Cuando se enfrenta la escasez, hay frustración, sentido de abandono, de insuficiencia. Con el solo hecho de pensar que puede llegar la escasez, nos invade el temor. Esto trae carga a nuestra mente. Es frustrante perder el trabajo y ver que aquello que se había ahorrado se va gastando poco a poco. El miedo a la escasez, aun de años de vida, trae frustración, desespero en hacer todo lo que no se ha hecho. En la biblia hubo más milagros de multiplicación que cualquier otra cosa. El primer milagro registrado de Jesús en la biblia fue para quitarle el miedo a su madre de que el vino se estaba acabando. El vino no se había terminado, pero el pensamiento de que se iba a acabar termina con el gozo de la fiesta. Muchos, hoy en día, tienen un poco más que ayer, pero el simple hecho de pensar que se puede acabar lo que tienen les trae cargas. Si hay algo por lo que Dios tuvo que trabajar desde el principio, fue el miedo a la escasez. Por ejemplo, la viuda que el aceite se le estaba acabando, la viuda que la harina se le estaba acabando; ambas tenían algo, pero se estaba acabando. Cuando no se entiende el poder de la multiplicación, todo lo que ves alrededor se convierte en fantasmas. Esto les sucedió a los discípulos, cuando la gran multitud les seguía. Ellos dijeron: El día se está acabando y no hay tanto dinero para comprar comida para tanta gente. Lo curioso es que, luego de Jesús multiplicar los panes y los peces, los envía a cruzar el mar, viene una tormenta y les da temor. Luego, ven a Jesús a la distancia y piensan que es un fantasma. La misma biblia dice que esto les pasó porque no habían entendido el poder de la multiplicación. Cuando no entiendes el poder de la multiplicación de Dios en tu vida, cualquier noticia, cualquier situación trae temor, y ves fantasmas donde no los hay. Muchas personas se encierran en sus casas, durante horas y días, porque el mundo se está acabando. Vemos noticias de que se está quemando el planeta, la comida, el trabajo, las finanzas, el matrimonio. El miedo a la escasez es una de las peores cosas que tiene un ser humano y que más nos separa de Dios. Nadie le puede servir a un Dios que te quiere en problemas. No me digas que puedes tener una fe sincera, pensando que el Dios al que tú le sirves tiene abundancias, pero te ve pasar por necesidades y dificultades, y no hace nada por ti. Una de las razones por las que Dios ha puesto multiplicación en tu corazón es para que comprendas que no hay razón para temer a la escasez, porque para sus hijos, los creyentes, siempre hay suficiente hoy, mañana y siempre. Dice la palabra, en Salmo 37:25, “Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan.” Tú le sirves a un Dios que multiplica, que aumenta, que no te deja. Aun en los momentos difíciles, en tus grandes necesidades, él hará contigo lo que te prometió. A pesar de lo que el mundo diga, a pesar de lo que las circunstancias digan, para ti no se va acabar, para ti siempre habrá y habrá en abundancia. Cuando uses el aceite, saldrá más aceite, que cuando uses la harina, habrá más harina.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 02:59:18 +0000
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