COMENTARIO BIBLÍCO ADVENTISTA: SALMOS 24 INTRODUCCIÓN.- EL - TopicsExpress



          

COMENTARIO BIBLÍCO ADVENTISTA: SALMOS 24 INTRODUCCIÓN.- EL Sal. 24, uno de los himnos compuestos para celebrar la fundación de Jerusalén como la ciudad del gran Rey (ver Sal. 30; 101; 132: 1-9), parece tener su marco histórico en los acontecimientos narrados en 2 Sam. 6 y 1 Crón. 15. Después que David tomó la fortaleza jebusea de Sión (2 Sam. 5: 6- 10), decidió trasladar el arca desde su sede transitoria en casa de Obed-edom, en Quiriat-jearim, hasta el lugar que le había preparado en Jerusalén. Preparó una ceremonia para esta ocasión, y como parte culminante de este servicio se cantó el Sal. 24 (ver PP 766, 767). Algunos han pensado que David escribió este salmo especialmente para dicha ocasión; pero esto no se dice explícitamente. Dos coros angelicales entonaron las palabras de los vers. 7-10, cuando el verdadero Hijo de David -Jesús- regresó a la Jerusalén celestial y recibió la bienvenida del cielo (ver DTG 772; PE 187, 190, 191). El himno consta de dos partes. Cuando se cantaba mientras se trasladaba el arca, sin duda se entonó la primera parte al pie de la colina donde se levantaba Jerusalén, antes de que los participantes comenzaran a ascender hasta la ciudad (vers. 1-6). La segunda parte se cantó frente a las puertas de la ciudad, inmediatamente antes de hacer la entrada triunfal (vers. 7- 10). Posiblemente las dos estrofas de la primera parte fueron cantadas en forma alternada por dos coros. Los desafíos y las respuestas de la segunda parte sin duda se cantaron en forma antifonal. Los vers. 7-10 aparecen en el inspirador coro "Alzad, oh puertas, vuestras cabezas", de la segunda parte del oratorio El Mesías de Haendel, el cual interpreta muy adecuadamente la naturaleza antifonal de este salmo. Este poema, tan cuidadosamente estructurado, se considera como una ampliación del pensamiento implícito en la declaración de Jesús: " "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" " (Mat. 5: 8). El primer requisito para llegar a ser ciudadano del reino de Dios es la pureza. Sólo los puros de corazón podrán entrar en la Jerusalén celestial. La rectitud permite la entrada por las puertas del cielo (ver Sal. 118: 19, 20). El Sal. 24 es el que se recita el día domingo por la mañana, en conmemoración de que así lo hacían los levitas en el templo. Esto lo sugiere también el encabezamiento que lleva este salmo en la LXX: "Un salmo de David, para el primer día de la semana". También se emplean sus versos en los días de fiesta que no caen en sábado y en los cultos matutinos de los días de semana al volver a colocar la Torah en el arca ( Authorized Book of Daily Prayer , págs. 196, 219; Talmud Tamid 33b; Encyclopedia Judaica , s.v. "Psalms, Book of, in Liturgy"). 1. De Jehová es la tierra. Como Dios es el Creador y Señor de toda la tierra, él tiene derecho sobre ella, sobre todo lo que la misma contiene y sobre todos sus habitantes. Este concepto elimina el exclusivismo del judío o del gentil. Este versículo es un perfecto ejemplo de paralelismo sinónimo. La segunda parte equilibra, repite y amplía el pensamiento de la primera. 2. Sobre los mares. Es probable que esta figura se haya tomado del relato de la creación. En el principio la tierra estuvo totalmente cubierta de agua (Gén. 1: 3); después la voz del Creador mandó que las aguas se juntaran en un lugar y que apareciera la tierra seca (Gén. 1: 9). Compárese con la expresión "las aguas debajo de la tierra" (Exo. 20: 4). 3. ¿Quién subirá? Ver Sal. 15. 