Capítulo 4 Espíritu santo en acción en personas de tiempos - TopicsExpress



          

Capítulo 4 Espíritu santo en acción en personas de tiempos anteriores ES INÚTIL el que hombres materialistas de hoy aleguen que no hay tal cosa como espíritu santo. Un producto del funcionamiento de éste en hombres de tiempos anteriores todavía está con nosotros, por todo el mundo. Ese producto ha subsistido a pesar de los esfuerzos de hombres y naciones por destruirlo. ¿Qué es? Un libro indestructible llamado La Santa Biblia. A pesar de fiera oposición por hombres y demonios, ese Libro sagrado tiene la más amplia circulación entre todos los libros escritos por hombres. Hay hombres y mujeres que están dispuestos a defender ese Libro al costo de su propia vida. 2 Se admite que la Santa Biblia difiere de todos los demás libros. ¿En qué? No en el hecho de que fue puesta por escrito por simples hombres de nuestra familia humana. Nadie afirma que no fueron sencillamente manos de hombres las que se usaron para escribir la Biblia. Pero ¿qué clase de hombres eran? ¿Se originaron de ellos mismos sus escritos? Esto tiene su peso en el asunto. 3 La Biblia misma nos dice que sus sesenta y seis libros de tamaño más reducido que la componen fueron escritos por hombres. La Biblia misma nos dice la clase de hombres que fueron sus escritores. También muestra qué fue la fuerza invisible que activó a aquellos hombres e hizo que escribieran. Había espíritu tras ellos mientras escribían. Ese espíritu no se ha de atribuir a Satanás el Diablo, porque él siempre ha estado empeñado en extraviar a la entera tierra habitada. El espíritu tras la escritura de la Biblia no era el espíritu que está tras el viejo orden de cosas actual. Pero con relación a la clase de hombres que escribieron y con relación al espíritu que los movió a escribir, notemos la breve declaración del apóstol Pedro, que murió como mártir a favor del verdadero cristianismo: 4 “Así es que haré lo sumo posible también a todo tiempo para que, después de mi partida [en el martirio], ustedes puedan hacer mención de estas cosas para ustedes mismos. No, no fue siguiendo cuentos falsos artificiosamente tramados que les hicimos conocer el poder y la presencia de nuestro Señor Jesucristo, sino por haber llegado a ser testigos oculares de su magnificencia. Porque él recibió de Dios el Padre honra y gloria, cuando palabras como éstas fueron dirigidas a él por la magnífica gloria: ‘Éste es mi hijo, mi amado, a quien yo mismo he aprobado.’ Sí, estas palabras las oímos dirigidas desde el cielo mientras estábamos con él en la santa montaña. 5 “Por consiguiente tenemos la palabra profética hecha más segura; y ustedes hacen bien en prestarle atención como a una lámpara que resplandece en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y el lucero se levante, en sus corazones. Porque ustedes saben esto primero, que ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada alguna. Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo.”—2 Pedro 1:15-21. 6 Pedro mismo llegó a ser uno de aquellos hombres que escribieron y hablaron de parte de Dios “al ser llevados por espíritu santo.” Debido a este hecho, Pedro dio un fiel testimonio acerca de lo que él y los apóstoles Santiago y Juan, como testigos oculares, habían visto y oído cuando Jesucristo fue transfigurado delante de ellos en una encumbrada montaña de Palestina. Otros tres discípulos de Cristo suministraron un registro escrito de aquella transfiguración de Jesucristo unos meses antes de la muerte violenta de él fuera de los muros de Jerusalén. (Mateo 17:1-9; Marcos 9:2-9; Lucas 9:28-36) De modo que el testimonio de Pedro está corroborado por hombres dignos de confianza. En la Biblia, dos cartas que llevan el nombre de Pedro fueron escritas por él, un hombre; pero este hecho no hizo que sus cartas fueran escritos de simple manufactura humana. Las cartas de Pedro tenían espíritu santo tras ellas. Por lo tanto, fueron inspiradas por Jehová Dios, la Fuente de espíritu santo. 