Ambiorix Padilla nació en Imbert, Puerto Plata, República Dominicana y es uno de los predicadores de la fe católica que tienen en el canto un instrumento de evangelización. En su adolescencia encontró personas que le enseñaron el camino del ocultismo y el esoterismo (astrología, adivinaciones, magia, etc.). Desconocía a Jesús y no simpatizaba con el cristianismo. Un día un amigo le invita a un retiro, Ambiorix accede a esta invitación, pero su corazón estaba muy lejos de complacer este deseo de su compañero. Ambiorix pensó: “A mí no me van a ver haciendo todas esas morisquetas de levantar las manos y aplaudir en voz alta”. El pensaba que todo aquello era un “teatro”, una exageración y que no tenía sentido. Llega el día del retiro y por su mente no pasó en ningún momento la invitación que le habían hecho. Pero ese domingo en la mañana mientras pasaba por la iglesia y observaba a la gente allí reunida, algo llamó su atención: Escuchó a un joven que cantaba una canción muy vieja, pero que Dios había hecho nueva a sus oídos. Aquella voz dulce y angelical lo hizo cortar el camino hacia donde se dirigía, dar la vuelta y alzar su mirada a hacia aquel gran templo. Su corazón latía fuertemente mientras se dirigía hacia la puerta donde se encontraba aquel gran tumulto de personas que cantaba y alababa a Dios; sintió un frágil impulso de quedarse, y así lo hizo. Mientras se adentraba en aquella alegría que todavía no sentía como suya, observó que aquel amigo que lo había invitado estaba tocando la tambora, instrumento que hizo que sin querer moverse, tuviera que hacerlo, porque a su alrededor todos se gozaban con el ritmo de la misma. De repente, el cantante empezó a tararear: “Hermano Ambiorix, Cristo te ama, coge tu lámpara y ponle aceite”; y al mismo tiempo todas las personas que estaban allí voltearon hacia él, extendieron su mano y empezaron a orar mientras iban al son de la frase cantada. Esa mañana maravillosa de invierno, en vísperas del día de navidad del año 1994, Dios puso en el corazón de Ambiorix un enorme deseo de orar, leer la palabra, hablar de Dios, estar en su santa y hermosa presencia…lo enamoró de una forma tan impresionante, que en una de sus oraciones le dijo: “Quiero ser tu adorador a través de la música”. A partir de ahí, Dios ha sido su fuente primaria de inspiración y el creador extraordinario de las tantas canciones que desde hace diez años Ambiorix ha regalado a miles y miles de personas que buscan a través de su música, un poco de aliento en sus vidas, paz, y sobre todo ese espíritu de amor y verdad que sólo Dios puede mostrarnos a través de sus discípulos terrenales. Su compromiso ha sido real y actualmente sólo quiere cantarle a él y nos dice: “Sólo quiero que el mensaje de Dios a través de mis canciones llegue a la mayor cantidad de personas en el mundo, porque cuantos más sepan de él, más serán los que le sigan y alcancen la salvación.”
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 18:33:42 +0000
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