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Cómo no conmoverse al ver aquellas piezas que nos llevan en forma directa a su ser. Allí está en una vitrina celosamente dispuesta, la cachucha negra de cuero que lo acompañó en varias campañas. Una foto con ella en sus sienes corrobora la muestra. Al lado, una camiseta amarilla del movimiento que usara tantas veces y un texto mecanografiado con el logo de la Unión Patriótica atiborrado de correcciones a mano alzada. Impresionante este retrato de Bernardo Jaramillo asesinado por la intolerancia el 22 de marzo de 1990. Pero también se encuentra la máquina de escribir del senador de la UP por Antioquia, Pedro Luis Valencia y unas fotos inéditas con los suyos. El repaso de sus teclas nos desliza a sus días de garrapatear fórmulas médicas o quizá de algún manifiesto político de este galeno paisa acribillado en Medellín en agosto de 1987. Y las cosas de la vida cotidiana de aquel veterano agrario, Julio Poveda, como sus gafas y su bolso de cuero gastado de tanto uso. Y las imágenes hasta ahora expuestas de varios líderes ultimados del joven movimiento. “Hubiéramos querido que estuvieran piezas de otros jefes de la UP como Jaime Pardo Leal, Manuel Cepeda, Teófilo Forero y tantos más pero no nos fue posible, y hemos visto en esta visita inaugural a varias personas que tal vez tuvieron contacto con ellos al borde del llanto al repasar estos testimonios”, declaró Yaneth Mora, la curadora de la exposición y ganadora con su grupo Mnemosyne del premio de estímulos del Ministerio de Cultura y el Centro Nacional de Memoria Histórica y que contara con el aval del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Los objetos son vida, guardan una parte de la esencia humana: el trabajo de los hombres. Pero multiplican su fuerza si representan un trozo importante de la historia, si allí habitaron seres que la sociedad promovió y fueron sacrificados. Sin embargo la exposición no se queda ahí. Inaugurada el 10 de septiembre, acudieron más de cien personas a la hora exacta del pitazo inicial de un partido de fútbol al que el país había hipotecado su alma. En una decena de paneles de 2 metros 30 de alto por 20 de ancho, bien dispuestos en el lobby del Archivo Distrital, con los colores de la UP, suaves y sutiles, los visitantes atraviesan la línea del tiempo. Allí están los orígenes, su victorioso paso por las urnas, sus logros y la tragedia del genocidio. Impacta la sección que habla de las alcaldías propias de la UP y de convergencia obtenidas en la primera elección popular de alcaldes de 1988: el mapa de Colombia rellenado de estrellitas blancas. En aquella ocasión fueron más de 400 alcaldías del millar que tenia Colombia ganadas en una lid no muy franca. Semejante fuerza, obtenida a menos de tres años de su fundación, daba buena cuenta de su pujanza. Y muchas fotos, buenas fotos y portadas de periódicos y revistas de la época. Y el famoso cártel, a todo color y en gran tamaño de Bernardo Jaramillo, con ese lema sonoro: Venga esa mano, país, porque Colombia es un sueño de todos, que agitara la campaña presidencial de 1990 y cuyas encuestas apuntaban al cielo, mirándonos a todos con sus mozos treinta tres años. Abrió el evento el director del Archivo Distrital, Gustavo Ramírez, quien afirmó que se sentía complacido por haber sido escogida esta dependencia por los ganadores del premio para presentar esta parte vital de la historia reciente del país. “Para eso estamos, para estar presentes en estos eventos que llaman al no olvido a quienes tanto dieron por nuestro país”. Por su parte Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, señaló que “esta exposición es un mínimo detalle de reparación frente a una deuda enorme que tenemos como Estado y sociedad frente a la UP, a todos estos luchadores que pagaron con su vida por hacer ejercicios de ciudadanía”. Añadió que es “es muy significativo que se haga la muestra en este momento que nos remite al origen la tragedia de la UP, con un escenario que era pasado y hoy parece que se vuelve a poner en el horizonte al volver a estar en el centro de la agenda del país”. Bernardo Jaramillo hijo, señaló a nombre de las víctimas, que “ojalá esta exposición llegue a todos los colombianos, en especial a las nuevas generaciones que no han tenido forma de conocer esta historia tan trágica pero inmensa de la invencible Unión Patriótica”. Ejercicios como este, subrayó, deben generar espacios de reflexión hacia la búsqueda de un país más justo y amable para todos, donde prime la verdadera democracia y los derechos humanos. Cerró el acto Yaneth Mora, la joven historiadora quien presentó el proyecto agradeciendo en primer lugar a los familiares de las víctimas “por la ayuda de crear todo esta muestra contra el olvido”. “Cuando comenzamos la tarea nos decían por qué hacemos estos si no somos víctimas. Sí, no somos víctimas directas, pero en el fondo todos lo somos de este genocidio que truncó toda una generación, un sueño que de haberse realizado hubiera permitido otras oportunidades para nuestro país”, subrayó en medio de los aplausos. Mora dio paso a Claudia Girón, de la Fundación Manuel Cepeda quien leyó un hermoso poema de Cepeda, el senador de la UP asesinado el 9 de agosto de 1994, titulado Nelson Mandela en el que el líder del movimiento repasa la oleada de asesinatos contra el partido, pero mira con optimismo el futuro, como la “sonrisa universal de Mandela”. La exposición estará abierta al público todos los días de la semana de 8:30 a.m. a 6:00 p.m. hasta el 30 de octubre en Archivo Distrital, calle 6B No. 5 – 75 y tendrá visitas guiadas, especialmente para decenas de colegios de la capital en un cronograma ya establecido.
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 22:49:08 +0000

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