CONFIESO QUE HE REGRESADO He invertido 25 años de mi vida en - TopicsExpress



          

CONFIESO QUE HE REGRESADO He invertido 25 años de mi vida en buscarme, en conocerme; he asistido, a veces angustiado, al abordaje de una realidad trascendente; he presenciado desde una orilla, el abismo de la nada; he visto caer poetas y al derrumbarse, convertirse en sombras anónimas. Apollinaire pedía "Piedad para nosotros que exploramos las fronteras de lo irreal". Eran otros tiempos, el exilio económico amordazó mi vocación literaria, pero mis sueños permanecieron intactos abriéndose paso entre tumultuosas experiencias en Ámsterdam, Bangkok, en Ibiza o en Quillacollo. Postergada mi creación literaria, opté por convertir a mi vida toda, en una obra de arte. Y condensé mi experiencia en cada instante. Hubo melancolía y nostalgia, mientras mis días, agrietados por la incomprensión ajena, dieron cobijo a una bella tristeza, que se contemplaba a sí misma con optimismo. Los ojos de mi corazón carecen de párpados. Intenté refugiarme huyendo hacia delante con creatividad y pasión. Sabía, en la realidad que me inundaba, que mi vocación libertaria y creadora, retoñaría un día; hay indicios de esa germinación, después de 25 años de haber sido testigo de utopías y holocaustos. Fue un cuarto de siglo en el que se ensayaron diversidad de iniciativas, gimnasias degradantes y deshumanizaciones vestidas de normalidad; ha progresado el progreso, dejando a la vida afuera; el accionar de la tecnología sólo contempla al ser humano, en la medida que se asume accesorio de la máquina. Todo este tiempo escribí casi nada, con excepción de textos didácticos, tenía que cumplir la tregua, ser protagonista de mi vida, custodiando mis experiencias para no terminar integrándome al "establishment cultural". He rechazado también la estéril búsqueda de "chivos expiatorios" que justifiquen nuestra claudicación. Más allá de la bohemia existencialista y la seducción paradójica del postmodernismo, permanece de pie mi disidencia. Mi juventud ha sido transitada en toda su extensión. He ido descifrando paulatinamente en qué consiste la vida o más puntualmente mi vida. Desentrañar misterios, y decodificar claves para asombrarme luego de las revelaciones, ha sido en mi caso fundamental, esto me ha permitido apartarme oportunamente de trincheras que no me corresponden y desplegar mis percepciones y creatividad en otras direcciones. Investigar, conocer, explorar otros estilos de vida, como todo buen hereje, fue un requisito de supervivencia, en ese camino de la vida, no exento de crisis, es decir de oportunidades para reflexionar mi propia existencia. Aún estaba en el cuarto de siglo preliterario, lo sabía. Y ese adolescente obsesionado por publicar, aguardó 25 años, para volver a escribir. Desechó el consumismo y los bienes materiales, conservó la capacidad de asombro, el sueño y la sensibilidad, para retomar el cincel creador y manifestar la disidencia de siempre, creando belleza. Actualmente soy abuelo, empero transporto la misma rebeldía y la voluntad ética suficiente para poetizar mi existencia y explorar mi imaginación. Soy hijo del silencio y he regresado. Su insignificante amigo fiel y servidor: P. YAMUNA ACARYA D. Celular 313 811 27 49
Posted on: Tue, 16 Jul 2013 11:11:34 +0000

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