7 En su segunda carta Pedro pone los escritos del apóstol Pablo en la categoría de parte de los escritos bíblicos inspirados. Pedro dijo: “Consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo según la sabiduría que le fue dada les escribió, hablando de estas cosas como también lo hace en todas sus cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción.” (2 Pedro 3:15, 16) Hoy hay críticos que alegan que un simple hombre (Pablo) escribió aquellas cartas, y que por eso son invención del hombre. Esos críticos están torciendo las Escrituras, “para su propia destrucción.” 8 Con relación a las Sagradas Escrituras escritas por hombres que escribieron y hablaron de parte de Dios, el apóstol Pablo dijo esto: “Toda Escritura es inspirada de Dios [literalmente: respirada por Dios (theópneustos)] y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, estando completamente equipado para toda buena obra.”—2 Timoteo 3:16, 17. 9 Pablo mismo era un competente “hombre de Dios” de esa índole. Conocía a cabalidad las antiguas Escrituras Hebreas. Por medio de referencias a aquellas Escrituras inspiradas Pablo pudo probar la base que Dios dio para el verdadero cristianismo.—Hechos 17:3. 10 Hay una razón por la cual las profecías que la Biblia contiene continúan realizándose, hasta en nuestro siglo veinte. La razón es que estas profecías no son las predicciones de simples hombres que tratan de forjar interpretaciones privadas en cuanto a qué se desenvolverá de la tendencia que se ve en los asuntos mundiales. Al contrario, las profecías bíblicas proceden de Dios, y son dadas por medio de hombres dedicados a Él. Dios hace que se realicen sus profecías aunque los hombres no saben precisamente cómo Dios lo hace. Pedro recalcó este punto, cuando dijo a una muchedumbre de judíos en el templo en Jerusalén: “Dios ha cumplido de esta manera las cosas que él anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo sufriría . . . a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hechos 3:18-21) La Biblia registra las profecías del Dios que no miente, aunque habló por medio de profetas. 11 Debido a que las profecías bíblicas vienen de Dios por medio de su espíritu santo, sencillamente tienen que realizarse. Pedro también expresó ese hecho cuando dijo a una congregación de unos ciento veinte discípulos de Cristo en Jerusalén: “Varones, hermanos, era necesario que se cumpliera la escritura, que el espíritu santo habló de antemano por boca de David acerca de Judas, que se hizo guía de los que arrestaron a Jesús.”—Hechos 1:15, 16. 12 Más tarde, Pedro se unió a sus compañeros discípulos en una oración que dio énfasis a que otra profecía por David tuvo que realizarse. Hechos 4:24, 25 dice: “Levantaron sus voces de común acuerdo a Dios y dijeron: ‘Señor Soberano, tú eres El que hiciste el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas que hay en ellos, y que por espíritu santo dijiste por boca de nuestro antepasado David, tu siervo: “¿Por qué se pusieron tumultuosas las naciones y los pueblos meditaron cosas vacías?”’” (Salmo 2:1) Así, aquellos cristianos del primer siglo estaban al tanto de que las sagradas Escrituras Hebreas eran producto del espíritu santo de Dios en acción sobre hombres de tiempos anteriores. 13 Puesto que aquí hay una mención directa del salmista David por nombre, bien pudiéramos preguntar: ¿Qué pensó o sintió él en cuanto a hablar y escribir cosas que fueron hechas parte de las Escrituras Hebreas sagradas? Él no toma el mérito por sus escritos, que han sido conservados como de valor e importancia especiales hasta para nosotros hoy. En prueba de esto, aquí está el registro acerca de este rey ungido de todo Israel, según se conserva para nosotros en 2 Samuel 23:1-3: “Y éstas son las últimas palabras de David: ‘La expresión de David hijo de Jesé, y la expresión del hombre físicamente capacitado que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, y el agradable de las melodías de Israel. El espíritu de Jehová fue lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua. El Dios de Israel dijo, me habló la Roca de Israel.’” De manera que las cosas que llevaron a que profecías dadas por medio de David se realizaran no fueron el que él pudiera mentalmente penetrar con profundidad en el futuro ni que fuera hábil en forjar interpretaciones privadas sobre los