Capitulo 2: la “esa” nueva Al día siguiente me desperté más - TopicsExpress



          

Capitulo 2: la “esa” nueva Al día siguiente me desperté más cansado de lo habitual. Despertar tan temprano por la mañana es otra cosa que detesto de verdad. Hice lo que habitualmente hago y me fui directamente al instituto, donde me encontré con estos “tipos” otra vez. - Solo por el hecho de venir en un deportivo, ya te sientes como el premio gordo, ¿no? –me dijo C.A.P, quien acababa de llegar en su tan cuidada motocicleta bordo oscuro. - Ja, para las chicas siempre soy el premio gordo, -bromé. Y extendí mi brazo para saludar a los demás que bajaban del Mercedes Benz Mclaren Mansory blanco perlado de JungMin. - HOLA!! –apenas nos vió, JungMin corrió directamente hacia nosotros, con una de sus enormes manos nos decía hola y mientras que con la otra sostenía la correa de su mochila, también blanca. - ¿Listos para otro día? –preguntó YongGuk, con una media sonrisa que dejó locas a las chicas que cruzaron frente a nosotros. - Vámonos ya. –dije, empujándolos hasta adentro. La mañana transcurrió como la anterior, las fans, los enojos brutos de JunYoung, etc. Pero algo fue diferente este día. Al salir de clases, JungMin nos llevó hasta su nuevo auto; que sus padres le habían comprado porque decían que ya estaba bastante “grandecito” como para venir solo al instituto. Al imaginarme el berrinche de de niñito que habrá hecho, no pude evitar reír. Sus ojos radiaban luz, imposible sentirse tan feliz por algo. Pfts, que digo. - Así que aceptaste al fin un auto propio. –dijo C.A.P, palmeando el hombro de su hyung. - Haaaa, si. Decidí que ya era hora de tenerlo, después de todo, este es mi último año. –dijo con un tono de remordimiento, pero sin perder su bella sonrisa. – En algún momento tendré mi propio palacio en donde viviré felizmente con mi princesa, -al decir esto último, nos quedamos boquiabiertos. ¿Desde cuándo JungMin tiene novia? Este infeliz… - ¿Princesa? ¿Qué princesa? ¿Desde cuándo…. Tú? –dijo el estupefacto y confundido JunYoung. -¿Cómo es posible? Y sobre todo, tú, siendo así, tan inmaduro, y tan, tan afeminado; que chica podría querer a un hombre así… -concluyó. - Eso no les importa a las chicas. Solo buscan a los universitarios, cosa que no eres. Enano. –dijo JungMin, haciéndole burla a JunYoung. - ¿Enano? Que tú seas un gigante… no es nuestra culpa –dije y le di una sonrisa juguetona. - ¿Y tú qué? Si practicaras en algún deporte, de seguro alcanzarías a verme a los ojos. –Me dijo JungMin, con una especie de puchero. - Ustedes realmente de desvían del tema muy rápido. ¿No hablábamos del auto?-dijo C.A.P Nuestras conversaciones eran de este tipo, puras estupideces y toda la cosa. Hasta que YongGuk dijo que iría al baño. YongGuk Me fui directo hacia el baño, y cuando salí, una de las vices me llamó. Fui junto a ella hasta la administración donde me encargaron acompañar a una de las nuevas estudiantes para que conociera el instituto. - Claro. No hay problema. ¿Pero….? ¿A quién tengo que…? –esta chica no me dejó terminar, cuando la mire ya estaba tomándome de la mano. En ese momento solo quise decirle, “¿de dónde la confianza?”; pero no lo hice. - HOLA!!! Soy KwangHee –dijo mirándome de una forma extraña. - Si, ella es KwangHee, es una estudiante transferida y dado el caso de que es nueva, no conoce la institución, ya que apareciste por aquí creí que podrías ayudarla y mostrarle el lugar. –me dijo mientras rellenaba unos formularios en su escritorio, entonces acepté. - Está bien. ¿Vamos? –le dije mientras le daba una sonrisa. La llevé hasta el 6to Piso y le enseñe los salones donde tendría sus clases. Luego, bajamos hasta el 4to Piso, dónde estaría en clase de química. ¿Será mi compañera? - ¿Estás en clase de Química? –le pregunté confuso. - Si. ¿por qué lo preguntas? –me preguntó mientras sostenía mi mano y ahora también mi antebrazo. - Porque seremos compañeros… -dije mientras miraba el salón vacío. - ¿De verdad? Mi primer día y ya