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Catedral de Málaga Catedral de la Encarnación Bien de Interés Cultural Patrimonio Histórico de España Declaración 3 de junio de 1931 Figura de protección Monumento Construcción 1528–1782 Estilos predominantes Renacimiento. La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación es la catedral de Málaga, España. Se trata de un grandioso templo, una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía. Se encuentra dentro de los límites que marcaba la desaparecida muralla árabe sobre el solar de la primitiva mezquita aljama, el lugar donde los Reyes Católicos Isabel y Fernando ordenaron erigir un templo cristiano a los pocos días de conquistar la ciudad en 1487. Fue construida entre 1528 y 1782. Las originarias trazas, de estilo Gótico, derivaron en un proyecto renacentista en cuyos planos participaron Diego de Siloé y Andrés de Vandelvira. La catedral es una síntesis de estilos arquitectónicos entre los que prevalece el Renacimiento sobre el primer Gótico de la antigua fábrica y los elementos barrocos añadidos desde principios del siglo XVIII. La Iglesia Catedral de la Encarnación de Málaga se comienza a construir en el año 1528 sobre el solar de la antigua mezquita aljama en el momento de su reconquista por los Reyes Católicos, en el año 1487. Parece ser que el afamado arquitecto Enrique Egas, venido desde Toledo en compañía del maestro cantero Pedro López ya emite un primer informe en el año 1528 sobre sus trazas, tres años después de que el cabildo decidiera erigir un nuevo templo, siendo el mismo Pedro López, el encargado de dirigir las obras de la cabecera, diseñada por uno de los grandes maestros de la época, Diego de Siloé. Después de un período de inactividad, el cabildo hace venir en 1549 a Andrés de Vandelvira, pasando el encargo al año siguiente a manos de Hernán Ruiz II, grandes exponentes ambos de la arquitectura renacentista en Andalucía; y luego a Diego de Vergara, maestro formado en Italia, y a su hijo de igual nombre; quienes trabajan en esta catedral hasta casi el final del siglo XVI. Así, por estas fechas ya estaban en pie la cabecera y la sacristía, y puede decirse que hasta entonces habían intervenido en el magno proyecto en mayor o menor grado todos los grandes maestros del Renacimiento andaluz. La Catedral fue consagrada el 3 de agosto de 1588. Este enorme templo durante toda su edificación se vio envuelto en constantes vicisitudes e interrupciones hasta bien entrado el siglo XVIII cuando, en 1782 y con una de las torres de la fachada principal sin acabar, se pone fin a un largo proceso constructivo. Se cree que el dinero destinado a la finalización de la torre sur se utilizó para ayudar a los Estados Unidos durante su independencia,1 como se indica en una placa en la base de la torre, aunque investigaciones de registros deducen que el dinero se empleó en el acondicionamiento del Camino de Antequera. El Papa Bto. Pío IX declaró la catedral Basilica minor el 13 de marzo de 1855. Exterior Portadas El cuerpo central de la fachada está dividido en dos alturas y tres calles separadas por monumentales columnas de orden corintio erigidas sobre altas basas. En el piso inferior hay tres arcos monumentales y en ellos, puertas flanqueadas por columnas de mármol rojizo. La puerta principal se remata con columnas salomónicas. Sobre las puertas hay unos medallones. Los de las puertas laterales representan a los patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula, mientras el central representa la Anunciación del Señor, obra labrada en 1743 por el escultor barroco Antonio Ramos. Las portadas renacentistas del crucero están flanqueadas por singulares torreones con balcones, uno de los mejores ejemplos de cantería malagueña. Dichas portadas contienen una puerta semicircular con arquivoltas sobre capiteles y cuerpo con tres hornacinas, la central de medio punto y adinteladas las laterales, de interesante composición palladiana. La bella Portada del Sagrario, de medio punto entre un orden de columnas, presenta frontón curvo con el escudo episcopal en su tímpano; los muros laterales muestran la grandiosidad de sus contrafuertes rematados por cornisas clásicas y dos cuerpos de ventanas. Ábside y torre norte Interior de la Catedral de Málaga. El ábside del templo, del siglo XVI, ofrece una sólida imagen pétrea de dos cuerpos. En el superior se extiende la triple arquería de medio punto que recorre los laterales del monumento. La torre norte se eleva hasta los 93 metros de altura. Situada a la izquierda de la fachada principal, sus dos primeros cuerpos tienen las mismas proporciones que las dos alturas de la estructura central. En el tercer cuerpo abre a sus cuatro lados una triple arquería en cuyo interior están las 14 