asuntos. Las cosas que fueron responsables de los resultados fueron el espíritu de Dios que estuvo activo en David y el manejo de los asuntos por Dios. 14 David no es el único que confiesa que las partes de la Santa Biblia registradas por él no fueron composición original de él. Otros profetas, cuyos libros inspirados se conservan en la Biblia, admiten honradamente que fue la palabra de Jehová Dios lo que vino a ellos. Por ejemplo, Isaías abre su prominente libro de profecía diciendo: “La visión de Isaías el hijo de Amoz que él contempló concerniente a Judá y Jerusalén en los días de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá: Oigan, oh cielos, y presta oído, oh tierra, porque Jehová mismo ha hablado.” (Isaías 1:1, 2) Jeremías presenta su prominente libro de profecías diciendo: “Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, uno de los sacerdotes que estaban en Anatot en la tierra de Benjamín; a quien le ocurrió la palabra de Jehová en los días de Josías hijo de Amón, el rey de Judá, en el año decimotercero de reinar él.”—Jeremías 1:1, 2. HECHOS VALEROSOS DE LA ANTIGÜEDAD POR MEDIO DE ESPÍRITU SANTO 15 Que nadie dé un resoplido de desprecio contra las cosas que en forma de escritos sagrados fueron producidas por espíritu santo. La pluma que fue movida por espíritu santo de Dios en la mano de los escritores de la Biblia ha resultado mucho más poderosa que la espada de César, de Napoleón Bonaparte, de Adolfo Hitler. De hecho, espíritu santo ha podido lograr cosas mucho más espectaculares que escribir con pluma y tinta. Hay registro de que hombres de la antigüedad hicieron cosas valerosas por medio de esta poderosa fuerza procedente del invisible Dios Todopoderoso. 16 Como ilustración, tomemos al escritor de los primeros cinco libros de la Biblia, Moisés. Allá en el año 1513 a. de la E.C., él estuvo de pie en la orilla occidental del mar Rojo. Extendió sobre el mar la vara que tenía en su mano derecha. ¡Mire! Las aguas se dividieron y dejaron cruzar a los israelitas antes de que sus perseguidores egipcios pudieran alcanzarlos. ¿Fue causado ese milagro por alguna energía dinámica que hubiese emanado de Moisés? ¡Imposible! No del profeta Moisés, sino de la Fuente celestial de toda energía dinámica vino la fuerza irresistible que pudo partir la barrera de agua que había cerrado el paso e impedía que los israelitas escaparan de gran peligro. (Éxodo 14:21 a 15:21) Así hoy, cuando el pueblo de Jehová recibe disciplina y se encuentra en dificultades, ése es precisamente el tiempo en que deben recordar aquel acto antiguo de Jehová y hacer la pregunta: 17 “‘¿Dónde está Aquel que los hizo subir del mar con los pastores [Moisés y Aarón] de su rebaño? ¿Dónde está Aquel que puso dentro de él Su propio espíritu santo? ¿Aquel que hizo que Su hermoso brazo [de fortaleza] fuera a la diestra de Moisés; Aquel que partió las aguas [del mar] de delante de ellos para hacer para sí mismo un nombre que durara indefinidamente; Aquel que los hizo andar a través de las aguas agitadas de modo que, cual caballo en el desierto, no tropezaron? Tal como cuando baja una bestia misma a la llanura del valle, el mismísimo espíritu de Jehová procedió a hacerlos descansar.’ Así condujiste a tu pueblo para hacer para ti mismo un nombre hermoso.”—Isaías 63:11-14. 18 Esos versículos de la profecía de Isaías señalan a aquel tiempo en el pasado en que el pueblo de Moisés fue librado de su esclavitud a los egipcios antiguos. Allí, en la primavera del año 1513 a. de la E.C., Dios se hizo un nombre imperecedero, un nombre de hermosura sin igual. Pero ahora, también, en nuestro siglo veinte, ha llegado el tiempo en que este mismo Dios ‘ha de hacerse para sí mismo un nombre hermoso.’ En escala mucho mayor él ejecutará una liberación que se asemejará a lo que ejecutó en el mar Rojo. Felices serán todas las personas para quienes el nombre de Dios, Jehová, llegue a ser entonces “hermoso.” 