BENEFICIOS DE LA PALABRA 4 Salmo 19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma... Ningún otro libro escrito por cualquier ser humano, tiene poder para cambiar una vida desde lo más profundo. Hay libros que nos enseñan conceptos, existen otros que nos hacen reflexionar, algunos más, nos capacitan, y también hay literatura que toca nuestra emociones y por lo tanto nos hacen llorar o que nos hacen reír o emocionarnos, otros en cambio, nos permiten pasar un rato ameno. A lo largo de la historia encontramos grandes y reconocidos escritores, desde los clásicos, hasta los contemporáneos que son ganadores de prestigiados premios, pero únicamente la Biblia tiene poder para cambiar vidas, para liberar a una persona que está atrapada en los vicios. La Palabra de Dios nos renueva por completo porque entra a lo más profundo de nuestro ser, Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebreos 4:12-13. Los seres humanos somos muy curiosos, porque dentro de nosotros mismos sabemos que debemos cambiar en muchas área, aunque a decir verdad, pocas veces, por no decir que nunca, lo manifestamos abierta y sinceramente, por el contrario, cuando se trata de hablar de uno mismo, solemos decir: “tengo buen corazón”, “soy buena persona” y cosas bonitas como éstas, aunque en el fondo reconozcamos que debemos cambiar nuestros sentimientos o que estamos batallando con algo que no es sano y que nos está haciendo sentir incómodos. Recuerdo el caso de un joven que batallaba con el resentimiento hacia sus padres, pues creció en un ambiente hostil, en medio de una familia disfuncional, el padre se había ido de la casa con otra mujer, poco tiempo después la mamá encontró una nueva pareja y lo abandonó con la abuela, quien falleció unos cuantos años después, y al encontrarse este chico solo en la vida, cayó no solo en adicciones, sino en un torbellino de problemas y de experiencias que marcaron negativamente su vida, dejando grandes heridas en él. Cuando conoció al Señor Jesús, tenía una lucha interna, pues por un lado quería ser un buen cristiano como lo era el amigo que le llevó a los pies de Cristo, pero al mismo tiempo lo que había en él, los recuerdos, las amarguras y los dolores producidos por las vivencias que había atravesado, le impedían tener paz, no sabía ni comprendía como disfrutar absolutamente nada en la vida. Así que la tarea con él consistió en, al principio leerle la Biblia y poco a poco ayudarle a que él se atreviera a leer y confesar con sus labios lo que la Palabra de Dios declara, hasta que un día, se dio cuenta que su corazón estaba siendo sanado, al perdonar a quienes le había dañado y al entender lo que debía dejar, pero sobre todo, cuando descubrió para sorpresa de él mismo, que sus gustos, su forma de pensar y de comportar estaban cambiando. En él, la Palabra de Dios produjo lo que ninguna terapia, ningún grupo de auto ayuda, ninguna persona, ni técnica humana pudieron hacer, y se cumplió que La ley de Jehová convierte el alma. La Biblia tiene un poder transformador de tal manera que rompe ataduras, penetra hasta lo más profundo de nuestro ser y permite que lo más oculto del ser humano salga a la luz. Rm. 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Cada uno de nosotros sabe en qué aspectos debemos cambiar, pero solamente la Palabra de Dios podrá producir ese cambio. Le animo a dedicar cada día un tiempo especial para leer y reflexionar la Biblia, y mirarse en ella como si fuera un espejo, al cabo del tiempo, verá los resultados.
Posted on: Wed, 21 Aug 2013 01:18:28 +0000
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