Amados @ , se nos concederá lo que queramos pedir si permanecemos - TopicsExpress



          

Amados @ , se nos concederá lo que queramos pedir si permanecemos en Cristo, y sus palabras permanecen en nosotros (Jn. 15:7). Cristo recibió todo lo que quería de su Padre, porque permaneció en su Padre. Cristo permaneció en su Padre porque obedeció sus mandamientos. Nosotros permanecemos en Cristo si nuestros pensamientos y principios concuerdan con los de Cristo, si nuestra forma de concebir al mundo armoniza con la Palabra de Dios. Dios nos oye, si pedimos conforme a su voluntad (Mt. 26:39; 1Jn. 5:14-15). El Santo de Israel nos oye si no contradecimos su voluntad. La voluntad del Altísimo Dios la conocemos a través de su Palabra, la Biblia. En la Biblia, la Palabra del Dios viviente, encontramos la visión de Dios sobre la vida humana. En ella encontramos la forma como Dios concibe la vida. En ella leemos los pensamientos de Dios sobre la forma como Él concibe las relaciones entre los seres humanos y las relaciones de los seres humanos con Él. También encontramos en la Biblia la forma como Dios concibe a la oración. Por ejemplo: La Biblia dice que cuando nos dirijamos al Padre en busca de una respuesta a nuestras oraciones, debemos hacerlo en el nombre de su Hijo Jesucristo (Jn. 15:16). No debemos dirigirnos al Padre en busca de una respuesta a nuestras oraciones en nombre del evangelista Mateo, ni del evangelista Lucas, ni de la virgen María, ni en nombre de cualquier otro personaje bíblico: Moisés, Pablo, Juan, etc. Menos aún en nombre de algún ángel o demonio. Dios aborrece las oraciones de los que no obedecen sus mandamientos. Dirigirnos al Padre en nombre de su Hijo Jesús es un mandamiento de Dios que no debemos violar. Yo (Jesús) haré cualquier cosa que pidan en mi nombre. Así será glorificado el Padre en el Hijo (Jn. 14:13-14) Dirigirse al Santo de Israel en nombre de algún santo es violar los mandamientos de Dios con respecto a la oración. La santería no tiene nada que buscar en la oración cristiana. Un(a) cristiano(a) no debe dirigirse a ningún hombre ni a ninguna mujer, ni vivo(a) ni muerto(a), en nombre de Cristo para buscar una respuesta a sus oraciones. Debe dirigirse al Padre, al Altísimo Dios, en nombre de su Hijo Jesucristo. El Santo de Israel aborrece el diálogo de los vivos con los muertos. El hombre o la mujer que consulten espíritus de muertos, han de morir (Levítico 20:27). ¿Existen oraciones poderosas?: No. La idea de que una oración tiene poder en sí misma es una aberración de la oración cristiana. La oración cristiana es comunión con el Santo de Israel. Ella es diálogo con el Creador de los cielos y la tierra en nombre de su Hijo Jesucristo. La oración cristiana, que no pagana, está unida a condiciones, que tienen que ver con la vida del creyente en Cristo. La oración cristiana no es un cheque en blanco para el creyente. El éxito de la oración de un cristiano no se puede divorciar del estilo de vida de éste. Si el creyente es obediente a las palabras y a los mandamientos de Cristo, recibe una respuesta a sus peticiones; no conforme a su voluntad, sino conforme a la voluntad de Dios. Es Dios quien responde, es Dios quien da la gracia, es Dios quien da la misericordia, es Dios quien da el poder. Ninguna oración, por muy linda que sea, tiene el poder de impulsar a Dios hacia alguna acción sin su consentimiento. Ninguna oración puede manipular al Santo de Israel. Ningún hombre o mujer puede manipular a Dios con algún tipo de oración, llámese la oración como se llame. ¿Qué se esconde detrás de la idea de que existen oraciones poderosas? La ilusión de los hombres de ejercer poder sobre Dios. Puras fantasías, imaginaciones estúpidas, engaño, ficción de guías de ciegos. ¿En qué mundo existen las mal llamadas "oraciones de poder"? En el mundo del ocultismo. Los hechiceros, los ocultistas, los adivinos, los exotéricos, los de la nueva era, que en realidad los de la vieja era, las llaman oraciones mágicas. Esas oraciones no están dirigidas al Santo de Israel, en nombre de su Hijo Jesucristo, sino a Satanás, la serpiente antigua que odia a los seres humanos, y a sus demonios. Con respecto al ocultismo, dice el Santo de Israel en su Palabra: El hombre o la mujer que consulten espíritus de muertos o se entreguen a la adivinación, han de morir; serán apedreados, y su sangre caerá sobre ellos (Levítico 20:27). No sea hallado en ti (Israel) quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero (Deuteronomio 18:10). Porque no habrá más visión vana, ni habrá adivinación de lisonjeros en medio de la casa de Israel (Ezequiel 12:24). Quien intente, consciente o inconsciente, ejercer poder sobre Dios a través de oraciones mágicas, se encontrará irremediablemente con Satanás, la serpiente antigua que se llama diablo. Para que esto no ocurra, aprendamos y obedezcamos los siete principios acerca de la oración según la voluntad de Dios. Otros creen que la forma como se ora es determinante para que la oración sea escuchada por Dios. O sea, si conoces un colegio donde existe mucha violencia, basta con que le des al colegio siete vueltas en oración para que se termine la violencia. ¿Y qué de la vida espiritual de los creyentes que le dan la vuelta al colegio? ¿Crees tú que Dios va a divorciar sus oraciones de sus vidas espirituales por el solo hecho de que le den siete vueltas a un colegio? ¡Tamaña ilusión! ¿Qué determina mi relación con Dios? ¿Qué es lo más importante en mi relación con el Santo de Israel? Cristo nos lo dice: Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor (Juan 15:7-10). Yo no tengo nada en contra de que un grupo de cristianos le den siete vueltas a un colegio en actitud de oración. Le pueden dar diez mil; mientras más vueltas en actitud de oración le den al colegio, mucho mejor; pero, por favor, sé sincero contigo mismo y no te engañes. No es la forma como tú oras lo determinante en tu relación con Dios. Es la forma como tu vives lo más importante para Dios. La reacción de Dios a nuestras oraciones depende de nuestro estilo de vida: de nuestra manera de vivir y de comportarnos. En pocas palabras: de nuestra obediencia a la Palabra de Dios.
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 09:27:35 +0000

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