19 Por eso, no desestimemos la energía dinámica de la santa fuerza activa de Jehová. Es tan poderosa hoy como lo fue hace treinta y cinco siglos. El profeta Moisés no desestimó su potencia. Él tenía fe en la Fuente Divina de aquel espíritu obrador de milagros. Según la fe de Moisés fue que sucedieron las cosas: “Por fe pasaron por el mar Rojo como en tierra seca, pero los egipcios al aventurarse sobre ella fueron tragados.” (Hebreos 11:29) De tal manera se demostró que Dios recompensa a los que ejercen fe en él. (Hebreos 11:6) Note además el registro de Números 11:16, 17, 24-29 acerca del fiel Moisés y el espíritu. 20 La fe es parte del “fruto del espíritu.” Así dice en Gálatas 5:22, 23. Evidentemente los que dan prueba de tener fe en Dios tienen que tener cierta medida de su espíritu. Una lista parcial de hombres y mujeres de fe que vivieron durante tiempos antiguos se nos da en el capítulo once de Hebreos. Estos forman parte de una “tan grande nube de testigos que nos rodea.” (Hebreos 12:1) La lista de testigos se remonta hasta el mismo primer testigo para Jehová Dios del que se da informe, a saber, Abel, el hermano menor de Caín el hijo de Adán y Eva. Hubo otros testigos de Jehová durante aquellos días de antes del diluvio global de 2370-2369 a. de la E.C. Los nombres de tres testigos antediluvianos del Dios Altísimo se dieron en Hebreos 11:4-7. Leemos: 21 “Por fe Abel ofreció a Dios un sacrificio de mayor valor que Caín, por la cual fe se le dio testimonio de que era justo, dando Dios testimonio respecto a sus dones; y por ella, aunque murió, todavía habla. Por fe Enoc fue transferido para que no viese la muerte, y no fue hallado en ningún lugar porque Dios lo había transferido; porque antes de su transferencia tuvo el testimonio de que había agradado bien a Dios. Además, sin fe es imposible agradarle bien, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente. Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas, mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa; y por esta fe condenó al mundo, y vino a ser heredero de la justicia que es según fe.” 22 A Abel, Enoc y Noé se les menciona especialmente por nombre porque fueron prominentes en el ejercicio de fe. Aun así, hubo también la esposa de Noé y sus tres hijos y tres nueras que entraron en el arca con Noé y fueron preservados a través del diluvio global. (1 Pedro 3:19, 20) Abel tiene que haber tenido alguna medida de espíritu santo, porque tuvo uno de sus frutos, a saber, fe. No puede haber duda de que Enoc el hijo de Jared también tuvo alguna medida de espíritu santo, porque, a la luz de lo que nos dice Judas 14 y 15, Dios usó a Enoc para dar la primera profecía pronunciada por el hombre de la cual tenemos registro. (Génesis 5:18-24) Noé también fue utilizado como profeta de Jehová. Fue “predicador de justicia.” (2 Pedro 2:5; Génesis 9:24-29) ¿Quién puede negar que Noé efectuó un notable hecho de valor en medio de un mundo de gente impía? Sin embargo, no ejecutó esta valerosa hazaña por su propia fuerza. Tras él estaba la santa fuerza activa de Dios. 23 En el día de Noé el espíritu de Dios también estuvo activo para con la humanidad. Aquel tiempo durante el cual el arca estuvo siendo construida fue señalado por la “paciencia de Dios.” (1 Pedro 3:20) Dios estaba ejerciendo gran dominio de sí mismo, clemencia, lo cual daba a los hombres extraviados la oportunidad de arrepentirse al ver que se iba construyendo el arca y oír a Noé ‘predicar la justicia.’ Pero ¿quién respondió a la actividad del espíritu de Dios? Solo Noé y su esposa y sus hijos, Sem, Cam y Jafet, junto con sus tres esposas. Dios no se proponía hacer esfuerzos especiales a favor de los hombres indefinidamente, luchando, como si fuera, con ellos para bien de ellos. Génesis 6:1-3 nos dice lo que movió a Dios a una determinación y las circunstancias terrestres bajo las cuales tomó la determinación: 24 “Ahora bien, aconteció que cuando los hombres comenzaron a crecer en números sobre la superficie del suelo y les nacieron hijas, entonces los hijos del Dios verdadero empezaron a observar a las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron. Después de eso dijo Jehová: ‘Ciertamente no obrará mi espíritu para con el hombre por tiempo indefinido, ya que también es carne. Por consiguiente, sus días tendrán que llegar a ser ciento veinte años.’” 25 Ese cruce por matrimonio entre los materializados “hijos del Dios