tengo una amigo –dijo sonriéndome. - Amigo. Si. Ham, hablando de eso, te presentaré a mis amigos. Digo, si te parece bien –a decir verdad, no quería estar tanto tiempo solo con esta chica; quién sabe lo que haría si se pusiera más feliz. - Claro. –ni siquiera me dejo terminar la palabra y ya estaba otra vez jalándome de aquí a allá. Cuando llegamos a dónde estaban los demás, a lo lejos me miraban con unas caras curiosas. Ya solo estaban DongHyun y JungMin. Cuando esta chica los vió, se ajusto más a mi brazo, que ya no podía sentirlo. - ¿Son ellos? ¿Tus amigos? –preguntó iluminada. - Si, ¿los conoces? –pregunte, todavía confuso. - Ya había oído de ellos. Ustedes son, a los que ni siquiera las chicas más proporcionadas pueden acercarse. Cuando entré, vi a unas chicas hablando como en círculo, cuando me les acerqué, vi unas cuantas fotos llenas de corazones y brillitos, todas en un cuaderno. –dijo, haciendo una mueca, como que eran poca cosa. - ¿Proporcionadas? –ha, esta chica solo me provoca confusión. - ¿Siendo hombre no sabes lo que significa? –dijo con un tono de decepción,- A lo que me refiero con proporcionadas, es cuando una chica trabaja sus… -me dijo, intentado explicarse bien. - Da da da, no importa. –No la dejé terminar. Con solo imaginarme a lo que se refería, no quería ni escucharlo. - Hola. Creí que dijiste que ibas al baño, pero, ¿por qué…? –DongHyun la señaló y me miró con unos ojos pícaros. - No seas tarado. Ella es KwangHee, es transferida desde la Academia de Ciencias de Incheón. Sólo estaba mostrándole el lugar porque no lo conoce. No te hagas ideas. –Hay veces en las que realmente me molestan sus comentarios. Sonó la campana de nuevo, indicándonos que debíamos regresar a clase. Después de unas 6horas más de clase, por fin a casa. - Oye, ¿por qué tanta prisa? –oí por mi espalda la voz gruesa y segura de YongGuk quién me sujetó por el hombro. –Unos chicos en clase me dijeron que ayer se inauguró un nuevo parque temático cerca del río Hangul, no me interesa mucho, pero quizá podríamos ir y pasar un buen rato juntos, como lo hacíamos de niños. ¿Qué opinas? - ¿Tú? ¿De verdad quieres ir a un lugar lleno de niños? –el hecho de que justamente él fuera quién ofrezca algo así, era realmente extraño. - ¿Qué? No, solo digo que, que… a JungMin, si, él seguramente querría ir. Lo digo por él. –dijo mientras se tocaba la nuca. - No tienes porque esconderlo. –le dije y lo redé por los hombros con mi brazo hasta donde pudiera alcanzar, después de todo, él aún me sobrepasa. –Me anoto, cuenta conmigo. Preguntémosle a los demás si quieren. –y nos encaminamos hasta el estacionamiento, dónde JungMin y los demás ya estaban. - Hey, YongGuk tuvo la idea de hacer una salida, como lo hacíamos antes. ¿Quieren? –les pregunté, esperanzado de que aceptaran. Hacía tanto tiempo que hacia esto. - ¿YongGuk? ¿Realmente él lo propuso? –dijo C.A.P mientras me miraba con ambas cejas arriba. -¿Realmente tú lo propusiste? –esta vez lo miro a él. - Déjalo en paz. –dijo JungMin levantándose del asiento de su Mercedes y se encaminaba a donde estaba YongGuk. – Es la primera vez que lo veo de esta manera. ¿Deberíamos ir? –su rostro se iluminó con su sonrisa deslumbrante mientras preguntaba.- Por favor, debido a que este es mi último año, cúmplanme este deseo, por favor, por favor, por favor, si, si, si. –como un niño pidiendo permiso a su mamá, nos miró con alegría. - ¿Pequeño deseo? ¿Qué pequeño deseo? –preguntó JunYoung, quién por primera vez, parecía estar de buen humor. - El deseo que pedí en mi anterior cumpleaños. Ya que este es mi último año, en el que podré estar con ustedes; tienen que hacer los recuerdos más felices que pueda tener de la escuela elemental. –dijo con un tono algo ofendido, porque no recordamos algo que para él, era tan importante. - Aish, como no. Aunque eres mi amigo, no haría algo así. Ni que fueras mi novia.-protestó JunYoung, cruzándose de brazos. - No sean así. Además sería algo en verdad divertido. Un parque de atracciones, ni siquiera cuando de niños pudimos ir a un lugar como ese.