A QUE SANTO SE ENCOMIENDA UD.? ¿No lo hace? ¿Está buscando uno? - TopicsExpress



          

A QUE SANTO SE ENCOMIENDA UD.? ¿No lo hace? ¿Está buscando uno? La historia que narro a continuación trata justamente de eso, de alguien que buscó encomendarse a un santo protector. Quizás puede ayudarle a usted también. Alejandro, un joven marino de la armada peruana, se alistaba a partir en su primer viaje por alta mar. Era la primera vez que saldría de su patria, y con el entusiasmo y los preparativos propios de la tripulación, días previos al viaje, notó que varios de sus compañeros llevaban consigo una “estampita”, una imagen del santo de su devoción que la colocaban en su camarote o la portaban en su cuello… “Me lo dio mi madre”, “Este es bien milagroso”, “Es el patrono de mi pueblo”, “A él me encomiendo”… eran algunos de los comentarios que les oía decir y que le causó gran preocupación porque hasta ese día él no era devoto de ningún santo, y si estaba a punto de zarpar a los Estados Unidos de Norte América le urgía conseguir uno para que lo guiara y protegiera. Alejandro recordó que su madre quería que fuese cura, así que pensó en escribirle y pedirle que le diga a cual santo debiera encomendarse. Pero la carta no retornaría a tiempo (eran los años 1950) por lo que él mismo tendría que escogerlo. Empezó su tarea de búsqueda, a preguntarse y responderse a sí mismo: “¿Podría ser devoto de Santa Rosa de Lima?... Pero ella es de Lima y yo nací en San Pablo, Cajamarca”. “¿San Martín de Porres?... puede ser, pero él es un santo peruano… ¿tendrá poder en lugares tan alejados del país? Yo voy a viajar mucho, ¿me oirá?... mejor que sea un santo mundial como San Pedro o la Virgen María…” y mientras cavilaba en esto, su lógica le llevó a una cuestión elemental: “¿Por qué mejor no me encomiendo directamente a Dios? Todo el mundo le pertenece, él está en todo lugar, tiene todo el poder… si él es mi protector no necesitaré de ningún otro santo”. Por supuesto, no llevaría consigo una imagen de él, pero sabía que tampoco lo necesitaba… “él lo sabe todo, él siempre me oirá”. Y así fue como Alejandro decidió que “su santo” sería Dios mismo. Este devoto de Dios llegó a los EEUU, y para su sorpresa fue en este país que se encontró con Dios y pudo empezar a conocerle. Hizo amistad con personas que le hablaron de Dios según la Biblia (la que nunca había tenido oportunidad de leer), y en su propio idioma le explicaron cómo se podía tener una real comunión con Dios Padre. Descubrió que su decisión fue la correcta, que no necesitaba de nadie más, excepto a Jesucristo su Hijo, el único y eficaz mediador. Hasta ese momento había sido "cristiano" sólo por tradición, pero a partir de ese momento lo sería por propia decisión, y se bautizó. Alejandro Sifuentes Burgos, mi padre; regresó al Perú siendo un hombre nuevo. En cuanto tenía la oportunidad hablaba de Dios a su familia, sus amigos y vecinos. Quería que todos descubrieran lo que él ya sabía: “Dios está cerca. Puedes venir a él, hablar con él por medio de Jesús, no necesitamos de otro. Él te guardará y sostendrá siempre, aún en los momentos más difíciles. Encomiéndate a él. “Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aún más allá de la muerte”.La palabra de Dios dice *Porque hay un solo Dios, yUN SOLO MEDIADOR entre Dios y los hombres, JESUCRISTO hombre.” No hay nadie más que pueda ser mediador ante Dios por nosotros. Si Jesús es EL ÚNICO mediador, eso indica que María y los santos no pueden ser mediadores. Ellos no pueden ser mediadores de nuestras peticiones en oración a Dios. Más aún, la Biblia nos dice que Jesucristo Mismo está intercediendo por nosotros ante el Padre “por lo cual (Jesucristo) puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Hebreos 7:25). Con Jesús Mismo intercediendo por nosotros, ¿por qué necesitamos que María o los santos intercedan por nosotros? ¿A quién escuchará Dios que sea más cercano que Su Hijo? Romanos 8:26-27 describe al Espíritu Santo intercediendo por nosotros. Con el segundo y tercer miembro de la Trinidad ya intercediendo por nosotros ante el Padre en el Cielo, ¿qué posible necesidad habría de tener a María o a los santos intercediendo por nosotros? NUNCA OLVIDEMOS que Jesus el mismo Dios en la carne fue primero que todo el mundo,,el siempre existio..Dios no responde las oraciones basándose en quién es quién ora. Dios contesta las oraciones basándose en que lo que se pida vaya de acuerdo a Su voluntad (1 Juan 5:14-15). No hay absolutamente ninguna base o necesidad para orar a alguien más que solo a Dios. Mi padre fue “devoto de Dios” hasta ese día. Unas semanas antes de morir me contó la historia que hoy comparto, en mayo del 2002. Y cada vez que la recuerdo me asombra la sencillez de la lógica usada, de fácil deducción, y sobre todo bíblica. Si creemos que existe Dios, entonces él es todo suficiente. Podemos confiar en él. Y como tal merece nuestro voto, nuestra dedicación, nuestra devoción.
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 23:05:26 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015