verdadero” y las “hijas de los hombres”... ¡qué repugnante era! ¡Un desenvolvimiento como ése no debería seguir indefinidamente! Sobre eso fue que Dios tomó una determinación. Por eso, por solo ciento veinte años más se expresaría su espíritu en paciencia como lo había estado haciendo para con la humanidad. ¡Cuando terminara el tiempo, él traería un cambio tremendo! Su contenerse ejercido por mucho tiempo cesaría. ¡El matrimonio mixto de ángeles materializados de espíritu con mujeres de carne sería terminado por un diluvio global que sumergiría hasta las cumbres de las montañas! A flote en la enorme arca a prueba de agua, Noé y su familia de linaje humano puro, incontaminado, pasarían a salvo a través del cataclismo, y darían a la humanidad un comienzo nuevo. Ya no se permitiría más que aquel mundo de gente impía molestara, afligiera, al espíritu de Dios. Él no les otorgaría exención de castigo.—Note Efesios 4:30; Isaías 63:10; Hebreos 10:29. 26 Así, por medio de los sobrevivientes temerosos de Dios que eran de linaje humano no híbrido, Dios le dio a la familia humana un comienzo nuevo y justo. Con este fin Dios había apoyado las operaciones de construcción de Noé. Más de ocho siglos después Dios respaldó otro proyecto de construcción importante. En el código de leyes dado al profeta Moisés en el monte Sinaí, Dios pidió que se construyera un tabernáculo sagrado. 27 En esta santa tienda de reunión habían de reunirse con regularidad con su Dios las doce tribus del pueblo de Moisés, la nación de Israel, y los sacerdotes de él habían de servir por medio de ofrecer sacrificios para expiación de pecados por la nación entera. Este tabernáculo y su patio cercado no eran una construcción enorme como lo que fue el arca de Noé. El arca de Noé era de tamaño tan grande que pudiera haber acomodado nueve patios o atrios, o sea, tres patios o atrios de tabernáculo por cada uno de los tres pisos del arca de Noé. La construcción del arca de Noé exigió muchísima aptitud en ingeniería, lo cual Dios pudo suplir a Noé y sus hijos. El tabernáculo de Israel exigía aptitud artística. 28 Puesto que Dios ordenó la construcción del tabernáculo de adoración de Israel, respaldó su construcción. ¿Precisamente cómo? Para la respuesta nos volvemos a Éxodo 31:1-6 y notamos las referencias a la fuerza activa de Dios: “Y Jehová continuó hablándole a Moisés, diciendo: ‘Mira, de veras llamo por nombre a Bezalel el hijo de Uri el hijo de Hur de la tribu de Judá. Y lo llenaré del espíritu de Dios en sabiduría y en entendimiento y en conocimiento y en habilidad para toda clase de artesanía, para diseñar medios útiles, para trabajar en oro y plata y cobre, y en trabajo de piedras para engastarlas y en trabajo de madera para hacer productos de toda clase. En cuanto a mí, ¡mira! efectivamente pongo con él a Oholiab el hijo de Ahisamac de la tribu de Dan, y en el corazón de todos los que son sabios de corazón de veras pongo sabiduría, para que verdaderamente hagan todo lo que te he mandado.’” Así se llenó del espíritu de Dios al obrero maestro Bezalel. 29 Habiendo tan enérgica fuerza procedente de la Fuente de toda energía dinámica tras los obreros, la construcción del tabernáculo sagrado y de todo su mobiliario se completaría con absoluta seguridad. Para el fin del año lunar todas las cosas estaban listas para ser montadas, y el tabernáculo estuvo listo para ser erigido. Éxodo 38:22, 23 registra este emocionante logro, diciendo: “Y Bezalel el hijo de Uri el hijo de Hur de la tribu de Judá hizo todo lo que Jehová le había mandado a Moisés. Y con él estaba Oholiab el hijo de Ahisamac de la tribu de Dan, artífice y bordador y tejedor en el hilo azul y la lana teñida de púrpura rojiza y fibra escarlata de quermes y lino fino.” Para el corazón de Bezalel y Oholiab el primer día del nuevo año lunar (1 de Nisán de 1512 a. de la E.C.) tiene que haber sido un día de gran satisfacción. En ese día fue que el “tabernáculo de la tienda de reunión” fue erigido por mandato de Jehová, y Bezalel y Oholiab contemplaron un milagro: 30 “La nube empezó a cubrir la tienda de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.” Esto fue para Bezalel y Oholiab una evidencia de que habían hecho bien su obra y de que Jehová la aprobaba. El espíritu de él había trabajado por medio de ellos.