4. Limpio de manos. No manchadas por la iniquidad. Las manos son los instrumentos de la actividad, y tenerlas limpias equivale a ser recto (ver Job 17: 9; Sal. 18: 24). Puro de corazón. La verdadera religión no consiste sólo en la conformidad externa con las ceremonias religiosas, sino que también convierte al corazón y produce pureza de pensamiento y sinceridad de motivos. Elevado su alma. O sea, "no se ha elevado" " (ver com. Sal. 3: 2; 16: 10). Cosas vanas. Heb. shaw" , "inutilidad". Algunas veces se emplea esta voz para indicar que los ídolos no son sino "vanidad" (Jer. 18: 15). También puede referirse a las opiniones falsas, al perjurio o al acto de tomar el nombre de Dios en vano (Exo. 20: 7). El hombre piadoso sólo toma en consideración lo que es verdadero y real. Ni jurado con engaño. Ver el noveno mandamiento (Exo. 20: 16). 5. Bendición de Jehová. La persona cuyo carácter es como el que se acaba de describir disfruta de la aprobación y el favor de Dios. justicia. Como es justo, recibe la aprobación de Dios y el trato que se merece por su verdadero carácter. 6. Generación. El término hebreo significa "pueblo" , "raza" o "tipo de persona" (ver Sal. 14: 5). La frase "buscar a Dios" se emplea para describir la verdadera religión del corazón (ver Sal. 9: 10; 14: 2; 63: 1). Abarca el sincero deseo de conocer a Dios. Oh Dios de Jacob. El hebreo dice sólo: "tu rostro, oh Jacob". La LXX traduce: "de los que buscan el rostro del Dios de Jacob". 7. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas. La procesión se acerca a las puertas de Sión; está a punto de entrar en la ciudad, y desde allí se pide permiso para que el Rey de gloria pueda pasar (ver com. Mar. 16: 19). Puertas eternas. Esta frase sugiere permanencia. Jerusalén debía ser el lugar de la morada permanente del arca. 8. ¿Quién es este Rey de gloria? Esta pregunta se cantó en respuesta a la demanda que se había hecho de que las puertas de la ciudad fueran abiertas (ver PP 766). En seguida, se da la respuesta: el Rey de gloria es Jehová, fuerte y poderoso; un Dios de autoridad que fue el creador y dueño de la tierra, y que manifiesta su poder derribando a sus enemigos. 9. Alzad, oh puertas. La repetición de esta exhortación refuerza lo que se está diciendo y enaltece la forma ritual del poema. Se está celebrando una ceremonia. La poesía hebrea usa agradablemente la repetición para lograr mayor énfasis (ver vers. 7). 10. ¿Quién es este Rey? Ver com. vers. 8. Jehová de los ejércitos. Dios es soberano de un universo de cosas y de seres creados, y que están ordenados como ejércitos dispuestos para la batalla. Su dominio es universal. Los habitantes del universo, de toda clase y categoría, reconocen su dominio. Algunas veces se usa el término "ejércitos" para referirse a los cuerpos celestes (ver Gén. 2: 1; Deut. 17: 3); en otros casos, para referirse a los ángeles (Jos. 5: 14; Sal. 103: 21; 148: 2). Los que llevaban el arca respondieron por primera vez (Sal. 24: 8), pero aparentemente las puertas permanecieron cerradas frente a la procesión que espera. Cuando responden por segunda vez con la frase "Jehová de los ejércitos", en vez de "Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla", parece haber sido un glorioso santo y seña para que se abriera la ciudad, con lo cual se refuerza el efecto del ritual. Ver también 1 Sam. 17: 45; 2 Sam. 6: 2; Isa. 1: 9. Este salmo termina en perfecta armonía con la idea inicial: sólo Dios es el gobernante del universo; sólo a él se le debe rendir reconocimiento universal. La ceremonia de la instalación del arca en el monte del Señor es una ocasión propicia para lanzar esta proclama. COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE 1 CMC 77, 194; 3JT 192; MB 292; SC 210; 1T 536; 2T 652; 3T 549; 5T 311; TM 199 3 PP 540 3, 4 CH 82, 101; MeM 74, 133; NB 74; 2T 307,459 4 3JT 192; MeM 352; PE 16, 58; 1T 60; 2T 552; 3T 207; TM 433,451 7 PE 187, 190 7-9 PP 508; SR 236 7- 10 DTG 773; HAp 31; PP 767; SR 239 8 PE 190 9, 10 PE 190
Posted on: Sat, 31 Aug 2013 11:24:14 +0000

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