BRÚJULA POLÍTICA Reforma Hacendaria: hacia el fin de privilegios. Víctor M. Cruz Roque vmcruzroque@hotmail Al final de cuentas y sin tantas alharacas o retóricas demagógicas, el fin primario y último de la reforma hacendaria que necesita el país, es que se posibilite la justa distribución de la riqueza y se terminen con los privilegios, las impunidades, las inequidades y los “bálsamos de protección” a quienes más poseen producto muchas veces por el injusto cobro de las contribuciones fiscales. Eso, terminar con los cotos de exenciones y las dispensas arropadas por las complicidades entre el poder político establecido y el otro que le es consustancial, en el caso de nuestro país, el dominio y la potestad económica que muchos gozan, los pocos, unos cuantos podríamos decir; en detrimento de las grandes mayorías empobrecidas. Esto es, que pague más quien mas gana, quien mas posee, quien mas percibe. Justicia económica. En elemental sentido de justicia y para ir reduciendo las brechas de desigualdades que actualmente prevalecen en México, reconocidas oficialmente de facto con la puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre, que se infiere que es eso, nacional; y se focaliza a la generación de posibilidades para saciar el satisfactor primario de todos los seres vivos, la necesidad de alimentarse; la reforma fiscal idónea es la que busca igualdad de condiciones y posibilidades de contribución, con la atenuante de que los productos básicos no deben tener el mismo tratamiento que los superficiales, de ocasión y ornato, no elementales en el proceso de convivencia socio-económica de la sociedad. Porque hay que decirlo con todas sus letras, en negritas y subrayadas: el México la coexistencia del poder público establecido para efectos de sobrevivencia, uno de sus sostenes es precisamente el cobijo que se le ha dado a los grandes capitales para que no cumplan en la misma medida, de manera correlativa y proporcional a sus percepciones. Aquí radica la mayor incongruencia y es en gran medida lo que ha generado la injusta distribución de la riqueza. Eso ha posibilitado la cohabitación del más pobre en grado de pobreza extrema y en el otro extremo el hombre más rico del planeta. Ese es el rostro sin maquillajes que ha prevalecido hasta hoy y en esos términos es imposible hablar de democracia. Así, descarnadamente. Reforma-fisco-hacendaria. En el contexto de las reformas estructurales que impulsa el gobierno federal actualmente, si bien no es lo idóneo al menos existen avances significativos, eso también hay que reconocerlo. La decisión final de las últimas horas de la Cámara de Diputados logró reducir las brechas y generar acercamientos para iniciar el saneamiento de las finanzas públicas nacionales en el rubro de las contribuciones hacendarias. Hay varios aspectos relevantes que deben considerarse en la propuesta inicial del presidente de la República Enrique Peña Nieto y que fueron aceptadamente bien interpretadas por la mayoría de los legisladores, que en votación de 317 contra 164 no en contra sino abstenciones, decidieron darle curso a las enmiendas constitucionales para reorientar las políticas públicas hacendarias nacionales. Por cuestiones de espacio y de no comprensibilidad total del lenguaje técnico con que los representantes populares de los partidos PRI, PRD, PANAL y PVEM aprobaron las multicitadas reformas, no las anotamos de manera total, pero es de considerarse la voluntad manifestada por los legisladores de esos institutos políticos para por vez primera darle un giro benéfico para la mayoría de la sociedad. Mientras, el PAN, el PT y el MC siguieron directrices políticas; el primero por su conveniencia de amasiato histórico que mantiene con los grandes capitales, y los dos “de izquierda” por seguir mandatos oposicionistas por el simple hecho de serlo en estos momentos. Los logros específicos fueron: a).-se hizo a un lado la pretensión de gravar alimentos y medicinas; b).- se estipuló el aumento de pago por consumo de bebidas azucaradas llamadas refresco; c).