Autor. Alejandro Fuenmayor Fecha de Publicación: 26-08-13 Tengo - TopicsExpress



          

Autor. Alejandro Fuenmayor Fecha de Publicación: 26-08-13 Tengo razones súper poderosas para pensar que Dios es más misericordioso con nosotros, como país, que con muchas otras naciones. Lo siento cuando veo que Robert Mugabe se ha reelegido en el poder (en medio de denuncias de fraude) por séptima vez consecutiva desde 1987 (es decir, hace 26 años) en Zimbaue. Lo creo cuando veo que Fidel Castro mandó con diferentes cargos, pero con el mismo omnímodo poder, desde 1959 hasta 2008 (casi 50 años), e ipso facto empoderó a su hermano Raúl hasta el presente (5 años). En total: cinco décadas y media decidiendo qué comen, qué piensan, qué hacen y cómo mueren los pobres cubanos. El 7 de octubre del año 2012, al filo de la media noche y al reconocer su derrota, el candidato Henrique Capriles pronunció una oración que no es de su autoría, pero que se convirtió en profética para la situación que vendría a los pocos días: “el tiempo de Dios es perfecto”. Y vaya que incidió tanto el tiempo de Dios, como su decisión: “a este lo arranco de aquí yo”. Nadie pudo, o quiso, o supo quitarse de encima un dictador leguleyo que ya llevaba 5 reelecciones ganadas (en mala lid, por supuesto) y 14 años en el poder. Un hombre que había cambiado bandera, símbolos y fechas patrias, la hora, las normas de convivencia política y hasta familiar, las tradiciones diplomáticas internacionales de Venezuela, cerrar medios de comunicación a su antojo, robar empresas a granel. Se había enriquecido él y su entorno como ninguno en 200 años de vida republicana y tantas barbaridades más que llevaría tomos escribir. Sin embargo Dios dijo “BASTA” y se lo llevó. Y hoy, aunque quieran hacerlo un dios, es solo un cuerpo desfigurado y maloliente por la putrefacción y el recuerdo de una terrible pesadilla para millones de venezolanos. No niego que los que se enriquecieron a la sombra de su régimen, lo recuerden con nostalgia. Pero igual MUERTO ESTÁ Y NUNCA VOLVERÁ. El 14 de abril del 2013 nos fue concedida la oportunidad de sacudirnos las terribles secuelas de daños patrimoniales, pérdidas morales y tantas muertes innecesarias dejadas por la terrible experiencia de la mal llamada revolución. Era la ocasión para resarcir con el bálsamo de la justicia tantas víctimas; aunque nunca el mal causado pueda ser reparado (la tortura lenta y cruel a Simonovis y Afiuni, la crueldad del juicio falso contra Mazuco, el ver llegar a los huesos y perder hasta el aire de Brito, el llanto de los desempleados de RCTV, el lanzar a la basura los años de dedicación de la gente del petróleo y de paso dejándolos en la calle, la inquisidora lista Tascón y tanta miseria humana más). Pero llegó el día: se sentía, se sabía, que habíamos ganado, que éramos mayoría; no dos mitades como decían timoratamente los voceros de la MUD. La superioridad era de más de un millón de personas que querían un cambio. Por eso, salimos a las calles, lanzamos petardos, tocamos cacerolas, se respiraba la alegría… pero, esta vez, Capriles no creía que era el tiempo de Dios para reclamar lo que nosotros, los venezolanos, le habíamos entregado: LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Capriles se acojonó, mando a la gente a recogerse en sus casas, so pena de estar con el gobierno el que saliera a reclamar un triunfo más que limpio. ¿Muertos? Si sumamos los 300 muertos de la morgue de bello monte en Caracas más los del resto del país, nos dan fácil más de 500 bajas mensuales, víctimas del hampa desatada, las cuales, con un gobierno con voluntad, ya hubiésemos reducido a la mitad. Capriles y los de la MUD decidieron que no era “el tiempo de Dios”. La historia dirá la última palabra. En estos próximos días viene una nueva y gran oportunidad (no estoy hablando del 8 de diciembre, no soy un genio, pero tampoco un pendejo para saber que con eso nada cambiará). Cuando llegue ese momento, que vendrá inesperado como ladrón en la noche, quiero pedirles que entiendan que Dios nos vuelve a dar otra oportunidad, y debemos rogarle por todos nosotros, nuestros hijos, nietos y los que vienen detrás, para que no vayan a dejar pasar tal oportunidad, por más “y que demócratas” les quieran desmovilizar. Las comunicaciones convencionales se van a poner cada día más difíciles, por lo tanto, me permito sugerirles algunas recomendaciones para estar bien informados en estos días: 1. Cómprense un teléfono inteligente (preferiblemente con sistema Android, ya BlackBerry es como un helicóptero ruso). 2. Aprendan y enseñen a sus cercanos a usarlo (es muy fácil y divertido). 3. Cuando tengan el Android, descarguen en su tienda aplicaciones TUNE IN, allí podrán escuchar miles de emisoras del mundo, entre ellas, la única sin censura en Venezuela (Radio Caracas Radio RCR 750). 4. Abran una cuenta en twitter y sigan estas cuentas: @CarlosOrtegactv, @elcitizen, @RadioNexx, @willycochez, @LucioQuincioC, @PoleoRafael, @HenriFalconLara, @NTN24, @VVperiodistas, @rociosanmiguel, @Diego-Arria, @AlvaroUribevel, @MariaCorinaYa, @AlbertoRavell. 5. No hagan caso de las cadenas que vienen en correos de internet, casi un 99% de ellas son falsas y las lanzan desde el propio régimen para confundir, avergonzar y desmoralizar. Vienen los días de días…preparados…en el próximo artículo seguimos ahondando. ESTE ES EL TIEMPO DE DIOS, Y COMO ÉL, ES PERFECTO. Alejandro Fuenmayor Periodista Twitter: @conspirador1957 alejandroenonda@hotmail yaesnoticia/opinion/el-tiempo-de-dios-es-perfecto-y-ya-llego/
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 15:03:49 +0000

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