el mendigo Luis de Sarria, protegido de los Mendoza por la Alhambra, luego Luis de Granada, dominico ilustre, desmenuza las nimias maravillas de la creación. Esa focalización microscópica del milagro de la Naturaleza o Creación. Por la fe y la gloria de Dios. Nimiedad. Pero es que el propio José Martínez Ruiz imita al dominico y se llama Azorín. Nada mejor que ese seudónimo para comprender sus escritos. Azorín. Qué levedad, por Dios. Ese diminutivo de azor que se desvanece en nuestras manos, mejor ante nuestros ojos que lo leen. Escritura sin estridencias. De una suavidad… Azorín en el siglo XX. Fray Luis de Granada en el XVI. Modelos insuperables en el manejo del español. San Isidoro en el siglo VI. Y en sus Etimologías encontramos un antecedente de la excelencia de la miniatura. Un precursor de la teoría del átomo. Como un profeta de la energía, la fuerza de lo microscópico. Atomos philosophi vocant quasdam in mundo corporum partrs tam minutissimas ut nec visui nec tomen, id est secctionem recipient. Los filósofos llaman átomos en el mundo a aquellas partes de los cuerpos tan menudísimas que no se ven ni pueden dividirse. A continuación, Isidoro ejemplifica con una imagen francamente reveladora: Sicut tenuissimi pulveres qui infusi per fenestras radiis solis videntur. Esas pequeñeces, Como se nos muestran los muy tenues polvos que entran por las ventanas que vagan por los rayos del sol. Todo, inicialmente, es divisible: El cuerpo, el tiempo, el número. In corpora, ut lapis. Dividis eum in partes et partis istas in grana, veluti sunt harenae. Rursumque ipsa harenae grana divide in minutissimum pulverem, donec, si possis, pervenias ad aliquam minutiam, quae iam non sit que divide vel secari possit… En los que son cuerpo, como la piedra. Se divide en partes y las partes en granos, como las arenas. De nuevo, las arenas se dividen en menudísimo polvo. Si puedes, se llega a otra minucia que ya no sea posible dividir y cortar… Lo mismo ejemplifica con el tiempo y el número. Y en el siglo XXI, en esas estamos, en dividir en más minucias milagrosas los cuerpos y el tiempo y el número y a través de lo más pequeño conectamos con los misterios del mundo infinito de las estrellas. La grandeza de lo pequeño. La pequeñez de lo grande. ( San Isidoro presenta su obra a su hermana.Cantiga XXX de carácter lírico)
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 07:18:21 +0000

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