Amigos y amigas muy buenos días. Celebramos hoy la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo. Por esa cosas de las leyes en Colombia aunque litúrgicamente celebramos hoy el descanso lo tendremos el próximo lunes. El Catecismo de la Iglesia Católica en el número 966, recordando la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, del 1 noviembre 1950 del Papa Pio XII dice: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte". Y luego explica La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos. Esta celebración que es una de las más antiguas en la Iglesia y que además es tal vez uno de los dogmas de fe mejor preparados en la historia de la teología, por la belleza del misterio tiende a ser mal interpretada, pues en los orígenes de la fiesta se llamaba la dormición y de buena, queriendo exaltar las virtudes de la Santísima Madre, incluso hoy en día algunos predican que la Virgen no murió, como vemos en la proclamación del dogma dice claramente “terminado el curso de su vida en la tierra”. No hay porque asustarse por eso, la Virgen, al igual que Cristo murió, para ser la primera cristiana en quien se obra la plenitud de la redención. La fiesta de la Asunción de María nos invita a contemplar en la Madre del Señor la anticipación del destino glorioso reservado a todos los que creemos en Cristo, quienes participando por la fe y el bautismo en la muerte y resurrección de Él estamos llamados a gozar un día de la eterna comunión con Dios. María llevada al cielo es signo de esperanza y motivo de gozo para los que aun caminamos en la oscuridad y las luchas de la historia. Nosotros también estamos llamados – como ella – a participar de la Pascua de Cristo, principio de la nueva creación, más allá de la muerte y del mal. La celebración de la Asunción es la celebración del gran triunfo de Dios y de Jesucristo en María. La Asunción de María es la fiesta de la victoria de Cristo en el discípulo cristiano, una victoria que se realiza a través del servicio, el olvido de sí, la entrega sin límites en el amor y la cruz. María es para nosotros el compendio completo de esta gran aventura: ella, desde la plena y humilde donación de sí a Dios y a los hombres, ha ascendido a la gloria de Dios. En la fiesta de la Asunción de María a los cielos celebramos la fuerza de la fe y de la pobreza, de la vida sencilla. María, por una parte, participa ya con Cristo de su gloria, está resucitada, ha subido ya a los cielos. Pero, al mismo tiempo, ella se presenta con Cristo y desde Cristo, como la persona más cercana, más fuerte y eficiente dentro de la historia. De esta forma nos ayuda y acompaña en el camino de la fe y del amor, para que seamos hijos de Dios y discípulos de su Hijo y podamos un día llegar, como ella, a la gloria eterna del cielo. Esta solemnidad, como dicen muchos santos, nos comprueba que Jesucristo cumplió y de qué manera, el mandamiento de honrar a padre y madre, coronando a su santísima Madre con la gloria que el Padre le dio. Es también una fiesta que nos pone a pensar en el misterio tan grande de la Eucaristía, sobretodo en el sagrario, María fue el tabernáculo que contuvo al Verbo hecho carne, eso le mereció el ser llevada al cielo, junto con María vallamos al tabernáculo de nuestras Iglesias y dejémonos llevar al cielo, para que movidos por la belleza de la gloria volvamos a seguir trabajando por que nuestro mundo sea anticipo de ese Reino al que somos llamados y que María nos garantiza que ya esta abierto para todos. “En el parto te conservaste Virgen, en tu tránsito no desamparaste al mundo, oh Madre de Dios. Alcanzaste la fuente de la Vida porque concebiste al Dios viviente, y con tu intercesión salvas de la muerte nuestras almas” (Oración muy antigua en la celebración de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María). Feliz jueves.
Posted on: Thu, 15 Aug 2013 09:42:43 +0000