¿CÓMO COMIENZAN LAS GUERRAS? “Codiciáis y no tenéis, - TopicsExpress



          

¿CÓMO COMIENZAN LAS GUERRAS? “Codiciáis y no tenéis, entonces asesináis… Lucháis y hacéis la guerra… Pero Dios os da mayor gracia. Entonces, mejor someteos a Dios… Humillaos ante Su presencia que Él os exaltará.” Santiago 4: 2-10 Cierto día un niño preguntó a su padre: “¿Papá, cómo empiezan las guerras?” El padre, por no manifestar su ignorancia, respondió: “Bueno, hijo, tú sabes. Por ejemplo la Primera Guerra Mundial empezó cuando Alemania invadió Bélgica.” Su mujer interrumpió: “No sabes lo que estás diciendo. Esa guerra en realidad empezó porque alguien mató a un príncipe, hijo.” Puesto en pie el padre se dirigió a la mamá: “A ver a ver, ¿a quién le están preguntando, a ti o a mí?” “Es que no eres capaz, ni siquiera de instruir correctamente a tu hijo”, respondió la señora con tono despectivo. “Aun así, sigo teniendo la última palabra, y no te metas en conversación ajena.” A lo que la madre, ofendida, se retiró de la sala dando un portazo. Calmado los ánimos, el padre se dirigió al asombrado muchacho y prosiguió su respuesta, pero su hijo le interrumpió: “No. No sigas papá. Ya aprendí como comienzan las guerras.” El apóstol Santiago hace una magistral exégesis de los conflictos en las relaciones interpersonales. Comienza su capítulo cuatro con una pregunta: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” En otras palabras nos está diciendo que todo conflicto externo ENTRE nosotros tiene como verdadero origen otro conflicto interno EN o DENTRO de nosotros. Es en nuestro interior donde “combate un ejército de malas pasiones y pensamientos”. A consecuencia de motivaciones enfermas ocultas como la codicia, el egoísmo, los celos y la envidia, se han enviado al frente de batalla jóvenes que ni siquiera sabían por qué empuñaban un fusil. Se ha acabado con culturas enteras como la del imperio Inca, o se han realizado genocidios como el del holocausto Nazi. Así también se han dividido iglesias, se han peleado entre hermanos y se siguen acumulando divorcios. Se repite el síndrome de Caín, como en el principio de la historia humana. Se continúa evidenciando el mismo carácter corrompido que habita el corazón de cada ser humano. Sólo Cristo, que es La Paz, puede cambiar esa realidad renovando tu interior y haciéndote una nueva persona. Entrégate a su amor. Él ya peleó la mayor de las guerras contra el pecado, contra Satanás y el mundo para que tú, hoy puedas vivir en paz. Por: Pablo Martini reflexionesparaelalma.org [email protected]
Posted on: Wed, 12 Jun 2013 00:14:52 +0000

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