“ALGO EN QUÉ PENSAR El pastor Lin Berry, residente en España, me compartió lo que experimentó al estar de vacaciones en Italia, cuando conoció uno de los olivos más grandes del mundo. Quedó muy impactado porque solo el diámetro del tronco era de siete metros y el follaje de treinta; le explicaron que ese olivo produce doce quintales de aceite por mes. Pudo conocer también al dueño del olivo, quien le contó una interesante historia familiar. Casi un siglo atrás, el olivo que producía una buena cantidad de aceite había comenzado a mermar su producción. Producía entonces un promedio de cuatro quintales por mes y se iba secando poco a poco. Pero el abuelo de este hombre decidió abrir la tierra hasta llegar a la raíz y descubrió que una enfermedad había entrado. Comenzó a cortar rápidamente las raíces afectadas por la enfermedad. El hueco que el hombre hizo fue tan grande que se formó una especie de túnel que los alemanes usaron para guardar sus armas durante la segunda guerra mundial. “Pero fue después de que el abuelo tomó tan drástica medida que el olivo reaccionó y otra vez comenzó a producir gran cantidad de aceite, hasta superar la producción de antes.” “ORACIÓN Amado Dios, hoy reconozco que soy parte de Tu equipo. Me has revestido de autoridad y fuerza para la conquista, me has enseñado que cada adversidad en la vida es un peldaño que me impulsa a crecer en la fe, sé que me animas a diario para mantener los ojos puestos en Ti porque Tu anhelo es que yo sea capaz de perseverar y terminar con éxito mi carrera. Muchas gracias, Señor. Amén.” “DECLARACIÓN “Tengo la fuerza de Dios que me ayuda a perseverar y a entender que soy más que vencedor”.” Pasaje de: Castellanos, César. “Declaraciones de Poder para 365 días del Año Tomo 3.” iBooks. Es posible que este material esté protegido por copyright. RHEMA. »Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto. (Jeremías 17:7, 8 NTV) 2 CRÓNICAS 6. Oró así: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos ni en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón. Has cumplido tu promesa a tu siervo David, mi padre. Pronunciaste esa promesa con tu boca y hoy la has cumplido con tus propias manos. »Ahora, oh Señor, Dios de Israel, lleva a cabo la otra promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: “Si tus descendientes cuidan su comportamiento y siguen mi ley con fidelidad, así como tú lo has hecho, siempre habrá uno de ellos sentado en el trono de Israel”. Ahora, oh Señor, Dios de Israel, cumple esta promesa que le hiciste a tu siervo David. »¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra, entre seres humanos? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido! Sin embargo, escucha mi oración y mi súplica, oh Señor mi Dios. Oye el clamor y la oración que tu siervo te eleva. Que día y noche tus ojos estén sobre este templo, este lugar del cual tú has dicho que allí pondrías tu nombre. Que siempre oigas las oraciones que elevo hacia este lugar. Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona. (2 Crónicas 6:14-21 NTV) SALMO 63. Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor inagotable es mejor que la vida misma, ¡cuánto te alabo! Te alabaré mientras viva, a ti levantaré mis manos en oración. Tú me satisfaces más que un suculento banquete; te alabaré con cánticos de alegría. Recostado, me quedo despierto pensando y meditando en ti durante la noche. Como eres mi ayudador, canto de alegría a la sombra de tus alas. Me aferro a ti; tu fuerte mano derecha me mantiene seguro. (Salmos 63:1-8 NTV) PROVERBIOS 8. »Y ahora, hijos míos, escúchenme, pues todos los que siguen mis caminos son felices. Escuchen mi instrucción y sean sabios; no la pasen por alto. ¡Alegres son los que me escuchan, y están atentos a mis puertas día tras día, y me esperan afuera de mi casa! Pues todo el que me encuentra, halla la vida y recibe el favor del Señor. (Proverbios 8:32-35 NTV)
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 11:32:24 +0000
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