Algo había cambiado. Me sentía más ligera, sentía que mis pies - TopicsExpress



          

Algo había cambiado. Me sentía más ligera, sentía que mis pies no tocaban la fina arena de la playa y sentía una sensación muy extraña en el pecho, mis penas habían desaparecido, mis angustias y mis nervios se habían sustituido por una extraña sensación de paz y de calma. Alce mi mirada hacia el cielo, el sol se ocultaba en el horizonte tiñendo las nubes de color anaranjado, me pareció verlas más bonitas que nunca. El sol se reflejaba en el agua y se despedía haciendo brillar al océano. Sonreí y camine por la orilla del mar, mojando mis pies desnudos, disfrutando del contacto que me ofrecía el agua salada al chocar contra mi piel blanquecina. Me abrace a mi misma echándome un chal por encima, la suave tela resbalo dejando mi hombro al descubierto, no sabía porque pero aquel lugar me era demasiado familiar, casi podía palpar todos los sentimientos que me despertaba aquella playa, pero había uno que predominaba entre todos, seguridad. Todo me parecía salido de una novela de las que había leído tiempo atrás, todo me parecía un sueño, era todo demasiado bonito, era todo demasiado perfecto, pero me encantaba. Llevaba horas andando, aunque en aquel lugar parecía que el tiempo se hubiese parado, las nubes seguían en el mismo sitio y el sol aún no se había ocultado. De repente sentí que algo tiraba de mí, tuve la necesidad de correr sin querer mirar hacia atrás por miedo a que encontrarme, seguí corriendo hasta que mis pasos se ralentizaron, al fondo vi un cuerpo tirado en la arena, el agua mojaba su largo cabello cobrizo, y su piel pálida brillaba en la arena. Me sentí impulsada a ir para averiguar quién era, ya que, como el lugar, también me resultaba conocida. Llegue al cuerpo caminando con lentitud, mi sensación de paz y de calma había desaparecido, ahora solo bullía en mi mente un torbellino de pensamientos y en el pecho no sentía nada, ni nerviosismo ni paz. Me arrodille, mis movimientos eran lentos, retraídos, aunque no estaba muy segura creo que tenía miedo, pero en mi interior seguía sintiendo esa sensación de vacío, como si todos los sentimientos se hubiesen marchado de mi. Acaricie el brazo de la muchacha y no sentí su piel bajo mi piel. La gire pero no se movió, quise gritar que se despertara pero no grite, lloré, pero, de mis ojos no salió ninguna lagrima porque era incapaz de sentir nada. Entonces me di cuenta, esa chica de tez blanca y de cabellos largos y cobrizos era yo. Y estaba muerta.
Posted on: Wed, 12 Jun 2013 20:51:39 +0000

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