-YongGuk empezaba a mostrar su lado juguetón. - En mi opinión suena interesante, quizá, por fin encuentren una chica decente con quien estar –dije bromeando e insistiendo.- Además, ya va siendo el segundo día de clases, y aún no hemos hecho algo divertido juntos. - De acuerdo, está bien. Vámonos entonces.-dijo JunYoung, refunfuñando por mi sarcasmo. YongGuk y yo fuimos en mi auto; mientras conducía el indicaba el camino. C.A.P nos seguía en su moto y JunYoung junto con JungMin, iban detrás de la moto. El parque no quedaba tan lejos, pero el tráfico por el segundo día del “Nuevo Parque Temático”, era el peor. Cuando entramos, al fin, incluso las personas mayores se nos quedaban mirando. Solo empezé a preguntarme qué tan extraño era ver a jóvenes conducir en estos días. Era en verdad enorme el lugar, fuimos hasta la sección de aparcamiento. Al bajarnos de los autos, las chicas e incluso las niñas pequeñas se nos quedaban viendo. Cuándo C.A.P bajó de su motocicleta una pequeña niña se le acerco simplemente para decirle: “Oppa es como un príncipe encantador”. C.A.P aunque parecía un tanto rudo, no pudo soportar la ternura con la que la pequeña la miraba. Ésta lo tomo de la mano y le pidió que la ayudara a encontrar a su hermana mayor que se encontraba dentro del parque. - ¿Y ahora qué hago? –dijo C.A.P confundido. - La verdad, no tengo idea. Normalmente todas las niñas se le acercan a JungMin para decirle algo como eso. Pero en tu caso, es de verdad extraño –dije sin saber qué hacer. - JungMin, ¿qué es lo que harías tú? –esta vez C.A.P se dirigió hacia el maestro “Príncipe de las Niñas”. - ¿Qué? ¿Acaso no es obvio? –dijo mientras caminaba hacia nosotros. –El chico rudo tendrá que ayudar a la pequeña a encontrar a su hermana. –lo miró mientras se reía de su problemita. - ¿Dónde perdiste a tu hermana? –me acerqué a la pequeña, por lo cual tuve que ponerme de rodillas. -¿Puedes decirnos en qué parte del parque la viste por última vez? –pregunté. - No puedo recordar, cuándo me di cuenta, ya estaba en este lugar. –dijo; en una voz tan baja que apenas pude escuchar; mientras se escondía detrás de la pierna de C.A.P y se sujetaba fuertemente de su mano. - No tienes por qué tenerme miedo. Solo quiero ayudar. ¿Si? –le dije con “esa” sonrisa mía, intentando hacerla sentir cómoda. - Solo vas a asustarla más de esa forma, no te le acerques demasiado.-me dijo JunYoung, bromeando al ver mi cara. - Mejor darnos prisa, ya pronto anochecerá. Además, supongo que su hermana también debe estar buscándola. –dijo JungMin, tomando a la pequeña por la mano que tenía libre y abriéndose paso entre la gente. Caminamos hasta llegar al pasaje. Era la entrada más grande que había visto, y también había tantas personas, entrando y saliendo del lugar; moviéndose por todas partes. Cuando JungMin se dio cuenta de que era posible que la pequeña niña volviera a perderse, la sujeto con fuerza por ambos brazos y la llevó hasta su cuello; de esa forma podría evitar perderla y quién sea que fuera su hermana, quizá alcanzaría a verla. Después de todo, con la altura incansable de JungMin cualquier persona que estuviera a lo lejos, podría ver a la niña sentada en sus anchos hombros. Buscamos por todas partes, desde los salones de juegos, los anchos jardines, el laberinto vegetal, el paseo para los enamorados, el museo de estatuas hasta que llegamos al restaurante principal del parque. Era un lugar tan amplio, con hermosos y enormes ventanales a lo alto, candelabros dorados y adornados, las paredes con un tapizado muy elegante y toda la cosa. La mesa que YongGuk eligió estaba como en una segunda plataforma, toda adornada y servida, con un mantel blanco y con bordes detallados; las sillas también tapizadas y blancas, grandes pero delicadas, con sus bordes dorados. JungMin, quien parecía el más cansado, bajó a la niña y la sentó en sus piernas. Yo me senté a su lado, junto a la ventana. - Esto es en verdad agotador –dijo con un medio puchero, JungMin el que actuaba más infantil que la niña. - Imposible que con este pequeño paseo ya te cansaras, ¿qué problema tienes?