“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” Deuteronomio 30:19 La elección es nuestra: el Señor ha “puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición” y es tu deber “elegir la vida, para que Tú, tus hijos, los hijos de tus hijos, puedan tener VIDA en Abundancia”. “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” – Juan 10:10 Sólo cuando nuestros corazones viven bajo la presencia de Dios, pueden nuestras vidas reflejar totalmente el objetivo y voluntad del Señor. Elegir la vida es una decisión diaria, por lo tanto, debemos elegir sabiamente, porque todos estamos viviendo y muriendo según las elecciones que hacemos. Nuestras elecciones tienen consecuencias, determinan la calidad de nuestras vidas en este mundo y para la eternidad. Si rechazas, desobedeces o ignoras los principios de Dios, es tu elección. Dios pone delante de nosotros la oportunidad de elegir amar, obedecer y mantenerte cerca de Él, lo que significa VIDA. La vida es el regalo de Dios, pero es nuestra elección. Desde el momento que descubrí el cáncer en mi seno izquierdo y aunque al principio las miradas y las voces que escuchaba me decían que tenía limitadas posibilidades de sobrevivir, decidí que me pondría bien, elegí vivir, por mí y por mi hijo, pero también entregue mi alma, mi vida y mi ser a la Voluntad Divina, ¿Cómo temerle a la Voluntad de Dios? Si EL fue quien con su amor me creó. Aprendí a valorar el momento. Tuve la gran oportunidad de discernir en qué (¿?) era lo definitivamente importante en mi vida. Durante mucho tiempo me había sentido infeliz, pero durante la enfermedad encontré el valor para cambiar mi vida. Hoy te puedo decir que La enfermedad me ha dado mucho más de lo que me ha quitado. Miro los aspectos positivos que tiene la vida y afronto mejor los negativos. Las cosas pequeñas de la vida me producen mucho placer. Y disfruto de todos y cada uno de mis momentos, a mi manera, sí, porque también entendí que soy libre para elegir y vivir mi vida a mi manera, siento que es un derecho que me gané. El regalo más preciado que recibimos de esta lucha es el amor. La vida es diferente después del cáncer. Me he desecho de preocupaciones inútiles y me he concentrado en lo verdaderamente importante: mi hijo, mi familia y mis amigos. Le aconsejo a quienes padecen de esta enfermedad que acepten el amor y la amistad; que se mimen y se den caprichos, que Confíen y se entreguen a la Voluntad de Dios, El conoce tus días simplemente elige Vivir. Angélica Martínez Ferrer
Posted on: Sat, 09 Nov 2013 11:40:15 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015