COMENTARIO ESCUELA SABÁTICA Obediencia guiada por el Espíritu JESÚS es nuestro mayor ejemplo. Él, como hombre, nos enseña el camino de la excelencia espiritual, de la victoria. Ese camino es el de la obediencia. Somos nosotros quienes decidimos si obedecemos o no. La obediencia es un acto de humildad, y esa es una de las características de los santos: la humildad. JESÚS, siendo DIOS, vivió aquí en la tierra por más de tres décadas, y escondió de tal manera su divinidad que muchos no creyeron que fuese DIOS. Él “no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”, sino que se despojó de sus potencialidades, viviendo como un ser humano mortal. Sobre la obediencia y sobre el decidir obedecer, seleccionamos algunos extractos de Elena de White que enseñan el camino. “¿Os obligará Dios a obedecer? ¿Forzará él vuestra voluntad? Nunca. El Señor os ha dotado de talentos, inteligencia y raciocinio. El ha enviado del cielo a su Hijo unigénito para que abriera un camino para vosotros y para poner a vuestro alcance la inmortalidad. ¿Qué explicación podéis dar a Dios por vuestra debilidad, vuestra desobediencia, vuestra impureza, vuestros malos pensamientos y acciones?” “Dios ha señalado medios, si nosotros los usamos con diligencia y con oración, para que ningún navío naufrague, sino que capee la tempestad y ancle finalmente en el puerto de la gloria. Pero si despreciamos y descuidamos estas provisiones y privilegios, Dios no obrará un milagro para salvar a ninguno de nosotros y nos perderemos como Judas y Satanás”. “No penséis que Dios va a hacer un milagro para salvar a las almas débiles que albergan el mal, que practican el pecado, o que va a introducir algún elemento sobrenatural en sus vidas para elevarlas del ámbito del yo a una esfera más alta donde la tarea sea comparativamente fácil y no requiera ningún esfuerzo especial, ninguna lucha especial, ninguna crucifixión del yo; todos los que se demoran en el campo de Satanás esperando que esto se haga, perecerán con los obradores del mal. Serán repentinamente destruidos, y ya no habrá remedio”. Testimonios para los Ministros, 452-453 “Aquellos que consagran alma, cuerpo y espíritu a Dios, purificando sus pensamientos por la obediencia a la ley divina, recibirán continuamente una nueva dotación de poder físico y mental. El corazón suspirará por Dios, y elevará fervientes súplicas a lo alto por una clara percepción para discernir la misión y la obra del Espíritu Santo. No nos toca a nosotros usar al Espíritu, sino al Espíritu usarnos a nosotros, amoldando y formando cada facultad”. Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, 43 Las Escrituras existen para orientarnos rumbo a la eternidad. Nosotros somos los que decidimos, cada día, mantenernos en ese camino, o desistir de él optando por los atractivos de este mundo
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 14:15:32 +0000
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