—Éxodo 40:1-34. 31 Este tabernáculo de la tienda de reunión subsistió y cumplió su propósito por 485 años, hasta que el rey Salomón completó un templo en Jerusalén en 1027 a. de la E.C. y lo inauguró para la adoración de Dios. 32 La construcción de este templo por Salomón el hijo de David fue también apoyada por el espíritu de Dios, pues David recibió el plan arquitectónico de esta nueva estructura por inspiración. Como declara 1 Crónicas 28:11-19: “Él dio perspicacia para la cosa entera por escrito de la mano de Jehová sobre mí, aun para todas las obras del plano arquitectónico.” Cuando este magnífico templo fue inaugurado sobre el monte Moría en Jerusalén, Jehová desplegó su aprobación del nuevo edificio para su adoración: “La casa misma se llenó de una nube, la mismísima casa de Jehová, y los sacerdotes no pudieron permanecer de pie para ministrar a causa de la nube; pues la gloria de Jehová llenó la casa del Dios verdadero.”—2 Crónicas 5:13, 14. 33 Por lo tanto, de una cosa importante podemos estar seguros: Hay espíritu santo tras la adoración pura de Jehová. Está poderosamente activo a favor de los que practican y sostienen la adoración limpia del único Dios verdadero. Ilustraciones de esto se presentaron durante el tiempo en que jueces especialmente elegidos gobernaron a Israel en la Tierra Prometida. SU EMOCIONANTE ACTIVIDAD CUANDO LOS JUECES GOBERNABAN 34 Por apartarse de la adoración pura, los israelitas cayeron bajo el poder opresor del rey de Siria. “Y los hijos de Israel empezaron a clamar a Jehová por socorro. Entonces Jehová les levantó un salvador a los hijos de Israel para que los salvara, a Otniel hijo de Kenaz, hermano menor de Caleb.” ¿Qué sucedió ahora? “El espíritu de Jehová entonces vino sobre él, y llegó a ser el juez de Israel. Cuando salió a la batalla, entonces Jehová dio en su mano a Cusan-risataim el rey de Siria de modo que su mano rindió a Cusan-risataim. Después de eso la tierra no tuvo disturbio por cuarenta años.”—Jueces 3:9-11. 35 Con el transcurso del tiempo las circunstancias llegaron a tal extremo que le pidieron a Jehová que levantara otro juez que librara a su pueblo Israel. “Y todo Madián y Amalec y los orientales se reunieron como uno solo y procedieron a cruzar y a acampar en la llanura baja de Jezreel. Y el espíritu de Jehová envolvió a Gedeón de modo que se puso a tocar el cuerno, y los abiezritas llegaron a ser convocados en pos de él.” (Jueces 6:33, 34) Usando a este hombre de fe, Jehová dio a su pueblo una notable victoria, una victoria a la cual se hace referencia posteriormente en la historia bíblica.—Isaías 9:4-6; 10:26; Salmo 83:9-12; Hebreos 11:32, 33. 36 Vez tras vez la santa fuerza activa procedente de Jehová funcionó a favor de hombres de fe a los cuales Él usó para efectuar cosas famosas en la historia. Hubo el tiempo en que los israelitas oprimidos tuvieron que enfrentarse en combate a los agresivos amonitas. “El espíritu de Jehová ahora vino sobre Jefté, y él procedió a pasar por Galaad . . . a los hijos de Amón.” Anhelando la victoria para alabanza de Jehová, el juez Jefté hizo un voto que le resultó costoso. Así que Jehová lo usó para infligir derrota a los amonitas.—Jueces 11:29 a 12:7 inclusive. 37 Años más tarde, los filisteos se hicieron especialmente opresivos para con los israelitas. Por eso Dios suministró el nacimiento de un hombre extraordinario llamado Sansón. Él había de ‘llevar la delantera en salvar a Israel de la mano de los filisteos.’ Con ese fin, la fuerza activa de Dios lo respaldó. “Con el tiempo el espíritu de Jehová comenzó a impelerlo en Mahané-dan entre Zora y Estaol.” Así, no fue por los propios poderes físicos de Sansón que él manifestó la más grande fuerza hasta entonces manifestada por hombre alguno en la Tierra.—Jueces 13:5, 25. 