Conciencia Cristiana Una Publicación de José D. Rivera Tormos (D. Min.) NO SON PASTORAS… La tendencia generalizada es llamar a la esposa del Pastor Pastora; aunque suene honorable no es correcto. Por casarse con un doctor una mujer no es doctora y por el estilo los títulos no se adjudican indiscriminadamente. Lo que ocurre en nuestro caso es que muchos quisieran tener dos pastores por un solo sueldo. Otros simplemente creen que esta debiera dar mas, hacer mas, ser mas. Los críticos no faltan para encontrar deficiencias en la esposa del Pastor que no es lo que ellos desearían. La misión esencial de la esposa del Pastor es cuidar de su esposo, crear una atmosfera propicia para el descanso y la meditación y contribuir de esa manera a la salud emocional y espiritual de su compañero. Hay algunas que participan en la vida eclesiástica en diversas formas; pero a veces esto también es motivo de critica por algunos. (Palos si bogas y palos si no bogas) Es muy estimada la prudencia de la esposa del Pastor en asuntos de administración y disciplina en la iglesia. Su mayor contribución es su ejemplo y modestia. Esto de ninguna manera debe subestimar el potencial ministerial de muchas mujeres que al lado de sus esposos realizan una labor magistral digna de admirar. Aquellos que no tienen una clara visión de lo que significa ser esposa de un pastor, son los que sin piedad critican cualquier participación de esta en la pastoral. No hay forma de compensar el sacrificio de una mujer que pasa siempre a un segundo plano cuando el Pastor pone a la congregación primero. Ella tiene que esperar pacientemente que El se desocupe para poderla atender. Aun sus vacaciones se ven interrumpidas por emergencias de los miembros de la grey. Todos quieren que ella sea una buena anfitriona, que agrade a todos y a nadie se le ocurre agradarla a ella. Celebramos el día del Pastor (no el de la pastora) y se pasa por alto ese día a la esposa. Ella es la primera dama de la Iglesia, una esposa y madre en muchos casos digna de admiración y respeto por su abnegación y dedicación en la difícil tarea de mantener la casa pastoral. Afirmamos que independientemente de cualquiera sea el caso, la esposa del Pastor debe ser estimada por lo que es y no por lo que desearíamos que fuese. Un ser humano con virtudes y defectos como todos los demás pero digna del mayor respeto y consideración por parte de los miembros de la iglesia a quienes sirve su marido en capacidad de Pastor. Esta debe ser la consideración de la iglesia para compensar en alguna medida el sacrificio de esta mujer. No son pastoras pero experimentan los sacrificios del pastorado. próxima vez que se dirija a una esposa de Pastor hágalo con afecto sincero y cristiano; identifíquese con ella y comparta el peso de su carga antes que criticar su aportación o no al servicio de la iglesia. Recuerde que su mayor aportación ha sido desprenderse de su marido para que sirva a la congregación. ¡Shalom!
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 17:02:10 +0000
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