CASO OLMOS GAONA. Porque nada se dice? Pero el historiador - TopicsExpress



          

CASO OLMOS GAONA. Porque nada se dice? Pero el historiador Alejandro Olmos Gaona no se amilana, aunque tenga que dar la batalla en soledad y sumergido en el más absoluto de los silencios. El mayor investigador sobre la deuda externa argentina acaba de presentar una denuncia penal contra cinco presidentes que tuvo el país desde el regreso de la democracia y sus respectivos ministros de Economía. Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner fueron acusados de defraudación al Estado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad. Con los mismos cargos le apuntó a quienes fueron sus espadas económicas: Juan Sourrouille, Antonio Erman González, Domingo Cavallo, José Luis Machinea y Roberto Lavagna y todos los titulares del Banco Central y secretarios de Finanzas que los acompañaron en la gestión. Pero la quijotada no termina ahí. También demandó a ciento ochenta empresas que se beneficiaron con la estatización de sus deudas, créditos que pasaron a engrosar la deuda externa argentina. Entre ellas se encuentran firmas de los grupos nacionales Macri, Pérez Companc, Menotti Pescarmona; compañías extranjeras como la Mercedes Benz o Swift Armour; y también los principales bancos que aún operan en plaza como el Galicia, el Citibank, el Francés o el Río. “Los pasivos que transfirieron al Estado eran de 23.000 millones de dólares. A valores de hoy representan 80.000 millones, la mitad del total de la deuda argentina”, explica Olmos Gaona. -¿Por qué puede hablarse de delito y no de malas decisiones políticas? -En la doctrina penal europea moderna y también en la Argentina – lo dijo un constitucionalista como German Bidart Campos- han determinado que toda decisión política que afecta a un ciudadano es materia judiciable. Los delitos no son materia de renegociación y no hay forma de que renegociar un ilícito pueda interpretarse como una mala decisión política. Por otro lado, un funcionario podría decir que no sabía que el origen de la deuda era ilícito, pero es imposible: desde que se abrió la causa que impulsó mi padre todos los funcionarios involucrados se la pasaron contestando oficios judiciales. Estuvieron tan informados que el presidente Kirchner designó como abogado del Estado al mismo que contrató y asesoró a Menem, a través del decreto 319/04. Otra cosa: en agosto del 2004 hubo un homenaje a mi padre en Senado, participaron todos los bloques, enviaron cartas personales desde el Presidente para abajo. ¿Me va a decir que no sabían qué hizo mi padre y qué causa sostenía? El concepto que existe en la Argentina es que otra cosa no se podía hacer. Los delitos que auditaron en la investigación que llevó adelante Ballesteros determinaron que la deuda no tenía justificación económica, administrativa ni financiera. Agregaron que no se conocía el destino de esos fondos. Es el mismo juez Ballesteros, cuando dicta sentencia, que habla de ilicitud y fraudulencia de la deuda. -¿Cómo era el mecanismo del fraude? -Una empresa pública pedía préstamos que no necesitaba –YPF pidió 400- porque la Secretaría de Programación Económica había fijado un cupo de endeudamiento que debían tomar. Repito: aunque no fuera necesario. Esos fondos iban a parar al Tesoro Nacional para sostener la tablita cambiaria. Entonces venían capitales de afuera, cambiaban dólares por pesos, los depositaban a tasas mensuales del 16 al 20 por ciento, lo volvían a dólares y se lo llevaban. -¿Piensa que la Justicia irá a fondo? -Aunque no confiamos demasiado en estos tribunales, tenemos alguna esperanza en la Cámara Federal o que por lo menos algún ministro de la Corte formule algún planteo. Si no, iremos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y mostraremos allí las pruebas. Por un lado soy optimista, Stornelli procesó a Menem por el tráfico de armas y Montenegro no pertenece a la vieja camada de jueces. Por el otro soy realista, sé que enjuiciamos a los presidentes democráticos, a sus ministros, a sus presidentes del Banco Central, a los titulares de las empresas públicas y los máximos representantes de los grupos económicos argentinos y del exterior, que transfirieron sus deudas al Estado para no pagarlas. Estos señores hablan todo el tiempo de seguridad jurídica y ahora comenzaran a ampararse en artilugios leguleyos. Pero si vemos que esto no prospera, comenzaremos a publicar de todas las formas posibles la información, para que queden en evidencia
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 18:33:37 +0000

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