Como creyentes, no sabemos buscar el verdadero placer y gozo. Nos conformamos con tener gozo pasajero, cuando nuestro Padre quiere darnos el gozo que nunca cesa. ¿Recuerdas la historia de la mujer samaritana en el pozo de Jacob? Ella estaba interesada en una bendición que haría su vida más fácil. Pero, en Juan 4:10, Jesús le dijo, "Si conocieras el don de Dios..." En otras palabras, Él le decía a ella: "Tú quieres una bendición temporal, pero hay algo aún mejor que las bendiciones de Dios. Es el regalo de Él mismo." Sí, Dios te quiere bendecir. Pero esas bendiciones solo traen gozo pasajero. El señor te está ofreciendo el regalo de Él mismo, y al acercarte a Él, no tendrás sed jamás. Una fuente eterna de gozo fluirá en tu vida, que luego rebosará para alcanzar a los que están a tu alrededor. No te conformes con el gozo pasajero que viene con la satisfacción de tus necesidades. Busca el verdadero gozo, el que viene cuando descubres que Dios mismo es el premio.
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 13:19:43 +0000
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