-dijo YongGuk frunciendo el ceño. - Las desventajas de ser una persona alta –dijo bromeando y le di un golpe con el codo en sus costillas. - Tengo hambre,- dijo la pequeña a la vez que su estomago crujía. - OH!! Realmente adorable,- dijo JungMin mientras la abrazaba por la espalda.- ¿Qué es lo que se antoja?-pregunto, arreglándoselas para verle a la cara. - Wafles, mi hermana siempre los hace para mí.-respondió la pequeña, con timidez. - Oh, ¿de verdad? Entonces espera un momento, los pediré para ti y luego seguiremos buscando a tu hermana. ¿Está bien? –le dijo JungMin con una sonrisa pícara, y me hizo una señal que no entendí nada. - ¿Qué? ¿La niña te comió la lengua? –dije. Mientras discutíamos por nada, la mesera nos notó y se acercó de inmediato a por nuestros pedidos. Le dijimos uno por uno lo que queríamos y cuándo llegó el turno de JunYoung; la mesera se ruborizo e incluso lo miró de pies a cabeza. Con solo verla pude darme cuenta de que era exactamente el tipo de chica de JunYoung, el tipo de chica que el realmente odia. A pesar de estar en un lugar tan fino, ella había recortado las orillas de su falda, haciéndola mucho más corta que el de las demás. Su camisa, pft, incluso me hizo sentir asfixiado. Aunque ella no llamó en nada mi atención (y al parecer yo tampoco la de ella), pude disimular mi desagrado hacia su actitud nada refinada; el problema sería JunYoung quien de seguro no podría aguantarse sus “criticas”. Y no lo hizo, cuándo notó que ella lo estaba mirando, más bien observando; lo primero que hizo fue levantar su ceja derecha, mirándole de reojo. También, la culpa la tenía él, estando en esa “pose cool” como diría C.A.P, con las manos en los bolsillos de sus jeans negros un tanto rasgados, su buzo negro con bordes y escrituras en inglés de color blanco y esos borcegos de leñador negros también, antes del comienzo de clases había teñido su cabello de un rubio tirando para blanco a excepción de los cabellos de su nuca, que los tenía de un color algo así como bordó. ¿Cómo esperaba no llamar la atención de las chicas? ¿Cómo? Incluso a mí me gustaba como lucía en esas fachas. Parecía un chico rudo, de esos que no pueden responder a una sola pregunta con una buena onda, que sólo salen de noche para hacer quién sabe qué y toda la cosa; pero la verdad es que así solo parecía ser, su verdadera personalidad sólo la conocíamos nosotros. - ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? ¿Qué tanto miras? –por poco y ladraba este rottweiler. Parecía una metralleta, reventando de preguntas. JunYoung, el rottweiler metralleta. –Vine aquí a comer, no a que me estén registrando. Aish, este tío, diría C.A.P. Por más bruto que sonara, cuándo vi la cara de la chica, uno supondría que lo abofetearía por decir algo así, pero no, parecía gustarle el hecho de que JunYoung fura así con ella. A qué clase de persona le gusta que le hablen de esa forma, digo, incluso yo siendo hombre lo habría abofeteado. - Lo siento, es solo que… que, am… -bajó su cabeza al pronunciar estas palabras. Le levantó y descaradamente le dijo-: Eres muy apuesto. - ¿De verdad? ¿Te parece? –le dijo JunYoung cruzando sus brazos sobre la mesa, mirándola más de cerca.- No pienso lo mismo de ti. - ¿Qué? Am, no yo… –no terminó esa frase y empezó con otra- ¿Qué desea comer?-le preguntó mirando la libreta que tenía en sus manos. - Ya no tengo hambre.-le contesto el “caballero”, al tiempo que se recostaba por su silla, cruzando sus brazos por detrás de la cabeza. - Les traeré sus pedidos en unos minutos- fue lo último que pronunció y se fue en dirección a la cocina. La miré mientras se iba, con la cabeza gacha, no pude notar si estaba llorando o riéndose, enojada o sonrojada, que se yo. - Que molestia, creí que sería divertido- dijo mirando a YongGuk. Después de unos segundos de miradas asesinas que le estaba tirando, se oyó un grito corto pero doloroso, que hizo incluso saltar a YongGuk un poco de su silla.