A propósito de la Educación comparto una carta que le envié al director de CONALEP hace ya un tiempo. Saludos. Estimado Lic. Carlos Azueta, Director. Respetuosamente le escribo para comunicarle me sentir sobre el proyecto de llevar el teatro a CONALEP. Desafortunadamente las cosas no han salido bien, me siento ya incomodo con esta situación. Por mi parte he hecho y cedido todo lo posible con tal de llevar la obra "Olor a Café" a su institución, pero después de tantas desatenciones me siento realmente decepcionado y triste de ver como las alternativas de una educación cultural que al final ofrecen una puerta de apertura al conocimiento del ser humano se cierran o no se apoyan. La pena y la tristeza es por los jóvenes, que son los que realmente pierden, me apena comprobar el poco compromiso de quienes tienen la responsabilidad de ofrecer estas herramientas a los chicos, que son los maestros quienes desafortunadamente tampoco están bien educados en cuanto a la importancia que el arte y la cultura tiene en el crecimiento y conocimiento de uno mismo. Bajo estás condiciones, cómo puedo pedir el apoyo de los maestros si ellos mismos desconocen la importancia del hecho. Sería interesante preguntar a los maestros cuando fue la última vez que acudieron a una obra de teatro, a un concierto de música clásica o a una exposición de pintura o escultura, me temo que nos daríamos cuenta que hay que empezar por ahí. Me apena comprobar al hablar con los chicos que sí, ellos tienen la mejor disposición y ganas de ir al teatro pero si no se les incentiva de alguna manera y si el maestro no les insiste nunca lo harán, siento que hay un error en su formación; no se les enseña a discernir, a analizar la importancia de las cosas, a formar un criterio y un carácter propio, sino a ser simples seguidores y obedientes de los ejemplos impuestos por el montón. No es muy complicado visualizar el futuro de ellos como el de millones de estudiantes: ser empleados que acaten órdenes. Nuestro país está lleno y sobre poblado de “chambeadores”, pero necesitamos líderes, gente capaz de tener visión y perspectivas de la vida y del mundo mucho más amplias para realmente hacer la diferencia. Por eso me entristece ver que no se dan cuenta que al cerrar las puertas a algo aparentemente tan insignificante como una obra de teatro, se cierran las oportunidades de crear mejores seres humanos, el resultado real es muy pero muy desolador. Por nuestra parte hemos hecho todo lo posible, llevé equipo de iluminación, aforé el espacio, llevé un técnico, dimos una platica en la única función a los chicos de la importancia del teatro y como comportarse en una sala, al final hablé con ellos del mensaje de la obra y los invité a hacerse cargo de su propia vida, de su destino a tomar decisiones y a no comprar todo los que venden por la televisión, a ser creativos, únicos. Este es el mensaje de la obra, ojalá algún maestro se hubiera dado la oportunidad de asistir. Lic. Azueta, esta obra a la cual no se le dio interés, representó a México en cuatro festivales internacionales de teatro en Perú, Chile y Argentina, me fue entregada por el gobierno peruano la medalla de honor por el aporte a la cultura peruana, y se llevó la obra desde el norte del Perú hasta el sur y hasta el Amazonas, en Chile me presenté en Santiago y en Punta Arenas en la Patagonia y hasta Tierra del Fuego en el polo sur, en La Argentina fue merecedora a la mejor obra de teatro de entre 42 obras de Ibero América. Bien dicen que nadie es profeta en su tierra. Lo siento por los jóvenes, lo siento mucho y espero que esto sirva para reflexionar sobre esta realidad y que empecemos por educar a quienes se encargan de la educación. Las puertas del teatro están siempre abiertas, el arte está presente en todos lados, en la naturaleza misma, pero debemos aprender a verla. Gracias por su atención. Iván Gordillo
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 21:17:03 +0000
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