Antonio Rodríguez Rubio SANTA BÁRBARA. Santa Bárbara bendita; solo si truena… Es algo así como decir: ¿Qué hay de lo mío? En los navíos, la santabárbara es el lugar donde se guarda el arsenal de a bordo. Ni que decir tiene que es el lugar más resguardado de la embarcación. El gran problema de los sindicatos de clase, es que se han sectorizado en exceso y cada federación va por su lado. De esta manera, las federaciones, actúan como los sindicatos amarillos corporativos. De todos modos, envidio la contundencia con la que actúan los trabajadores de la minería o del sector naval. Lo de los funcionarios, es otra historia… Pongamos que: Rodríguez Zapatero les baja el sueldo. Los sindicatos de clase, convocan una huelga al principio del verano de 2.010; fracaso total. En Murcia, Valcárcel I “el magnífico”, le mete más la tijera; escraches, si, más no huelga. Si no salen a defender lo suyo, ¿a qué van a salir? Los de la enseñanza, salen a defender el sistema educativo que se tenía hasta no hace tanto. Los de la sanidad, salen a defender el sistema sanitario ejemplar que se tenía hasta no hace tanto. Los de la construcción, ni salen. Si la cosa sigue como va, quizá nos acordemos de santa Bárbara. Eso será cuando la santabárbara salte por los aires; un torpedo en la línea de flotación, consigue hundir el barco. Para que no se dé el contagio, los medios de desinformación y manipulación silencian lo que está ocurriendo en otros lugares; pongamos en Grecia. Antes siquiera de que Grecia fuera intervenida por la troika, ya los griegos estaban haciendo huelgas y contundentes manifestaciones. Era entonces Vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega. Se empezaron a dar conatos de manifestaciones en solidaridad con los griegos; la vicepresidenta mandó cargar a los antidisturbios con dureza. Aquello, se disolvió. El amarillismo, juega en contra nuestra. Prensa amarilla y sindicatos amarillos. ¿Lograremos algún día la unión de la izquierda? Desde el 10 de abril de 1.994, Cándido Méndez es el secretario general de UGT. En las dos legislaturas de Rodríguez Zapatero, actuó como el vicepresidente cuarto del gobierno. ¿Es que no hay otro que sea capaz de defender a los trabajadores? Marcelino Camacho Abad que estás en los cielos, ora pro nobis. Como si del jersey sagrado se tratara, debería el suyo estar custodiado en la sede de CC OO. Antonio Gutiérrez que nunca llegó a ser marxista, intrigó hasta hacerse con el control del sindicato. José María Fidalgo, echó el resto. Suponiendo que quisiera, Ignacio Fernández Toxo, lo tiene muy difícil. De esta manera, Yogui y Bubú, están en cualquier sitio menos donde tienen que estar. Si la línea de actuación de CC OO y UGT es la misma; ¿para qué queremos dos sindicatos? Cada día que pasa, los trabajadores y los desheredados, perdemos alguno de nuestros derechos. Recurramos al paradigma de la rana: Se mete la rana en una olla y se le pone fuego debajo. Poco a poco la temperatura va subiendo; cuando la rana se percata del asunto, es tarde, termina cocida. De igual modo, como los derechos nos los van quitando poco a poco, cuando vayamos a reaccionar, no nos va a quedar ninguno. Durante el mandato de Felipe González, se dieron cuatro huelgas generales: 1.985, 1.988, 1.992 y 1.994. Sin embargo, fue el “sabio” González el que consiguió el desprestigio de los sindicatos; en cuanto se apesebran, quedan a merced del que les llena el pesebre. Es hora de que los sindicatos recobren la credibilidad. Es hora que la izquierda en general recobre la credibilidad. Esto solo se consigue de una manera: recobrando la ideología y legitimidad que tuvieron antes de la llegada de los advenedizos oligarcas siervos de los plutócratas.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 11:23:11 +0000
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