38 En cierta ocasión, mientras Sansón andaba solo, de repente se presentó ante él un “leoncillo crinado que rugía al encontrarse con él.” ¿Cómo le fue a Sansón, que no estaba armado? “Entonces el espíritu de Jehová se hizo operativo sobre él, de modo que él desgarró al león en dos, tal como uno desgarra un cabrito en dos, y no había absolutamente nada en su mano.” Poco después de eso los filisteos lo engañaron con relación a un enigma para hacerle incurrir en grandes gastos. Esto les salió mal a los filisteos. De nuevo, “el espíritu de Jehová se hizo operativo sobre él, de manera que bajó a Ascalón [en Filistea] y batió a treinta hombres de ellos y tomó lo que despojó de ellos y dio los vestidos a los que declararon el enigma.”—Jueces 14:5-19. 39 Hasta sogas nuevas resultaron demasiado débiles para Sansón cuando fue entregado, atado, a los malvados filisteos. “El espíritu de Jehová se hizo operativo sobre él, y las sogas que estaban sobre sus brazos vinieron a ser como hilos de lino que han sido chamuscados por fuego, de modo que sus grillos se derritieron de sobre sus manos. Ahora halló una quijada húmeda de asno y alargó su mano y la tomó y fue derribando mortalmente a mil hombres con ella.”—Jueces 15:11-15. 40 El más grande logro de Dios por medio de Sansón contra los adoradores filisteos del dios falso Dagón fue el final. Demostró que el espíritu de Dios no se cansa ni se debilita. 41 Habiendo sido traicionado por la mujer llamada Dalila y cegado por los vengativos filisteos, Sansón se halló entre dos columnas del templo de Dagón en Gaza, Filistea. En aquella posición clave “Sansón se aseguró contra las dos columnas de en medio sobre las cuales estaba firmemente establecida la casa, y se agarró fuertemente de ellas, de una con su mano derecha y de la otra con su izquierda. Y Sansón procedió a decir: ‘Muera mi alma con los filisteos.’ Entonces se inclinó con poder, y la casa vino cayendo sobre los señores del eje y sobre toda la gente que estaba en ella, de modo que los muertos a que dio muerte en su propia muerte vinieron a ser más que aquellos a que había dado muerte durante toda su vida.”—Jueces 16:23-30. 42 A Sansón se le alista entre aquellos hombres de tiempos anteriores que tuvieron la fe en Dios que es un fruto de Su espíritu. “¿Y qué más diré?” Así pregunta el escritor del libro de Hebreos en el capítulo once, y contesta: “Porque me faltará tiempo si me pongo a contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como también de Samuel y de los otros profetas, que por fe derrotaron reinos en conflicto, efectuaron justicia, obtuvieron promesas, taparon las bocas de leones, detuvieron la fuerza del fuego, escaparon del filo de la espada, de un estado débil fueron hechos poderosos, se hicieron valientes en guerra, pusieron en fuga a los ejércitos de extranjeros.”—Hebreos 11:32-34. EL UNGIDO DE JEHOVÁ 43 Un nombre notable que menciona el escritor de Hebreos es el de David el hijo de Jesé de Belén. Cuando era un pastorcillo adolescente, David fue ungido con aceite por el profeta Samuel para que fuera el rey en perspectiva de las doce tribus de Israel. ¿Qué aconteció inmediatamente después de su ungimiento? “El espíritu de Jehová empezó a hacerse operativo sobre David desde aquel día en adelante. Más tarde se levantó Samuel y procedió a irse a Ramá. Y el mismísimo espíritu de Jehová se apartó de Saúl [el rey que entonces gobernaba].” (1 Samuel 16:13, 14) Finalmente el infiel rey Saúl, desesperado, acudió a una médium espiritista, para que ella lo pusiera en comunicación con los muertos, si era posible. Poco después de eso murió en batalla con los filisteos. 44 En cuanto a David, éste empezó a ocupar el puesto de rey para el cual había sido ungido por Samuel. El Dios a quien él firmemente adoraba le infundió poder para hacer hazañas, hasta para sojuzgar toda la Tierra Prometida. No solo eso, sino que Dios lo inspiró para que hablara y escribiera profecía. Resultó profeta verdadero: Por lo tanto “era necesario que se cumpliera la escritura, que el espíritu santo habló de antemano por boca de David.”—Hechos 1:16; 4:24, 25. 