-Pero veo que me equivoque.-le había dado una patada por debajo de la mesa. - ¿QUÉ HOMBRE? ¿Cuál es tu problema? –dijo, mientras se frotaba el lugar donde había recibido el golpe.- ¿Por qué es mi culpa? ¿Acaso esperabas que supiera que esto iba a pasar? - Aún así es tu culpa por insistir.- dijo bufando. La niña sonrió con la pequeña escena que sus “oppas” estaban haciendo en público. - Ustedes dos, enserio dan vergüenza ajena. La niña es incluso más madura que ustedes dos.-dijo queriendo bromear. ¿Y para qué demonios lo hice? Después de unos segundos de haber dicho aquello, grité incluso más fuerte que YongGuk. En mi pantorrilla, en mi delgada pantorrilla, sentí como de destrozaba con el enorme pie de JunYoung. - JUNYOUNG HIJO DE LA MADRE!!! ¿POR QUÉ? Solo fue un pequeño comentario, aish hombre-dije mientras intentaba revivir de la muerte a mi pierna. Las personas voltearon a vernos, con esas expresiones que ponen tus compañeras cuando te hurgas la nariz. - Para que aprendas a callarte. Cuando lo necesite, pediré tu comentario.- dijo sonriéndome demedio lado.- Algo más que quieras decir, te escucho. Si le hubiera regresado el golpe, en estos momentos no habría quedado nada de mí. Nadie se atrevía a meterse con el impotente JunYoung. Mientras me quejaba, la mesera regresó con nuestros pedidos, la sonrisa que milagrosamente había tenido JunYoung, desapareció por completo y miró hacia la ventana que tenía a su izquierda. - ¿Olvide algo?- preguntó la chica. Contuve mi risa cuando noté que a escondidas ella se las arreglaba para mirar a JunYoung. - Si, tú… -JunYoung no terminó de hablar, C.A.P le había tapado la boca antes de que algo descarado saliera de ella. - Nada, gracias por los pedidos.- dijo C.A.P sonriéndole para disimular evitar un momento incomodo. - Si necesitan algo, solo… –estas últimas palabras las pronunció en dirección a JunYoung, para que la oyera.-… llámenme. - Está bien.- dijo JungMin. La niña se comió todo lo que había pedido tan rápido, cuando yo solo estaba empezando a beber mi batido. Después de un tiempo, cuando todos habíamos terminado de comer. Salimos del lugar, para seguir con la “búsqueda”. Al salir, YongGuk comenzó a estirase como si recién hubiera hecho ejercicio. JungMin hablaba con la niña de no sé qué, C.A.P se cruzó de brazos mirando hacia los costados, yo estaba con mis manos, ya cansadas, en la cadera. Esperábamos a JunYoung, quién había ido al baño. Escuché un fuerte golpe a mis espaldas, provenientes del portazo que dio JunYoung, se aproximaba hacia nosotros muy enojado cuando desde la misma puerta salió la misma chica que fue nuestra mesera, ahora llevaba ropas normales, o lo que se puede decir normal. Lo sujetó del brazo, con la intención de detener su paso apresurado; cosa que consiguió con mucho esfuerzo. El se dio la vuelta y la enfrentó. - Por favor, espera un minuto- dijo ella, al tiempo que lo agarraba con su otra mano, la mano ajena.- Creo que no entendiste lo que quise decir. - Claro que lo entendí perfectamente, y no quiero nada de eso- dijo casi a los gritos. No estaban muy lejos de nosotros, por lo cual pude escuchar la rudeza en sus palabras. - ¿Por qué no? ¿Tienes novia? ¿Cuál es el problema?- dijo, acercándose más a él. - ¿Qué cuál es el problema preguntas? ¿Cuál es tú problema?- dijo soltándose brutalmente del agarre de ella.- Déjame en paz, ya no molestes. - No importa lo que me digas, ni como me lo digas. Me gustas y no voy a dejarte ir.- dijo con seguridad ella, quien volvió a sujetarse de las muñecas de JunYoung. - Ya es suficiente!!! -exclamó el. Se notaba como su enojo aumentaba cada vez que ella pronunciaba una palabra. - NO!! –dijo ella y de la nada lo abrazó, como quien no quiere la cosa. –Ya lo dije, no voy a separarme de ti, desde ahora. - ¿QUÉ?- JunYoung cada vez se enojaba más y más. La agarró de los hombros y la empujó, con la intención de separarla de su torso.