campanas, cuyas 8 principales fueron fundidas por el maestro Francisco Venero en 1784. La Catedral tiene sus propios jardines y un bello patio de naranjos que recuerda la antigua mezquita. Interior La catedral, de planta rectangular, está compuesta por tres naves, siendo la del centro de mayor anchura que las laterales y todas iguales en altura, 41,79 metros. Cuenta con planta rectangular de tres naves con capillas laterales en todo el perímetro de la iglesia salvo los pies, con crucero sensiblemente resaltado, girola y ábside poligonal. Destaca el Altar Mayor, obra de Diego de Vergara de 1541, semicircular, con sus muros rasgados por altas ventanas superpuestas entre columnas corintias estriadas y cubierta con una bella bóveda nervada. El resto del interior se cubre por espectaculares bóvedas vaídas, decoradas con grutescos y palmas, donde en un alarde de maestría se montan nuevos pilares sobre los ya existentes en el centro del templo para ganar altura, dejando atrás definitivamente el tradicional escalonamiento gótico de las tres naves. Coro Véase también: Sillería del coro de la Catedral de Málaga. El coro es una de las estancias más valiosas de la catedral, obra cumbre de la carpintería barroca y uno de los más deslumbrantes trabajos del escultor Pedro de Mena. En el coro, no obstante, trabajaron varios artistas. En 1633 el cabildo malagueño contrató los servicios de Luis Ortiz de Vargas, que realizó la arquitectura lignaria del conjunto y algunas imágenes. Poco tiempo después José Micael Alfaro realizó las tallas del apostolado y algunos de los pequeños bustos de los santos que rematan la silleria. Los trabajos quedaron interrumpidos debido a su muerte en 1649. José Micael Alfaro dotó de un severo dramatismo a sus imágenes usando recursos manieristas. En 1658 los trabajos volvieron a reactivarse tras la llegada de Pedro de Mena, autor de cuarenta y dos figuras en altorrelieve adosadas a los respaldos, además de la coronación del coro. La expresividad de manos, el misticismo de las figuras y los gestos de sus esculturas son excepcionales. Sobre los laterales del coro se alzan los órganos, obra de Julián de la Orden entre 1779 y 1781. Las cajas fueron talladas por José Martín de Aldehuela, en armoniosa composición con el resto del templo. Poseen más de cuatro mil tubos. El trascoro está presidido por un altar donde reposa una bella Piedad esculpida en mármol por los hermanos Pissanis. En las hornacinas laterales se veneran las tallas de San Juan y María Magdalena, realizadas al igual que las imágenes de las capillas laterales por el escultor malagueño del XIX Salvador Gutiérrez de León. Tesoro catedralicio Varias piezas y obras de arte se localizan en el templo. Entre ellas están el retablo gótico de la Capilla de Santa Bárbara y los sepulcros del siglo XVI de la Capilla de San Francisco, así como valiosas obras de Juan Niño de Guevara, Claudio Coello, Alonso de Mena, Francisco Palma Burgos y Enrique Simonet. La capilla mayor acoge pinturas manieristas del artista italiano César Arbassia. La capilla de la Encarnación fue diseñada por Ventura Rodríguez y labrada con piedra de ágata. Muestra un retablo neoclásico de 1785, obra de Juan de Villanueva y tallado por Antonio Ramos y Aldehuela, con esculturas de Salazar y Palomino. Acoge los sepulcros de los obispos Bernardo Manrique y Molina Lario. La capilla de la Virgen del Rosario acoge un lienzo de Alonso Cano, realizado en 1665, en el que la Virgen entrega un rosario a Santo Domingo. Iglesia del Sagrario Véase también: Iglesia de Santa María del Sagrario (Málaga). La mezquita aljama de Málaga tenía su puerta de entrada por la actual calle Císter, allí donde se alza la Iglesia del Sagrario. Cuando los reyes Isabel y Fernando conquistaron Málaga mandaron convertir el templo islámico en iglesia cristiana. La portada gótica por la que se accede a la iglesia es la obra más antigua del templo. Se cree que fue abierta en 1498 en la base del alminar de la vieja mezquita, bajo el mandato del primer obispo de Málaga, Diego Ramírez de Villaescusa. La portada es una obra maestra del gótico isabelino. En 1487 los Reyes Católicos tomaron la ciudad y seis meses después la Mezquita-Aljama fue consagrada con la advocación de Santa María de la Encarnación. Sus dimensiones reducidas llevaron a los obispos Diego Ramírez de Vinuesa y César Riario a construir una de mayor capacidad, de la que queda la puerta del muro norte del Sagrario, denominada Puerta del Perdón, de estilo gótico y correspondiente al siglo XVI. El resto del edificio es islámico y mudéjar, aunque sufrió una profunda reforma en el siglo XVII, una vez concluida la primera fase de la actual Catedral de Málaga. La portada del Sagrario destaca del resto de la fachada. Enmarcada entre pináculos, es