45 Por todas las extraordinarias hazañas que ejecutaron aquellos hombres de tiempos anteriores la alabanza tiene que ir al Dios de energía dinámica inagotable. Entre esas hazañas está la escritura de los treinta y nueve libros de las inspiradas Escrituras Hebreas, desde Génesis hasta Malaquías. En el libro profético de Zacarías se le da una palabra de estímulo al gobernador Zorobabel, a quien se encargó reedificar en Jerusalén el templo que había sido destruido por los babilonios en el año 607 a. de la E.C. La palabra al reconstructor del templo fue: “‘No por una fuerza militar, ni por poder, sino por mi espíritu,’ ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Zacarías 4:6) Respaldado por algo que era más poderoso que una fuerza militar u otra fuerza física, el gobernador Zorobabel y su colaborador, el sumo sacerdote Josué, arrostraron la oposición enemiga y así tuvieron el privilegio de celebrar la reedificación completa del templo de Jehová en Jerusalén en el año 515 a. de la E.C. VISLUMBRES DE ANTEMANO DE HAZAÑAS DE NUESTROS TIEMPOS 46 La palabra de estímulo a Zorobabel fue dada bajo inspiración más de medio milenio antes de nuestra era común. Sin embargo es tan significativa para nosotros hoy como lo fue allá en el día del profeta Zacarías. ¿Por qué? Porque nosotros creemos en Jehová como la Fuente Divina de la energía dinámica sobrehumana. Las hazañas de valor y fe que el Dios Todopoderoso ejecutó por la acción de su espíritu santo en hombres y mujeres de tiempos anteriores son más que hechos de la historia. También fueron vislumbres de antemano de hazañas que Él realizaría desde el tiempo de su Mesías, su Ungido, en adelante, hasta nuestra propia generación. 47 El Mesías predicho fue presentado hace diecinueve siglos por otro hombre cuyo mismo nacimiento también fue extraordinario. Su nacimiento no se debió a las facultades procreativas normales de su padre y su madre. Para aquel tiempo ellos habían pasado de la edad de producir hijos. Fue necesario que sus facultades productivas fueran revivificadas para que pudieran producir el único hijo que tuvieron, un hijo a quien el padre, el sacerdote Zacarías, había de llamar Juan. 48 Hablando acerca de la venida del hijo tan deseado, el ángel Gabriel le dijo a Zacarías en el templo: “Será lleno de espíritu santo aun desde la matriz de su madre; y a muchos de los hijos de Israel los volverá a Jehová, Dios de ellos. También, irá delante de él con el espíritu y poder de Elías, para volver los corazones de padres a hijos y los desobedientes a la sabiduría práctica de los justos, para alistar para Jehová un pueblo preparado.”—Lucas 1:5-17; compare con Malaquías 4:5, 6. 49 Presentado por tal precursor, el verdadero Mesías no sería ninguna persona ambiciosa que se atribuyera ser el Mesías y que se anunciara a la nación de Israel y estuviera proclamándose para atraer un cuerpo de seguidores. (Isaías 42:2-4) Más bien, sería formalmente presentado a los que buscaban al Mesías por un hombre enviado por Dios y que tendría el apoyo y respaldo de Dios.—Isaías 40:3-5; Juan 1:6, 7. 50 Después de la venida del Mesías había de cumplirse esta emocionante profecía de Joel 2:28-32: “Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus ancianos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré en aquellos días mi espíritu. Y ciertamente daré portentos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. El sol mismo será convertido en oscuridad, y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor. Y tiene que ocurrir que todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama.” 51 Ha llegado ahora el tiempo para preguntar: ¿Quiénes son los que reciben lo que Jehová prometió derramar sobre toda clase de carne? Bajo la fuerza impulsora de lo que se derrama aquéllos tenían que profetizar. Su profetizar es muy oportuno, puesto que ha de preceder y predecir la “venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor.” Las personas que escuchan ese profetizar pueden hallarse entre los que escapen. Pueden estar entre los “sobrevivientes.” Si juzgamos por todas las circunstancias de nuestros tiempos desde 1914 E.C., el día de Jehová que nos espera da visos de ser ciertamente “grande e inspirador de temor.” ¿Deseamos entonces nosotros ‘escapar salvos’? Si eso es lo que deseamos, entonces es aconsejable para nosotros ‘invocar el nombre de Jehová,’ Aquel cuyo espíritu está tras el venidero nuevo orden.
Posted on: Sat, 02 Nov 2013 04:46:26 +0000

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