- SUELTAME!! ¿No entiendes? Tú, no me interesas.- dijo, y con esto último dicho, ella se despegó del pecho de JunYoung; sin soltarle por completo; para mirarle a los ojos. Aunque por un momento pareció entender las palabras de él, no fue así. Volvió a abrazarlo, pero ahora no se apoyó sobre su pecho, si no que, al ser alta, puso su rostro lo más cerca que pudo del de JunYoung (aún así, debía mirar hacia arriba). - ¿Lo dices enserio? ¿Por qué?- dijo, intentando hacer un puchero. Puchero en el cual JunYoung no cayó. - Si –ya estaba agotado de tanto discutir, se notaba en sus palabras que ya salían sin fuerzas.- Suéltame ¿quieres? - No- se recostó por el cuello ajeno. - Ya es suficiente! –al terminar de decir esto, de un solo tirón, la empujó con fuerza; pequeño empujón que la hizo dar tres pasos hacia atrás.- Deja de molestarme, si vuelvo a verte, no voy a contenerme.-dijo sin separar los dientes para hablar. - ¿Golpearías a una chica?- preguntó confundida. - Me importa un cuerno que seas una chica; solo puedo verte como una persona exageradamente molesta y problemática. – dijo con fuego en los ojos y se dio vuelta para seguir su camino hacia nosotros. Cuándo volteó la mirada directo hacia nosotros, me fue difícil disimular; ya que estaba boquiabierto por la situación. Esta vez ella se quedó en dónde JunYoung la había dejado, estaba callada. Al llegar donde estábamos, siguió de largo y nos hizo una señal para que lo siguiéramos. Que fué lo que hicimos. Caminó hasta doblar por la esquina del restaurante, acto seguido se detuvo para esperarnos. Después de intercambiar unas cuantas miradas confusas, seguimos con nuestro camino, seguimos con la búsqueda de la hermana mayor de la niña. -¿Por dónde no hemos buscado aún?- pregunté, mientras me rascaba la cabeza. Caminamos por tanto lugares ya, que estaba empezando a confundirme. - No lo sé, creo que por… -no terminó la oración, la niña se soltó de su mano y se precipitó a correr hacia adelante, esquivando a la gente como una serpiente. JunYoung, que era el que estaba más cerca de la niña, corrió detrás de ella, para no perderla de vista. Yo lo seguí, y los demás fueron detrás de mí. Al ser tan baja la niña, yo no pude verla en ninguna parte, solo podía ver como la espalda de JunYoung se alejaba. Cuando llegué a donde JunYoung se encontraba, vi a otra chica arrodillada delante de la niña. Sentí como que de algún lugar, ya la conocía. No pude verle la cara, ya que miraba para abajo. - ¿Tú eres su hermana?- pregunté. Ella levantó la mirada hacia donde estaba la mía; fue en ese momento que la reconocí. - ¿KwangHee? ¿No es así?- pregunté para asegurarme si era ella o no. - Oye, tú eres… eres… -se paró a la vez que chasqueó los dedos mirando hacia arriba, haciendo un gesto como que estaba pensando. - DongHyun, el de tu mismo instituto. YongGuk nos presentó. –le dije algo indignado. Ella no se acordaba de mí, y yo recordándola al instante, me hizo parecer interesado. - Oh! Si, ya te recuerdo, lo siento. Tengo tantas cosas en la cabeza, que lo olvidé.-dijo a la vez que frotaba la nuca. - No importa, entonces, ¿tú eres su hermana?-pregunté mientras miraba a la niña. - Si, tuve algo que hacer y en el momento que quise tomarla de la mano, ella ya no estaba a mi lado. –dijo mientras se sonrojaba- ¿A ti es a quien no conozco?- estiró su mano para saludar a JunYoung. Extrañamente, él aceptó el saludo. - Hola, soy… –era extraño verlo reaccionar de esa manera ante una chica,- soy JunYoung.- cuando dijo su nombre y toco la mano de ella, miró hacia un costado parpadeando varias veces. - Hola.-dijo ella soltando el saludo para después juntar sus manos delante de su cuerpo. Al momento en que estos dos terminaron de saludarse, se hizo un silencio algo incómodo. Por atrás de JunYoung llegaron caminando los demás, con total tranquilidad. El único algo exaltado era JungMin, que pareció preocuparse más por la situación. Hasta que decidí hablar. Dije lo primero que se me cruzó por la mente. Cualquier cosa sería buena en este momento. Ya que habíamos solucionado el problema de la niña, ¿por qué no divertirnos? Después de todo, estábamos justo en medio de un inmenso parque de diversiones. - ¿Qué tal si vamos a aquel?