1966–1982, 16 años de conflicto y militares Artículo - TopicsExpress



          

1966–1982, 16 años de conflicto y militares Artículo principal: Genocidio maya. Poco tiempo después hubo elecciones democráticas y fue elegido Presidente electo Julio César Méndez Montenegro en 1966, aunque en un principio parecía haberse conseguido una democracia transparente y preocupada por la educación, vivienda e infraestructuras para sectores necesitados de la sociedad el ejército lanzó una fuerte campaña contra la insurgencia que rompió en gran parte el movimiento guerrillero en el campo. Asimismo, el partido en el poder, el llamado Partido Revolucionario desarrolló sus propias estructuras de poder paramilitar (Centuriones) y arremetió contra organizaciones sociales, sindicales, universitarias y campesinas. Se inicia así, el período que ahora se ha dado en llamar conflicto armado interno, por razones de política correcta. Las organizaciones guerrilleras (FAR, MR13NOV) concentraron, entonces, sus ataques en la Ciudad de Guatemala, donde secuestraron y más tarde asesinaron a varias figuras importantes, incluyendo al embajador estadounidense John Gordon Mein en 1968. Entre 1970 y 1982 habría desde entonces una serie de gobiernos militares o controlados en la sombra por militares, 36 años de conflictos civiles. El primero fue el del General Carlos Manuel Arana Osorio (1970-1974) y luego continuó con el General Kjell Eugenio Laugerud García que tuvo que afrontar problemas relacionados con el terremoto de 1976 y de la conservación de monumentos nacionales. El 23 de marzo de 1982 vio el inicio de la etapa más cruenta y sangrienta en la historia de la represión social en Guatemala. Cuando el General Ríos Montt dio un golpe de estado contra el gobierno del General Romeo Lucas García. Ríos Montt era en esta época, pastor en la iglesia evangélica protestante “Iglesia de la Palabra”. En su discurso inaugural, él declaró que su presidencia resultó de la voluntad de Dios. Tenía un fuerte apoyo de la administración de Ronald Reagan de los Estados Unidos. Formó una junta militar de tres miembros que anuló la constitución 1965, disolvió el Congreso, suspendió los partidos políticos y anuló la ley electoral. Después de unos meses, Ríos Montt despidió a sus colegas de junta y asumió de facto el título de “Presidente de la República” gobernando en solitario. Las fuerzas guerrilleras y sus aliados izquierdistas denunciaron a Ríos Montt. Ríos Montt procuró derrotar a los guerrilleros con acciones militares y reformas económicas; en sus palabras, “fusiles y frijoles”. En mayo de 1982, la Conferencia de Obispos Católicos acusó a Ríos Montt de la responsabilidad de cultivar la militarización del país y continuar las masacres de civiles por medios militares. El gobierno comenzó a formar patrullas de autodefensa civil (PAC). La participación era en teoría voluntaria, pero en la práctica, muchos Guatemaltecos, sobre todo en el noroeste, no tenían ninguna otra opción, sólo unirse a las PAC o a los guerrilleros. El ejército de recluta de Ríos Montt y las PAC recobraron esencialmente todo el territorio guerrillero, la actividad guerrillera disminuyó y fue en gran parte limitada a operaciones de golpear y huir. Sin embargo, Ríos Montt ganó esta victoria parcial a un enorme costo de muertes civiles. La breve presidencia de Ríos Montt era probablemente el período más violento del conflicto de 36 años, que resultó en aproximadamente 200 mil muertes de civiles, en su mayoría indígenas desarmados. Aunque los guerrilleros izquierdistas y los escuadrones de la muerte –formados por derechistas y miembros de fuerzas militares y paramilitares del país– también se dedicaron a realizar masacres, desapariciones forzadas, y torturas de no combatientes, la mayoría de las violaciones a los derechos humanos fueron realizadas por los militares guatemaltecos y las PAC que ellos controlaban. El conflicto se ha descrito en gran detalle en los informes de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (C.E.H.) y la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (O.D.H.A.G.). La C.E.H. estima que las fuerzas de gobierno fueron responsables del 93% de las violaciones; la O.D.H.A.G. antes estimó que las fuerzas de gobierno eran responsables del 80%. El 8 de agosto de 1983, Ríos Montt fue depuesto por su propio Ministro de defensa, General Oscar Humberto Mejía Víctores, quién lo sucedió como presidente de facto de Guatemala. Mejía justificó su golpe, diciendo que “los fanáticos religiosos” abusaban de sus posiciones en el gobierno y también debido “a la corrupción oficial”. Siete personas fueron muertas durante el golpe, aunque Ríos Montt sobrevivió para fundar un partido político –el populista Frente Republicano Guatemalteco (F.R.G.)– y ser electo como Presidente del Congreso en 1995 y 2000. La conciencia en los Estados Unidos sobre el conflicto en Guatemala, y su dimensión étnica, se incrementó con la publicación en 1983 del relato autobiográfico Me llamo Rigoberta Menchú y así nació mi conciencia; Rigoberta Menchú sería galardonada más tarde (1992) con el Premio Nobel de la Paz por su trabajo a favor de una justicia social más amplia y la inclusión de los pueblos indígenas de Guatemala y de todo el mundo en los asuntos concernientes a su propio futuro. El General Mejía permitió un regreso controlado de la democracia en Guatemala, comenzando con una elección el 1 de julio de 1984 para una Asamblea Constituyente para redactar una constitución democrática. El 30 de mayo de 1985, después de 9 meses del debate, la Asamblea Constituyente terminó de redactar una nueva constitución, que entró en vigor inmediatamente. Vinicio Cerezo, un político civil y el candidato a presidente del partido Democracia Cristiana, ganó la primera elección sostenida bajo la nueva constitución con casi el 70% del voto, y tomó posesión del cargo el 14 de enero de 1986.
Posted on: Tue, 22 Oct 2013 03:00:08 +0000

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