-En materia de Impuesto Sobre la renta se acordó que paguen una tasa del 30% quienes perciban hasta 500 mil pesos año y 31% a quienes lo hagan de 500 a 700 mil posos, además de que pagaran el 32% de 750 mil a un millón de pesos, en tanto que los que posean emolumentos de uno a tres millones pagaran el 34 y más de esa cantidad lo harán con el 35%. Por otra parte se retiró la propuesta original de que se sometiera con gravámenes a las colegiaturas en escuelas privadas, así como también las comisiones derivadas de créditos hipotecarios y de arrendamiento. De igual manera se desechó el pago de impuestos por espectáculos públicos. A los combustibles fósiles se reducen las cuotas por su tipo, se exentan el petróleo crudo y el gas natural, y se permite que el pago se pueda realizar con la entrega de bonos de carbono, en tanto que en el impuesto a plaguicidas, en 2014 se reducen las tasas 50 por ciento. La entrega del impuesto recaudado por IEPS gasolina estatal, a las entidades federativas, se hará durante los primeros 10 días hábiles del mes inmediato posterior al mes en que los contribuyentes hayan realizado el pago. Se modificó el ISR que considera de uno a dos millones de pesos en monto para tributar—pagar—incluyéndose a los que lo hacen bajo la fórmula de Régimen de Pequeños Contribuyentes. Asimismo se dará al sector primario un tratamiento diferenciado por tamaño de contribuyentes, tales como exención, tasa reducida y flujo, entre otros. Existen otras disposiciones que, como se observa mantienen estatus equitativos, por lo que pagaran más los que ganen más, con el agregado de que algunos productos de conveniencia como los alimentos para la manutención de mascotas y otros, que en realdad son superfluos y no afectan a las grandes mayorías. En síntesis, es una reforma hacendaria que termina con los privilegios de unos cuantos, aunado a esto, se certificará que se terminen de una vez por todas los privilegios de que han gozado grandes empresas e industrias, cuyos capitales omisos con sus obligacioens han lesionado grandemente la economía nacional. EN CONCRETO. A modo de editorial. Por Fin, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, aprobó la Reforma Hacendaria o también llamada reforma fiscal. Estas modificaciones constitucionales forman parte de los cambios estructurales que se llevan a cabo a iniciativa del presidente de la República Enrique Peña Nieto. Los representantes populares federales, lograron insertar en el nuevo esquema económico, las adecuaciones que buscan generar mayores equilibrios de justicia social y económica entre los mexicanos. Se trata de una serie de medidas disciplinarias para generar mejores condiciones de vida para todos, en el supuesto de que el régimen que nos gobierna está dedicado a ese gran objetivo de vida. Estas reformas, al igual que las otras que se han proyectado realizar, no han generado consensos entre los mexicanos, condición natural si tomamos en cuenta que vivimos en una sociedad plural y democrática regulada por instituciones y por leyes. Por elemental sentido de justicia, es de esperarse que con estas transformaciones lo que se pretende es crear espacios de igualdad, equidad, distribución equitativa de la riqueza, bienestar, crecimiento y desarrollo, sobre todo para los amplios sectores que hoy se encuentran en la indefensión, vulnerables y empobrecidos, efectos que no son, por supuesto, por obra y gracia del espíritu santo o porque ese sea nuestro destino manifiesto, definitivamente no. Las condiciones deplorables en que se encuentran millones de mexicanos, se debe en primerísimo lugar, a la ineficiencia, inutilidad, inoperancia, ausencia de compromisos e irresponsabilidad de los gobiernos, ya que en ellos recae la soberana voluntad de los mexicanos para gobernarnos. Una serie de factores creados al amparo de intereses sectarios o mafiosos, como la corrupción e impunidad, son los elementos identificables por los cuales millones de mexicanos padecen hambre y carencia de oportunidades. Esta es la realidad insoslayable, impredecible, inadmisible e imperdonable, que no se puede ocultar, al igual que, como dice la siempre acertada sabiduría popular: es imposible tapar el sol con un dedo. Ese es el gran reto de la clase política que nos gobierna y ojalá ese sea la meta primaria de la reforma hacendaria aprobada hace algunas horas. Deben hacerlo, antes de que despierte el México bronco. Es todo, gracias.
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 07:28:55 +0000
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