esencialmente iconográfica y narrativa, cargada de retablos e indumentaria de la época, según explica el Aparejador de Fábrica de la SI Catedral, Fernando Ramos de Rivas. «Se observa la Virgen a la derecha, y a la izquierda el arcángel San Gabriel. Es cuando el Verbo se hace carne y es muy simbólico. El nombre que los Reyes Católicos dieron a las catedrales tras la Reconquista, de la Anunciación o Encarnación, es un elemento diferenciador respecto al Islam». En las cuatro arquivoltas se ubican los precursores de la Iglesia y sobre la clave del arco está Dios Padre omnipresente con un cetro y una bola del mundo en la mano. A la izquierda se observa el escudo de armas del cardenal Riario y a la derecha el cuño o sello cardenalicio. En la parte superior se esculpieron personajes de la Reconquista, como el cardenal Mendoza con un ángel, a la izquierda; y a la derecha, el primer obispo de Málaga, Pedro de Toledo y Ovalle, quien fuera canónigo de la Catedral de Sevilla y limosnero de los Reyes Católicos, quien aparece « asistido por el apóstol abanderado de la Reconquista, Santiago». Encima del arco se intuye «un pedrusco que era una Virgen de la O, una Virgen en estado de buena esperanza». La obra se paralizó porque, según el ingeniero Ramos, se dieron cuenta de que estaban construyendo la catedral de Norte a Sur, «cuando todo templo monoteísta se orienta de Este a Oeste; además el estilo ya estaba pasado de é poca, pues en el resto de Europa imperaba el renacentismo». Así, la que iba a ser Catedral de Santa María de la Encarnación se convirtió en iglesia de Santa María, y después en la primera parroquia del centro, hasta que éste se despobló y se agregaron a la iglesia de Santiago, adonde incluso se llegó a trasladar el Cabildo cuando las obras de la segunda fase de la catedral la hicieron inhabitable. Al otro lado de la Puerta del Perdón, en los jardines del Sagrario, que antiguamente era el patio de las abluciones, la fachada esgrafiada muestra signos marianos que en ocasiones han sido malinterpretados. Una piedra solitaria representa otra Anunciación y cerca de la puerta de entrada de uso habitual se localiza el primer reloj de sol de la catedral. Hoy día el Sagrario se considera una capilla más. Dentro se ofician eucaristías bajo las bóvedas de escayola, del arquitecto Zuzurrunzaga, que ocultan la original estructura mudéjar de madera. La cúpula del altar es de traza renacentista con mocárabes barrocos, ya que las últimas intervenciones datan del siglo XVIII. Fue entonces cuando se derribó el alminar de la torre, y un siglo después, en 1862, también desaparecieron el seminario y el colegio de seises que estaban adosados a la iglesia. Todavía perdura y se puede ver en un lateral el contorno de su estructura, la cual unía el Obispado a la primigenia catedral. En ese mismo año y con motivo de una visita de la Reina Isabel II se eliminó la escalinata del Sagrario en calle Santa María, «porque la caravana real no cabía por el pasaje, y el pórtico parecía un retablo colgado en la pared», aclaró Ramos. La escalera de piedra no volvió a colocarse hasta 1954, pero el tránsito de coches dificultaba el paso de peatones. En los años 90 la alcaldesa Celia Villalobos cerró al tráfico definitivamente la calle. El Sagrario y todo el conjunto catedralicio, levantados sobre los cimientos de tanta historia, «incluidos, se piensa, los restos de una iglesia visigótica», son Bienes de Interés Cultural. La portada sufrió una restauración en el siglo XIX con microceras calientes que han inundado la piedra, también erosionada por la humedad, ya que bajo los cimientos discurre además un río subterráneo procedente de Los Montes. Galería Bien de Interés Cultural, categoría Monumento, según Ley 16/1985 de 25 de junio. Declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931. Cabildo Catedralicio El Cabildo Catedralicio es el órgano de Gobierno y Administración de la Catedral. Lo componen sacerdotes de la diócesis de cierto reconocimiento o antigüedad, a veces cargos de la curia o párrocos de los principales templos; éstos son nombrados por el obispo. Entre sus funciones se encuentra atender espiritualmente las necesidades de los fieles que la visitan, encargándose sus miembros de las celebraciones litúrgicas. Este cabildo lo encabeza el Deán-Presidente, nombrado por el Obispo diocesano a propuesta del cabildo. El Deán es el representante del Cabildo y por ende es el máximo responsable directo de la Catedral, teniendo a su mando la atención y el cuidado del templo. El Cabildo de la catedral de Málaga está compuesto actualmente por 20 canónigos incluyendo al Deán-Presidente Alfonso Fernández-Casamayor Palacio.
Posted on: Wed, 30 Oct 2013 05:41:25 +0000

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