-dije, señalando la inmensa rueda de fortuna. - ¿Ahora? Ya estoy algo cansado. ¿Por qué no regresamos otro día?-dijo C.A.P, poniéndose de cuclillas. - Hombre, ni siquiera hay que caminar tanto- dijo YongGuk y le dio un golpe en la cabeza. - Entonces, gracias por encontrarla. Ya debemos volver a casa así que… -antes de que terminara hice un gesto con mi boca, un pequeño sonido que ella escuchó. - Oye, quédate un poco más, aún falta para que anochezca; además, lo tomaría como agradecimiento por la ayuda que te dimos.-dije. Crucé mis brazos, por lo cual ella aceptó la propuesta. Cuando el paseo por la rueda de la fortuna terminó, seguimos de juego en juego. Pero a causa de ser tan grande el parque, no pudimos recorrerlo por completo; quedaron montones de juego aún que estaban tentándome. Sin darnos cuenta; por lo divertido que estábamos; anocheció por completo. Nos dirigimos a los aparcamientos en dónde estaban nuestros vehículos. JungMin, fue el primero en salir; él llevaba a YongGuk. C.A.P, se fue en su motocicleta. Yo esperé a JunYong, aunque su casa no estaba muy lejos del parque, conociéndolo, supuse que me pediría que lo llevase hasta ella. No pasó lo que creí que sería. Estaba a punto de subirme en el momento en que KwangHee se despidió. - ¿No prefieres que te lleve? –pregunté caballerosamente. - No, gracias, disfruto mucho caminar.-dijo, moviendo su cabeza de un lado a otro. - ¿De verdad? Entonces supongo que está bien.- me encogí de hombros. - Adiós, nos vemos mañana en el instituto.-se despidió con su mano y se encaminó hacia la salida. Cuando gire mi cabeza para encontrarme con la mirada cansada de JunYoung, éste estaba mirándola irse. ¿Qué demonios le sucede a este? - Oye, tú. ¿Quieres que te llevé? –pregunté, sabiendo que respondería justo lo que estaba pensando. - No, no es necesario. Mi casa está cerca así que. -¿me equivoqué? O ¿hice algo para recibir esa respuesta? - ¿Qué? ¿Tú? ¿Caminar? –pregunté tan confundido como pude. - Nos vemos. –se acercó a mí y me palmeó el hombro. Lo vi mezclarse con las demás personas que salían del parque. No pude ver más de eso. Subí a mi auto; aún confundido; y también me fui. Al salir vi a JunYoung irse por la izquierda, aunque quise seguir espiándole, no pude porque se aproximaba un cruce. Conduje directo a mi casa. No podía pensar en nada más, excepto en dormir. Esos juegos sí que cansan. JunYoung Seguí el camino que iba hacia mi destino. Estaba un poco adormilado. Después de frotarme un poco los ojos. La vi a ella, que iba unos cuantos pasos delante de mí; cada vez disminuía su velocidad. Parecía cansada; intentando llevar a su pequeña hermana, quién se estaba durmiendo por lo tarde que ya era. Algo me dijo que le ofreciera ayuda, pero por otra parte, ¿yo? ¿ayudarla? ¿por qué? No tenía ningún motivo para hacerlo. ¿Por qué, justamente yo, fui a tener una conciencia limpia? Había decidido. Apresurar mis pasos para llegar donde estaba ella. No fue difícil alcanzarla. La calle iba en subida. Por lo visto, la pequeña niña se durmió del todo, haciéndole peso en sus piernas. Estuvo cerca de caer hacia atrás. Antes de que eso pasara, la sujeté desde atrás por los hombros. - ¿Necesitas ayuda? –pregunté. Por su mirada parecía sorprendida de encontrarme ahí. - ¿Tú? ¿Que acaso no te fuiste con oppa?- me preguntó confundida, soltándose de mi agarre. - ¿Oppa? –confundida ella, confundido yo. - Me refiero a DongHyun. –dijo, esforzándose para sostener a su hermana. - No. No necesitaba que me lleve, mi casa está a unas calles más de aquí.-dije, explicándole. ¿Explicándole? ¿Por qué hice eso? No necesito explicar nada a nadie. - Oh, entiendo. –dijo, mirando hacia un costado. - ¿Necesitas ayuda?- volví a repetir la pregunta de antes. - ¿Ayuda? ¿Para qué?