A comulación Moderna de Riqueza y Pobreza Los recursos - TopicsExpress



          

A comulación Moderna de Riqueza y Pobreza Los recursos facilitados por el ex presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, a través del programa Alianza para el Progreso, este referido programa, no cumplió con el propósito de lograr el progreso social y económico de América Latina, ya que esos recursos públicos no fueron invertidos en verdaderos proyectos de desarrollo sostenibles a cortos y largos plazos. Mantener (de manera soberana) una política fiscal y financiera efectiva y duradera en América Latina, ha sido muy difícil por no decir imposible. Las ayudas y los empréstitos internacionales no han servido para cambiar la inaceptable situación de miseria en que viven millones de personas en estos países de América. Y para que estemos claros de que a lo largo y ancho del planeta tenemos problemas, en octubre del 2011, el secretario general de la ONU. Ban Ki-moon, señaló que el nuestro es un mundo “de terribles contradicciones. Es un mundo con mucha comida, pero con millones de personas pasando hambre; con estilos de vida fastuosos para algunos, pero con pobreza para demasiados, y con grandes avances en medicina, pero con madres que mueren todos los días al dar a luz”. Y tal escena sigue igual o peor en este año 2013. Tomando en cuenta el informe dado a conocer por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), el mismo señala que debido al deterioro de la economía mundial, la cantidad de desempleados se elevó a los 205 millones en el 2010, y si partimos de esa cifra, y agregamos el desenfrenado crecimiento poblacional del planeta, y la crisis económica en Grecia, España y Portugal , nos damos cuenta que la situación tiende a complicarse: y no hay duda de que el gran peso de la crisis universal reposa en gran medida sobre las espaldas de los pobres y desamparados de los distinto países de la tierra. Los programas de políticas sociales han sido antídotos momentáneos necesarios para bajar un poco la atención que vive la humanidad. Pero más que eso, lo que se está necesitando son cambios fundamentales que coadyuven a eliminar la pobreza: y esto sólo se logra con unas políticas nacionales efectivas en cada uno de estos países subdesarrollados. Pero en medio de esta dolorosa escena, hay ciertas personas que tienen que ver con el sistema bancario y la finanza; que su patriotismo comienza en sus manos y termina en los bolsillos. Esta moderna acumulación de riqueza cosiste por ejemplo: en invertir mil pesos para quedarse con la totalidad de los bienes del deudor imposibilitado de cumplir con la obligación contraída. Otra modalidad muy usual consiste en ubicar a las personas endeudadas para comprarles los bienes que poseen a precios irrisorios y con el dinero obtenido a penas pueden cubrir parte de las deudas, sin que haya ninguna política de protección por parte del Estado a favor de tales víctimas. Lo que se convierte en lo que llamaremos: “Oportunismo deshumanizado”. Ello suele suceder con mucha fluidez en la dinámica comercial de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, donde la pobreza campea por todas partes. Ante tal panorama existen pocas razones para enfocar el futuro cercano con optimismos. Las oleadas de levantamientos armados que azotan a países árabes, que han depuestos a presidentes, como fueron los casos de Egipto y Libia, y que mantienen convulsionados muchos otros de la región, no solo tienen que ver con los factores religiosos y étnicos, sino también con los índice de marginalidad y pobreza que lo han mantenido sumergidos en el atraso. Para citar un caso: Afganistán. El cual, a juicio de algunos analistas, debido a su atraso, todavía se encuentra estacionado en el siglo XVIII. Tengo el deber de reiterar que solo con programas de desarrollos sostenibles y manejados con rígida transparencia, los países atrasados y en vías de desarrollo pueden salir a frotes: con Estados que tengan una justicia fuerte que castigue la corrupción administrativa. Y al terminar este escrito, traigo a mi pensamiento el pedido que el poeta mexicano Manuel José Othón le hiciera al Señor:”Señor ¿para qué hiciste la memoria/ la más tremenda de las obras tuyas?/ Mátala por piedad, aunque destruyas/el pasado y la historia”. José Ferrer,
Posted on: Thu, 26 Sep 2013 21:01:04 +0000

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