Acepta el regalo de Su justicia “Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.” Efesios 1:4-5 Comprender adecuadamente lo que Jesús hizo en la Cruz por los creyentes produce un corazón puro y una vida en poder. Sin condenación o juicio que recibir, sino una vida consagrada en gratitud a Dios. Un creyente que aun trata de obtener las bendiciones de Dios mediante obras en lugar de la fe no es voluntad de Dios, y esto causa aflicción a un alma “ya libre”. Un cristiano que ha sido lavado por la sangre de Cristo no debe batallar con su justicia ante el SEÑOR, porque ella es un regalo que debe ser recibido, no ganado por medio de obras. “Pues el pecado de un solo hombre, Adán, hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.” Romanos 5:17 (Nueva Traducción Viviente) Al igual que en el antiguo pacto el pueblo de Israel ofrecía sacrificios, llevando ovejas, cabras o toros para confesar sus pecados en ellos y Dios no veía más sus pecados, de la misma manera todos aquellos que han confesado a Jesús como Señor y Salvador son justos a los ojos de Dios. Y contrario al antiguo pacto, los creyentes del nuevo pacto no necesitan ofrecer más sacrificios por sus pecados, porque el sacrificio de Jesús fue una sola vez y para siempre. Sin importar qué hayas hecho en el pasado, o cualquier falta cometida, si aceptaste a Cristo como tu Señor y Salvador esos pecados han sido lavados. Dios no los recuerda. Tampoco lo hagas tú. Dirige tu fe solamente a Jesús y Su perfecto sacrificio, incluyendo Su justicia y no tus propias obras que son una ofensa para Dios. Dios te escogió solo porque tea ama, para que te revistas de Cristo. Entonces eres santo y sin faltas ante Dios. Sin importar tus pecados. Pasados, presentes y futuros. Han sido olvidados y pagados. Si has batallado aceptando la gracia de Dios, perdón y justicia que te ha dado, haz esta oración conmigo: “Padre, renuncio a presentarme ante ti con mi propia justicia. Acepto completamente tu regalo de la justicia de Jesucristo. Por favor perdóname y ayúdame a mostrar un cambio genuino. Guíame a tu entendimiento. Limpia mi corazón y lléname de tu presencia. Dame la fe que necesito para recibir todo lo que Jesucristo pagó para mí. Oro esto en el nombre de Jesús, Amen.”
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 15:06:43 +0000
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