- de nuevo, estaba confundida. - Estando en ese estado, de que recuerdas o reconoces cosas escasamente. ¿Cómo esperas que alguien no se preocupe por ti?- dije elevando un poco mi tono, parecía no escuchar nada. - ¿Preocuparse? ¿Quién?- abrió a la par sus ojos, mirándome extrañada. - AISH!! ¿Quieres que te acompañe a casa?- dije, casi gritando. - Oh, eso. –dijo, captando recién lo que estaba diciendo.- Mi casa está aún más lejos que la tuya. No quiero molestarte.- dijo. - No es ningún problema. No tengo horario de llegar.- dije, excusándome. - Pues, en ese caso, supongo que está bien.-al terminar de decir esto, se volteó y empezó a caminar nuevamente. Con dificultad, por el peso que la niña le hacía. Sujeté el brazo de la niña con fuerza y la levanté hasta tenerla en mis brazos. KwangHee se detuvo y me miró con extrañeza. - No tienes por qué molestarte, yo puedo llevarla,- dijo e intento agarrarla, pero la esquivé. - Deja que yo la lleve, con lo pequeño que son tus brazos y piernas, más caminar en subida. No creo que aguantes mucho más.- dije y comencé a caminar nuevamente. Caminamos varias cuadras en silencio. La niña en mis brazos no era ningún problema. KwangHee, era mi problema. Aunque la calle ya no iba en subida, ella caminaba todavía más lento. Cuando gire para mirarla, se notaba agotada. Entrecerraba los ojos de vez en cuando, sus brazos iban colgando a los lados. Todo un problema. No le hice caso y seguí mi camino hasta llegar a una esquina, donde debíamos cruzar una avenida bastante larga. Me detuve unos cuantos pasos antes de llegar completamente al cruce para acomodar a la niña en mis brazos, pero mientras hacía esto, KwangHee; quien se estaba durmiendo de pie; ni siquiera vio la luz, siguió de largo. Tampoco vio a los autos cruzando velozmente por delante de ella. Aún así siguió con sus pasos. Me asusté y inconscientemente troté hacia donde estaba ella, la agarre por la muñeca y la tironee hasta mí. Al hacer esto, ella se vio arrastrada por mi fuerza, se acercó hasta mí, y cuando hizo eso, se recostó por mi hombro, cada vez respiraba, lo hacía en mi cuello, haciéndome respirar lo mismo que ella. En un caso normal, empujaría a esa persona, porque algo así me resultaba realmente asqueroso. Pero no lo hice, sino pensé lo contrario. No sé si es porque ya estaba sintiéndome acalorado por el esfuerzo que hacía o otra cosa. Es más, pensé que se veía tierna mientras dormía. Pero ¿por qué? Debido a que me hizo sentir incómodo, la retire un poco. Supuse que no caminaría normalmente estando en ese estado. Le tomé la mano fuertemente, y la hice caminar a mi lado. Esta persona era peor que un ebrio. Después de caminar y caminar, sin darme cuenta, llegué hasta mi casa. Cuando me di cuenta, sacudí un poco a KwangHee para que se despertara. La única reacción que me dio fue la de enfado. Comenzó a balbucear algo que no pude entender. La sacudí nuevamente, esta vez más fuerte que la primera. A lo que recién reaccionó. - ¿Qué es lo que pasa?- dijo ella, limpiándose los ojos. - Como te dormiste, no me dijiste en dónde era tu casa. Solo caminé y cuando me di cuenta, ya estaba en la mía.- dije, explicándole la situación. - Oh. lo siento.-dijo cabizbaja.- ¿Entonces?- me preguntó. - ¿A qué te refieres con “entonces”?-le respondí con otra pregunta. - Oye. Espera, conozco esta calle.-dijo mirando hacia los lados.- Mi abuela vive del otro lado de la calle, dando la vuelta de la esquina. - Pues vamos entonces.-dije y la empuje hasta que llegamos a su destino. Su casa era en verdad linda, combinaba con su estilo propio. Era del tipo antiguo. Ella entró. La despedí, regrese a la mía. Y ni siquiera comí nada, el hambre se me había ido por completo por culpa de la problemática KwangHee, quien había terminado de agotar mi día. Me fui directo hacia mi cama y cuando me recosté, me dormí instantáneamente. Esperando el día siguiente sin ganas.
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 01:10:34 +0000

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