CRÓNICAS DE UN ESPAÑOLITO DE A PIE POR QUE PARA GASOLINA NO TIENE. Acto VI ( me parece) Buenos o malos humos Hace unas fechas comentaba con mi amiga Rocío Jiménez, un tema sobre las varitas de incienso que algunos tenéis a bien de encender en vuestros hogares, sin saber yo exactamente, los beneficios de esta costumbre. Quiero hacer un inciso, el primero, para dedicar este relato a la amiga ya mencionada, a Mari Cruz,,Reyes Gmez, Montse Casado y Miguel Angel Ramos Vazquez, además de a tod@s los que tengáis a bien leerlo. Dicho esto prosigo sin dilación con el relato de los hechos, que no es nada mas que las ganas que tiene, vuestro mas fervoroso admirador, de sacarle punta a cualquier echo cotidiano. Resulta que hace algunos veranos, ya, una droguería mandaba casa por casa , panfletos de ofertas sobre algunos artículos que tenía a la venta. "Droguería". Recordaré toda la vida la primera vez que vi esta palabra en un escaparate. Puedo juraros que me llenó de desazón. Toda la culpa la achaco a la serie policíaca de televisión Manix y a la mente, calenturienta, de niño hiperactivo que tenía y tengo, aún. Hasta entonces, en mi pueblo, las palabras de establecimientos se correspondían con el articulo que dentro se mercaba. Así perfumería era para perfumes, farmacia para fármacos, peletería para abrigos de piel, (jamás, por cierto, vi entrar a mi madre en este ultimo establecimiento) etc, etc........ pero este , droguería, era nuevo. Impaciente esperé a la hora de la comida para soltar la bomba y preocupar un poco mas a mis progenitores con mis descabelladas dudas. Sentados a la mesa descerrajé sin pensármelo dos veces la noticia.- ¿ sabéis que han abierto un comercio donde venden drogas?.- El efecto fue inmediato. Mi padre soltó la comida que tenía en la boca de golpe, mi madre con la barriga hinchada con el proyecto de mi hermano menor no-nato aún, empezó a mover la cabeza de un lado a otro recriminando el comentario , mi hermana mirándome con el típico gesto de que estará tramando el linchador de muñecas este y yo temiendo haber metido la pata como siempre. Echas las aclaraciones pertinentes, por parte de mis padres, de que me encontraba en un error y que el local no se dedicaba a ninguna tarea delictiva, me quedé conforme a medias, por que en mi convulsa mente rondaban miles de posibles nombres para el citado establecimiento. Bien perdonad pero me salgo por la tangente a la mas mínima. Como decía mi señora me enseñó, las dichosas varitas que venían en oferta con el pertinente portador de las mismas. Aquel mismo sábado que salimos ha hacer algunas compras necesarias e innecesarias, pasamos por el establecimiento con la idea de adquirir los citados artículos aromáticos. Compramos dos portavaritas, que cada uno tenia para poner dos de estas, bajo el consejo de mi señora que opinó que dadas las dimensiones del comedor de nuestra casa eran las que se necesitaban. Ese mismo sábado por la noche, encendimos las varitas y salimos a dar una vuelta. Cuando regresamos y abrimos la puerta de casa, el humo salia como si diez personas hubieran estado fumando puros en el comedor.Algo se esta quemando fué el primer comentario al entrar por las puertas. Aquello de ambientador nada de nada y de humos..... os podéis imaginar. Las ventanas abiertas de par en par toda la noche, a cada golpe de tos de mi hijo pequeño era achacado a las varitas y como es normal el comentario típico de comprar cosas desconocidas. El otro día volví a ver las cositas estas, condenadas al destierro obligatorio en un mueble que casi no se usa, y no pude evitar reir al recordar lo sucedido años atrás.
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 10:24:14 +0000
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